Nos sentamos en las
profundidades de un baño caliente y relajante,
simplemente mirándonos el uno al otro. Mi relación pasada con
Elena no es un tema que realmente quiero discutir con Anastasia,
pero parece que ella puede ser tan tenaz como su amiga, la
señorita Kavanagh.
Me doy cuenta de que ella no va a renunciar a esto hasta que le dé
algo más de
información.
Vuelvo a pensar en cuando yo era un enojado joven de quince años.
Yo era una persona solitaria, inaccesible, sin amigos. Mi cuerpo
estaba lleno de
hormonas, así como de ira, de frustración, de resentimiento y de
confusión.
Tuve muy fuertes deseos y necesidades, pero no podía soportar que
nadie me
tocara, así que el sexo era algo impensable. Mis padres
insistieron en tuviera
algún tipo de asesoramiento con algún terapeuta idiota, pero eso
no me ayudó
en absoluto, y sólo iba para que estuvieran contentos. Encontré
que el
consumo de alcohol contribuyó a adormecer las cosas, pero también
significó
que había perdido el poco control que tenía, así que me metí en un
montón de
peleas. Peleas muy graves. Incluso jugué con la idea de las drogas
como vía de
escape a mi confusión. Estaba sólo a un paso o dos de descender en
el mismo
camino al infierno que mi madre biológica.
Y entonces Elena tomó el control de mí
~ ~ ~
Cuando Elena me abofeteó y me besó por primera vez, no sabía qué
esperar
cuando volví a su casa al día siguiente para continuar con el
trabajo en su
jardín. Cuando llegué allí, no la veía por ningún lado, pero me
había dejado una
nota.
Christian.
Tienes cinco minutos. Sube. La primera puerta a la
derecha.
Quítate toda la ropa y la dejas en un montón
ordenado
delante de la puerta. Llama a la puerta, entra en
la
habitacion y arrodíllate delante de mí.
No
hables a menos que así te lo indique.
Mistress
Elena.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
259
Leí la nota varias veces, mi pulso acelerado, mi mano temblaba.
¿Qué debo
hacer? ¿Dejarlo, salir corriendo colina arriba para no volver? Por
supuesto que
no, esto era lo más emocionante que alguna vez me habría pasado,
así que
rápidamente hice lo que se me ordenaba. Mis ojos casi se salieron
de mi cara
cuando entré en la habitación, completamente desnudo, y vi a Elena
llevando
un corsé de cuero negro, una falda corta de cuero negro con medias
de red
negras, liguero y botas de piel negras de tacón de aguja. Estaba
acariciando
cariñosamente un bastón que tenía en la mano.
Corrí entusiasmado a arrodillarme frente a ella. Ella daba
vueltas, me
inspeccionaba, y entonces me colocó un collar de cuero negro
tachonado
alrededor de mi cuello. Tenía una cadena, que tiró para que mi
cabeza se
echara hacia atrás.
—Ojos al suelo—. Me espetó.
—Er... sí, por supuesto... — murmuré.
Sentí una fuerte bofetada en la mejilla.
—No hables a menos que te dé permiso. ¿Entendido? — Me instruyó
con
frialdad. Esta vez me quedé callado. No tenía su permiso.
—Puedes hablar.
—Sí, lo entiendo.
Otra bofetada en la mejilla.
—Te dirigirás a mí como Mistress Elena. Puedes hablar, pero sólo
para
responder a mis preguntas.
—Sí, Mistress Elena. Lo entiendo.
—Mejor. Ahora, ¿te gusta lo que ves? Puedes mirarme.
—Sí, Mistress Elena. Me gusta mucho lo que veo.
Ella esbozó una fría sonrisa hacía mí.
—Sí, pensé que así sería. Dime, ¿qué te gustaría hacer?
Bueno, la respuesta era obvia, ¿no?
—Por favor, señora Elena, me gustaría follar —, le dije.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
260
Eso es de lo que se trataba todo esto ¿no? Era evidente que no lo
estaba
recibiendo de su marido, así que ella quería que yo la golpeara.
Otra bofetada en la mejilla.
—Querido, querido, la próxima vez voy a tener que usar mi bastón
si sigues
haciendo las cosas mal, Christian. Piensa con cuidado y vuelve a
intentarlo.
¿Qué te gustaría hacer?
Me estrujé el cerebro. Entonces caí en cuenta.
—Lo que sea que le complazca, Mistress Elena.
—Eres un buen aprendiz, Christian. Sí, eso es exactamente. Harás
lo que yo
diga. Te comportarás de la manera que considere apropiada en todo
momento.
Si me lo pides por favor, tendrás un premio. Si me parece mal, te
ganarás un
castigo.
Caminó detrás de mí, y de repente, sentí el golpe seco de una vara
en mi
espalda. Grité y me estremecí. ¡Mierda! Eso me habia dolido.
—Esto es sólo una pequeña muestra de la pena que sufrirás si me
entero de
que has estado tomando drogas de cualquier tipo, consumiendo
alcohol, o te
has metido en cualquier tipo de problema. Y créeme, lo sabré. Te
convertirás en
mi cabeza de turco. ¿Entiendes?
—S... Sí, Mistress Elena —, jadeé.
Entonces de repente sentí sus dedos alrededor de mi polla, que
estaba erecta
desde que había entrado en la habitación. Ella me apretó, y luego,
lentamente y
seductoramente me la masajeó en toda su longitud. Gemí en voz
alta, y casi me
corro allí mismo, al instante, me sentía tan bien.
—Pero si eres un buen chico y me obedeces, entonces tu recompensa
será un
placer inimaginable. Un placer que no has ni siquiera soñado que
fuera posible
—, ella se inclinó y me susurró al oído.
—Por favor, Mistress Elena. Lo necesito por favor —, le rogué,
mientras seguía
acariciando mi pulsátil y dolorida polla. Luego, de pronto retiró
la mano.
—Eso es suficiente. No te has ganado el derecho todavía de
correrte. Y sólo
puedes hacerlo si te doy permiso —, dijo ella con frialdad,
mientras yo gemía
frustración.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
261
—Pero... pero realmente lo necesito... — Comencé a protestar,
luego me sacudí
en estado de shock cuando su vara se recortó de nuevo en mi
espalda.
—No te atrevas a discutirme o desafiarme, Christian. Eres un
instrumento de
mi voluntad. Empezaré con instrucciones en cómo me gustaría que me
des
placer, solo puedes ganarte el derecho a terminar si yo decido que
te lo has
ganado y te dejo.
~ ~ ~
Y así fue como empezó todo con Elena. Ella me salvó. Ella me hizo
volver al
camino. No bebí más, me mantuve alejado de las drogas, e hinqué
duro los
codos con los estudios, porque eso era lo que la Mistress Elena me
dijo que
tenía que hacer.
Elena sabía por mi madre los problemas que tenía por ser tocado,
así que sólo
me ha tocado de manera sexual, lo cual me parecía bien. No era una
historia de
amor. Sin embargo, para conseguir las recompensas carnales
increíbles tenía
que conseguir complacerla, tenía que hacer lo que ella me dijera,
nada más.
Perdí todas mis inhibiciones, cuando Elena me enseñó lo que mi
cuerpo era
capaz de hacer, así como lo que el cuerpo de una mujer era capaz
de hacer.
Y en cuanto a los castigos muy severos que frecuentemente me dio
para las
faltas más leves - aunque me gustaban bastante - me enseñaron
autocontrol.
Descubrí que el dolor aumentaba mi placer sexual, llevando las
cosas a un
nivel superior, mucho más intenso para mí. Y comprendí que me
merecía el
castigo, y de alguna manera ayudó a equilibrar la mierda mala en
mi cabeza.
~ ~ ~
Vuelvo al momento presente, y me doy cuenta de que Anastasia está
sentada
frente a mí en el baño, a la espera de que yo diga algo. Entonces,
¿cómo
explicárselo todo? Ella no necesita saber todos los detalles
sangrientos. Ahora
que me he dado cuenta de que ella tiene el pequeño monstruo de
ojos verdes en
su interior, sé que sólo se incrementarían rápidamente sus celos.
Ella se ve
muy linda con ese monstruo de ojos verdes tengo que admitir, y me
parece sexy
como el infierno que ella sienta lo mismo por mí. Ella quiere que
yo sea su
hombre, y solo de ella. Eso es lo que quiere conseguir. Y me gusta
mucho. Es
posesiva de mí. Nadie ha sido así conmigo. Debido a que siempre he
mantenido
a los demás a una distancia, nunca dejas que nadie sea posesivo
contigo, Grey.
Sólo Elena, y que sólo estaba ejerciendo su control sobre mi como
mi Ama
Dominatrix.
—Yo probablemente hubiera seguido el camino de mi madre biológica,
si no
hubiera sido por la Sra. Robinson —, le explico. Ana parpadea con
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
262
incredulidad. —Ella me amaba de una manera que me pareció...
Aceptable —.
No es realmente el amor como tal, sin embargo,
¿no?
— ¿Aceptable? — Susurra de nuevo Ana.
—Sí. Ella me sacó del camino destructivo que estaba siguiendo. Es
muy difícil
crecer en una familia perfecta cuando no eres perfecto —, Intento
explicarle. En
mi familia todos tienen corazones puros y buenos. No malo,
infestado de
gusanos como el mío. Mi querida, madre maravillosa hizo todo lo
posible para
curarme, pero sólo eso no era suficiente.
— ¿Todavía te ama?
—No lo creo, no así —. Frunzo el ceño mientras intento hacerle
entender que en
realidad Elena nunca me ha ‘amado’. Era sólo una cuestión física,
sexual entre
nosotros. —Sigo diciendo que fue hace mucho tiempo. Está en el
pasado. No
podría cambiarlo aunque quisiera, que no lo hago. Ella me salvó de
mí mismo.
Nunca he hablado de esto con nadie. Salvo con el Dr. Flynn, por
supuesto. Y la
única razón por la que estoy hablando de esto ahora, contigo, es
porque quiero
que confíes en mí.
Jesús, esto es difícil. No se lo contaría nunca a nadie, solo a
Anastasia, espero
que ella se dé cuenta.
—Confío en ti, pero quiero conocerte mejor, y cada vez que intento
hablar
contigo, haces que me distraiga. — Con todo tipo de artimañas
sexuales. Las
mejores que conozco. — Hay tantas cosas que quiero saber.
¡Nunca renunciará a escarbar en toda esta mierda! Me he abierto
con ella más
de lo que he hecho con nadie jamás, y todavía no es suficiente. No
puedo abrir
más mi corazón. No es mi estilo.
—Oh, por el amor de Dios, Anastasia. ¿Qué más quieres saber? ¿Qué
tengo que
hacer?
Estoy tratando de no perder los estribos, pero no estoy muy
acostumbrado a
este tipo de inquisición.
—Sólo estoy tratando de entenderte, eres un enigma. A diferencia
de cualquier
persona que he conocido antes. Me alegro de que me estés contando
lo que
quiero saber —, Ana me ruega, y entonces me desarma completamente
cuando
ella se acerca y me abraza tímidamente. —Por favor no te enfades
conmigo.
¿Cómo puedo estar enfadado con ella? Nunca he conocido a nadie
como ella
tampoco. Pero no estoy acostumbrado a abrirme con nadie, excepto
con el Dr.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
263
Flynn, y por supuesto con Elena. A Ana no le gusta eso. Pero es
cierto, Elena
ha sido parte de mi vida durante tanto tiempo que puedo hablar con
ella sobre
cualquier cosa. Incluyendo sobre Anastasia. Necesitaba su consejo
sobre este
terreno desconocido, porque sólo ella entiende totalmente mis
necesidades, me
conoce mejor que nadie, incluyendo a mis padres, que estaban, por
supuesto,
felizmente inconscientes de nuestra relación. Sólo necesito que
Ana entienda
que ya no hay ninguna relación sexual o romántica entre Elena y
yo, pero me
estoy cansando de intentar convencerla, y siento que empiezo a
perder el
control.
— ¿Has acabado? — Le pregunto. Porque seguro que por mi parte así
es.
—Por ahora —, finalmente acepta.
Así que me puedo relajar. Creo que he sido más que complaciente
con sus
peticiones. Pero ya que hemos estado sacando gran parte de la
mierda más
oscura, creo que es justo que ella me muestre sus pensamientos
ocultos.
—No has respondido a mi correo electrónico —, señalo.
Ella empieza a moverse y retorcerse. ¿Ves, no es tan divertido
tener a alguien
indagando en tu cabeza, verdad señorita
Steele?
Me inclino para besarla, y sé que fácilmente podría distraerme, y
así no
conseguir respuesta a mi pregunta. Pero lo que realmente necesito
saber es
cómo se siente. Odio toda esta incertidumbre, así no es como suelo
funcionar.
— ¿Qué quieres saber? — Suspira, claramente incómoda con
convertirse en el
centro de atención. Touché, señorita Steele.
—Bueno, ¿cómo te sientes acerca de nuestro acuerdo, para empezar?
Y es entonces cuando ella me confiesa que piensa que no va poder
enfrentar
por ser mi sumisa durante cualquier periodo de tiempo.
—No puedo pasar un fin de semana siendo alguien que no soy —,
admite.
Me río. Ya me he dado cuenta de esto por mí mismo, y sabes qué.
Creo que me
aburriría si encaja en el papel perfecto de sumisa, todo el
tiempo. He estado
allí, lo he hecho muchas veces. Es hora de algo nuevo.
—Tú no eres una gran sumisa —, le reconozco, mientras la beso
suavemente.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
264
—Quizás no tengo un buen maestro —, responde, mientras vuelve a
reírse de
mí. Y su risa es un sonido tan grandioso, que no puedo enfadarme
con ella por
su respuesta.
—Tal vez. Tal vez debería ser más estricto contigo. ¿Tan malo fue
lo que te
enseñé la primera vez? — Recuerdo que estaba angustiada después, y
sin
embargo, lo excitada sexualmente que estuvo en ese momento. ¿Se ha
dado
cuenta de esto? ¿Está de acuerdo con el hecho de que en realidad
fue una
experiencia increíble la que compartimos?
—No, realmente no —, susurra. ¡Sí! Se ha dado cuenta de que no fue
tan malo.
Ella lo está aceptando.
— ¿Es más la idea de ello? — Sugiero, con la esperanza de que
estamos
avanzando. —Sentir placer cuando no se supone que debes? Para eso
necesitas
un tiempo, para lograr encajarlo en tu cabeza. Siempre puedes usar
la palabra
de seguridad, Anastasia, no lo olvides. Y siempre y cuando sigas
las reglas, las
cuales cumplen con una profunda necesidad personal sobre el
control y para
mantenerte a salvo, entonces tal vez podamos encontrar un camino a
seguir.
Tú satisfaces en mí una necesidad desconocida en todos mis años de
formación
—. La culpa la tiene la puta drogadicta. Y su proxeneta.
— ¿Así que es una forma de terapia? — Sugiere.
—No había pensado en ello de esa manera, pero sí, supongo que sí
—. A ella
esto parece encajarle.
—Pero ahí está la cosa, en un momento me dices ‘no me desafíes’, y
al siguiente
quieres ser desafiado. Es una línea muy fina por la que pasar y
tener éxito y me
siento atada —, argumenta.
—Me gustas atada —, digo. Y lo hago. Me la imagino en mi cuarto de
juegos,
bien atada, amordazada y preferentemente a mi merced, confiando en
mí para
tomar el control. Perfecto. No puedo esperar para estar de vuelta
follando en mi
cuarto de juegos.
—Eso no es lo que quería decir —, exclama, mientras me salpica.
Y eso es todo. Basta de hablar. La agarro y tiro de ella hacía mi
regazo,
sosteniendo su cabeza con ambas manos para poder besarla
profundamente.
Ana gime, y enreda firmemente sus dedos en mi pelo, eso me dice
demasiado.
Como siempre, parece que estamos muy bien adaptados a nuestro
deseo. La
muevo para que tentadoramente se ponga a caballo, cogiéndole las
manos y
sosteniéndoselas con fuerza detrás de su espalda, por si acaso
siente la
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
265
necesidad de tocarme. Puedo sentir sus pechos maravillosos rozando
mi pecho,
y eso me parece muy excitante también.
—Voy a tomarte ahora. ¿Lista? — Le susurro, mientras la coloco
justo por
encima de mi polla erecta.
—Sí —, susurra en respuesta, mirándome fijamente.
Así que poco a poco y con facilidad la bajo sobre mí, observando
su reacción
con los ojos abiertos mientras la lleno totalmente. Ella me toma
en
profundidad, por lo que puedo seguir. Esto puede ser vainilla,
pero es
maravilloso, un vainilla jodida y sorprendentemente bueno. Sin
condón de
nuevo, saboreado cada sensación de su exuberancia aterciopelada,
mientras
doblo mis caderas para empujar hasta el límite de lo que ella
puede tomar de
mí. Hacemos una pausa, total y completamente fusionados en uno.
Estoy
enterrado tan profundamente dentro de ella que no podría estar más
cerca de
lo que estamos en estos momentos. Encajamos tan bien juntos, que
parece que
estamos hechos el uno para el otro. Ella jadea y se inclina para
apoyar la
cabeza contra la mía. Yo sé que ella siente lo mismo que yo.
Confío en que ella no me va a tocar cuando suplica para que le
suelte las
manos. Ella utiliza el borde de la bañera lentamente para ayudarse
a moverse
con facilidad arriba y abajo encima de mí mientras la observo. Es
muy erótico
verla obteniendo placer de mí, cabalgándome, nuestros cuerpos
mojados y
resbaladizos moviéndose el uno contra el otro. Ella se inclina
para besarme, y
yo cierro los ojos mientras me pasa los dedos por el pelo,
inclinando la cabeza
hacia atrás para que pueda profundizar el beso, nuestras lenguas
se enredan
cuando empieza a montarme más rápido. Le agarro las caderas para
ayudarla a
aumentar el ritmo, trabajando juntos para maximizar nuestro
placer,
besándonos, montándonos, disfrutándonos, saboreándonos juntos.
Nuestra
pasión explota a nuestro alrededor, el agua chapotea, el clímax
orgásmico
empieza a formarse, hasta que finalmente ella grita mientras vuela
por encima
del borde de su liberación.
—Eso es, nena —, gimo, mientras la sigo en mi liberación,
apretándola con
fuerza hacía mí. — ¡Ana, nena!
Y siento la conexión directa en lo más profundo de mi ser, lo que
nunca he
experimentado con nadie.
~ ~ ~
Cuando nos metemos juntos en la cama después, me siento en paz.
Hablamos.
Acerca de cosas tontas como las películas favoritas. Ella se ve
hermosa, bella y
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
266
dulce. Estoy tan contento haber volado hasta aquí para verla. Era
algo que
totalmente debía hacer. Y ella está claramente feliz de verme.
Entonces ella empieza a indagar en mi pasado, y empezamos a pisar
el terreno
peligroso de con cuantas mujeres he tenido relaciones sexuales.
Por supuesto
que es mucho en comparación con ella, mi pequeña virgen. Pero sin
lugar a
dudas, absolutamente, es la mejor mujer con la que he tenido
relaciones
sexuales.
—Así que yo soy la número diecisiete —, afirma.
— ¿Diecisiete?
Entonces me doy cuenta. Ella piensa que sólo me he follado a
diecisiete
mujeres en total, incluyéndola ella. ¡No mierda! Vamos ¿Sólo
diecisiete?
—No exactamente —. Le borro la sonrisa en su expresión de
sorpresa.
¿Qué esperaba? No se consigue mi nivel de experiencia a menos que
hayas
follado a un montón de mujeres diferentes de muchas maneras
diferentes. He
intentado casi de todo, ya que hay que experimentar para averiguar
lo que te
gusta, y lo que no. Así es como se trabaja en tus límites
infranqueables, así
como en los blandos. Siempre sexo seguro, sin embargo. Pero
Anastasia fue la
primera virgen que he tomado, y ella fue mi primera conquista
vainilla. Lo que
supongo es lo que sucede al principio a la mayoría de la gente,
antes de todas
las cosas fuertes. Así que lo he hecho todo al revés. Eso está
bien. No me
arrepiento.
Pero ahora ella quiere saber exactamente cuántas mujeres he
tenido, al infierno
si lo sé, yo no llevo la cuenta. Bueno, aparte de las fotos, pero
había una buena
razón para ello.
—Decenas. Estamos en decenas, por el amor de Dios —.Yo protesto,
cuando
empieza a hablar de «miles». No puedo evitar sonreír ante la idea
de coger miles
de mujeres. Su reacción es tan divertida y dulce e inocente, así
que decido darle
una nueva sacudida eléctrica mientras le beso la punta de la
nariz.
—Todas eran sumisas. Sumisas en formación, cuando me estaba
entrenando.
Hay lugares en los alrededores de Seattle, a los que uno puede ir
y practicar. A
aprender a hacer lo que hago.
Ella parpadea en estado de shock.
—Sí, he pagado por sexo, Anastasia —. No he pagado por sexo en
largo tiempo
sin embargo.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
267
Pero en aquellos primeros días, antes de que mi negocio despegara
con éxito, yo
solía ir a los clubes de BDSM, los que Elena me recomendada,
cuando ella me
ayudó en mi camino en convertirme en un dominante y no en su
esclavo, su
chico malo, su mascota, su sumiso. Me superé en esa etapa cuando
trabajaba
fuera de mi verdadera naturaleza. Pero pronto me puso a formarme
con
verdaderas expertas, para convertirme en un codiciado Dominante
entre las
aprendices a sumisa. Naturalmente, siempre trato de sobresalir en
todo lo que
hago.
Así que ahora, puedo tener prácticamente cualquier sumisa que
quiera. Pero,
por supuesto, sólo quiero a Anastasia. Quien irónicamente, como
acabamos de
acordar, no es una gran sumisa en absoluto.
Veo que he sorprendido Ana, cuando murmura que pagar por sexo no
es algo
de lo que enorgullecerse. Y ella está enojada porque piensa que
ella no me
puede sorprender.
Así que le cuento todo lo que ha hecho que me han sorprendido.
Llevaba mi ropa interior, cosa que nadie había hecho antes, y la
hizo ser
descarada y sexy, me encantó. Y debido a eso, no pude resistirme a
poner un
par de calzoncillos a su alcance para que se lo ponga hoy, cuando
me he
dado cuenta de que no ha traído consigo otras bragas limpias. Me
encanta la
idea de su trasero perfecto enfundado en mi ropa interior.
No llevaba bragas cuando fuimos a conocer a mis padres. Nunca
hubiera
soñado que ella hiciera algo así cuando la vi por primera vez.
Mierda tuve
una erección toda la noche debido a eso, traviesa y descarada
cachonda.
Maldición, me encantó, porque sólo yo sabía de su falta de ropa
interior. Ella
lo hizo por mí.
La mayor sorpresa de mi vida fue cuando me dijo que era virgen.
Nunca lo
hubiera imaginado. Y ella me dio el don precioso de su virginidad
a mí.
Ningún otro hombre ha estado donde yo he estado, esa única
experiencia la
tengo yo con ella. Y nunca lo harán. Y eso hace que sea mía
total y
absolutamente. Yo creo que por eso estoy tan cautivado y seducido
por ella,
porque lo que tenemos entre nosotros es totalmente único y
especial.
Entonces no mucho tiempo después, ella me dejó trabajar de nuevo
con una
fusta. No me extraña que me confunda, sobre todo porque resulta
que a ella
realmente le gustó esa experiencia, y tímidamente me sugiere que
es posible
que me deje hacerle otra sesión en el salón rojo del dolor, como
ella lo llama,
este fin de semana. Oh, sí, por favor señorita Steele. No puedo
esperar a estar
allí de nuevo.
Me sorprende que me encanta cuando ella pronuncia mi nombre,
después de
años de insistir a mis sumisas deben dirigirse a mí como Señor, o,
eventualmente, Maestro, si me complacían lo suficiente para
ganarse ese
derecho. Pero ninguna de ellas ha utilizado mi nombre de pila.
Jamás.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
268
De hecho me encuentro que toda esta charla la estamos llevando muy
bien. Me
siento relajado y a gusto con ella.
Así que no puedo resistirme a dejar caer una pista acerca de mis
planes de más
con ella.
—Quiero hacer algo mañana.
— ¿Qué?
—Una sorpresa. Para ti —. Murmuro en voz baja, porque puedo ver
que ella
tiene mucho sueño mientras sofoca un bostezo. La beso suavemente
en los
labios.
—Duerme —, le digo, pero ella ya está a la deriva, con una sonrisa
en su rostro.
Y estoy feliz, porque la he hecho feliz. Me siento muy bien, así
que espero que
mañana mi sorpresa la haga aún más feliz.
~~~
Creo que hoy ha sido el mejor día de toda mi existencia. Llevé a
Anastasia a
planear. Nunca lo he hecho antes con nadie, ese siempre ha sido mi
propio
mundo privado en el que puedo escapar totalmente de todo por un
rato, para
volar libre como un pájaro en el cielo abierto. Quería compartir
este mundo con
Ana, porque yo sabía que a ella le gustaría. Y así fue.
Todo tuvo que ser organizado con la Asociación de planeadores de
Brunswick
en el último minuto, por lo que Taylor hizo bien organizándolo
todo. Benson, el
piloto británico de arrastre, parecía un hombre competente. Lo
contrataría de
nuevo, sobre todo porque él es de la misma opinión que yo acerca
del Blanik L-
23 es mejor máquina que el L-13.
Debo decir que Taylor parecía contento de ver a Anastasia en el
aeropuerto esta
mañana. De hecho, le vi esbozar una sonrisa y susurrarle algo a
ella. ¿Qué ha
sido eso? Él siempre ha rehuido cualquier tipo de contacto
personal con mis
sumisas anteriores, a menos que fuera inevitable por razones tales
como hacer
arreglos prácticos. ¿Se está haciendo mayor, o algo así? Debe ser
el calor de
mierda de Georgia que ha podido con él.
Estoy tan orgulloso de cómo Ana lo ha manejado todo. Ella no ha
resultado ser
del todo femenina y sensiblera y ni se asustó al volar en el
planeador, como la
mayoría de las mujeres lo harían. Ella estaba totalmente
preparada. Esa es mi
chica. Esa es mi novia, en realidad. Por supuesto, yo no
estaría feliz que Ana
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
269
fuera volando con alguien más, pero yo soy un piloto experto, por
lo que está
buenas manos.
La luz era tan extraordinaria como yo esperaba. El amanecer es
realmente un
momento mágico del día, porque la luz es difusa, fundiéndose con
matices muy
diferentes de colores suaves. Fue totalmente increíble, y valió la
pena despertar
a Anastasia aun con el mal humor en el que se encontraba.
Me encantó cómo Ana chilló cuando giré el avión, y luego se echó a
reír a
carcajadas con la rareza de verse al revés. El mejor sonido en el
mundo entero.
Me encanta escuchar su risa, y me gusta hacerla feliz.
La dejé tomar el control del planeador, sabía que no podía hacer
ningún daño
ya que todavía tenía la palanca de mando en la mano.
Pero al menos estaba dispuesta a dar una vuelta. Eso es lo que
admiro en ella,
en la primera impresión, parece una niña débil, pero
definitivamente no lo es.
Es valiente y aventurera, y supongo que a ella le encantaría
navegar también, al
igual que yo, así que quiero hacer esto con ella también, tan
pronto como
pueda organizarlo. Ves Grey, hay mucho más que puedes darle. Y
es realmente
divertido compartirlo con ella. Es divertido si lo comparto con Ana de todos
modos.
Muy pronto llega el momento de aterrizar, y estamos de vuelta a
tierra firme.
Pero me sentí eufórico, totalmente en lo más alto, y vi que Ana
sentía lo mismo.
Y no pude remediarlo una vez que estuvimos fuera del avión, tuve
que tomarla
en mis brazos y besarla para mostrarle lo feliz que era porque
ella estaba
conmigo, que hubiera compartido mi amor por las alturas en esta
hermosa
mañana.
— ¿Esto ha sido más? — Le pregunto sin aliento. Porque si eso no
era más, no
puedo imaginar lo que puede ser.
—Mucho más —, susurra ella, con una sonrisa extasiada y enorme en
la cara.
Así que sabía que ella lo amaría tanto como yo lo hago.
La llevo al IHOP para el desayuno en el camino de vuelta, y creo
que esto la
sorprende, ya que no es un lugar muy típico para mí. Pero nos
gustaba ir allí
con mi padre cuando mi madre no estaba, era un secreto familiar
culpable, y
todavía tengo buenos recuerdos asociados a ello. Y hacen los
mejores
panqueques en el mundo.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
270
Cuando nos sentamos juntos, un fuerte magnetismo sexual zumba
entre
nosotros, más fuerte que nunca, y ambos realmente queremos
tomarnos el uno
al otro, no sólo yo. Pero eso tiene que esperar, hay que
conformarse con los
panqueques, que tuve el placer de ver que ella devoró rápidamente
porque tenía
un gran apetito, para los alimentos, así como para el sexo.
Hablamos de nuestra relación. Le digo que yo todavía quiero que
sea mi sumisa
en mi cuarto de juegos, y que todavía la castigaré si ella se
aparta de las reglas.
Pero por lo demás, le dije que estoy feliz de hablar de lo que sea
que ella quiera
de mí, y que yo estoy tratando comprometerme con ella.
Ana me dijo que ella quiere dormir conmigo en mi cama. Lo extraño
es que
resulta que yo duermo muy bien cuando ella está en mi cama, y la
echo
realmente de menos cuando ella no está allí. Así que al infierno
sí, estoy más
que felizmente de acuerdo con esto, de hecho creo que voy a ser el
que insista
en que de ahora en adelante forme parte de nuestro acuerdo.
—Tenía miedo de que me dejaras si no estaba de acuerdo con todo
esto —,
susurra, mientras vuelve sus increíbles ojos hacía mí. Me derriten
¿Cómo
puede pensar que podría alejarme de ella cuando me mira así?
—Yo no voy a ninguna parte, Anastasia —, le aseguro.
—Me encanta que quieras más —, murmura con timidez. Ella es tan
dulce. Tan
jodidamente dulce y encantadora.
—Lo sé —, le sonrío. Me encanta que ella hable en sueños. Es como
tener una
línea telefónica secreta con su subconsciente.
— ¿Cómo lo sabes? — exige.
—Confía en mí. Simplemente lo sé —. Me niego a decirle nada más,
porque ella
podría negarlo todo y lo estropearía. Quiero que sea lo
suficientemente valiente
para decirme lo que dijo en su sueño a la cara, cuando este
despierta.
"Más, Christian, quiero más de ti.
Quédate, por favor, no me dejes, por favor,
quédate conmigo Christian. Quiero más. No voy
a dejarte, no me dejes nunca.
Más."
Sus palabras se confundían todas anoche, pero el significado era
claro. Ella
siente por mí lo mismo que yo siento por ella. Ella está tan
comprometida como
yo. Mi hechizo para atarla a mí debe haber funcionado después de
todo. Estaba
jodidamente emocionado por sus palabras, porque en los sueños no
puedes
mentir. Este fue un discurso de su verdadero yo.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
271
Pero ahora que estamos de vuelta a la tierra, el mundo real nos golpea
de
nuevo. Tengo reuniones a las que asistir. Y he sido informado de
que el SIP está
a punto de hacerle una oferta de trabajo a Ana, así que mi
adquisición de esa
empresa sigue adelante. Ros lo tiene más o menos bajo control,
pero quiero
supervisar personalmente todos los detalles, no quiero ningún
fallo de última
en este importante negocio.
Así que dejo a Ana en casa de su madre, con la promesa de verla
esa noche.
Entonces mi burbuja feliz se revienta, como una mierda de
inestabilidad. Mi
pasado asoma su fea cabeza y vuelve para morderme en el culo.
Duramente.
Una ex sumisa mía, Leila, la que puso de Britney 'Toxic' en mi
iPod, de alguna
manera logró entrar en mi apartamento del Escala, y exigió verme.
Cuando la
señora Jones le informó que yo no estaba allí, intentó cortarse
las muñecas.
Aunque Gail tuvo la fortaleza mental para llevarla al hospital,
Leila se fugó
antes de que pudiera ser evaluada adecuadamente. Así que ahora
está en
libertad.
No tengo más remedio que dejarlo todo y volver a Seattle.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
272
Capítulo 25
S
é que Taylor nunca interrumpiría una reunión sin una muy buena
razón.
— ¿Si pudiéramos tener unas palabras, Sr. Grey? —, pregunta en voz
baja al
entrar en la sala de conferencias en el hotel donde estoy en una
reunión para
discutir diferentes oportunidades de negocio aquí en Georgia.
Cuando veo la
mirada en sus ojos, puedo decir inmediatamente que no son buenas
noticias.
Su mandíbula está tensa, sus puños están apretados, y todo su
cuerpo está
irradiando tensión. Así que me disculpo, y nos dirigimos hacia el
pasillo para
un poco de intimidad.
— ¿Qué está pasando? ¿Le ha ocurrido algo a la señorita Steele? —
Mi primer
pensamiento es que el equipo de vigilancia ha informado de algún
tipo de
problema.
—No, señor. He recibido una llamada de Gail... de la señora Jones.
Llamaba
desde el Centro Médico Harborview después de un incidente.
— ¿Qué significa un incidente? ¿Qué clase de jodido incidente? ¿Ha
tenido un
accidente o algo así?
—No, está bien... pero tuvo una visitante. Una ex conocida suya,
señor.
¿Recuerda a una mujer llamada Leila Williams?
—Sí. ¿Qué pasa con ella?
—Bueno, al parecer se las arregló para acceder a su apartamento el
día de hoy,
y apareció sin anunciarse. Gail era la única que se encontraba
allí en ese
momento —. Veo la expresión de Taylor endurecerse. — La señorita
Williams
quería verlo, insistió en que tenía que hablar con usted. Gail
trató de explicarle
que usted no estaba allí, pero ella no le creía. Entonces la
señorita Williams
comenzó a gritar y gritar, queriendo saber por qué su Maestro
había
encontrado a otra persona, que ella haría cualquier cosa por él...
—Me hago una idea —. Interrumpo.
—Así que sacó una navaja y empezó a cortarse las muñecas. Gail
logró
retenerla y quitarle la hoja, a pesar de que podría haberse
jodidamente herido a
sí misma —. Puedo ver que Taylor está realmente luchando por
controlar sus
sentimientos, y entiendo totalmente que se sienta protector hacia
Gail. —Lo
siento señor, es sólo que... bueno yo me culpo. Esta mujer no
debería haber
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
273
podido acceder al apartamento, y Gail no debería haber sido puesta
en ningún
tipo de peligro.
—No, es cierto, pero vamos a llegar al fondo de toda esta mierda
más tarde.
¿Qué pasó después de que Gail le quitara la navaja?
—Ella primero hizo una llamada rápida de ayuda a emergencias y
luego la llevó
al hospital. Parece que los cortes no eran en realidad tan
profundos como
parecían, por suerte. Están organizando que un psiquiatra la vea
ahora. Pero
ella sigue preguntando por usted, señor.
— ¿Qué demonios le pasa a esta mujer? No la he visto desde que...
por lo
menos desde hace tres años, ¿Qué diablos la ha llevado a esto?
Pero eso no
importa, ¿cómo está Gail? ¿Seguro que está bien? ¿Definitivamente
no está
herida en absoluto?
—Ella está bien, sólo un poco magullada creo. Ella se queda en el
hospital para
tratar de mantener calmada a la chica, pero ella dice que sigue
actuando de
una manera muy rara.
—Llama a Hilton Head. Nos dirigiremos hacia allá tan pronto como
les sea
posible preparar el avión—, le digo a Taylor, y puedo ver que está
aliviado de
que regresemos inmediatamente. Por supuesto que él quiere ver a
Gail. Quiero
asegurarme de que realmente está bien también.
Así que este día que comenzó como uno de los mejores de mi vida
cuando me
desperté con Ana, se ha convertido en uno de los peores.
~ ~ ~
La señorita Leila Williams. La recuerdo muy claramente. Ella
comenzó como
más o menos la sumisa perfecta para mí.
Naturalmente, ella era como costumbre bonita, menuda y de piel
pálida, de
cabello castaño, del tipo de mujer joven que siempre seleccionaba
para mi
sumisa, pero ella tenía estas enormes ojos de color marrón bourbon
que la
hacían destacar entre la multitud.
Y recuerdo cuando la interrogué en la entrevista de selección.
—No parece haber marcado nada, ya sea como un límite blando o
infranqueable ¿es un descuido por su parte? — Si lo fuera,
entonces ella misma
se habría descartado. No me gusta la dejadez, o que me hagan
perder el tiempo.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
274
—No, señor. Haré lo que sea, cualquier cosa que quiera, Señor —,
susurró,
mirando hacia abajo al suelo y no a mí, como era de esperar en una
buena
sumisa.
La miré fijamente, todo el mundo tiene un límite, ¿verdad?
— ¿Cuánto tiempo llevas como sumisa? — Le pregunté. Sólo tenía
veintiuno y
tal vez ella no entendía realmente en lo que se estaba
potencialmente metiendo,
aunque Elena la había comprobado antes de haber establecido la
entrevista, y
me aseguré que ella fuera sumamente recomendada por su anterior
Dominante.
—Tres años, señor. A mí me gusta... me gusta ser presionada
duramente, muy
duro, para descubrir los límites hasta los que puedo llegar. Y me
han dicho
que... bueno, usted es el tipo de maestro dominante que es capaz
de eso. Si a
usted le complace, Señor.
Bueno, bueno. Esto sin duda podría ser un arreglo interesante. Y
así
comenzaron los tres primeros meses de nuestro acuerdo de contrato.
Y en el principio, todo salió excelente. Leila seguía las reglas a
rajatabla. Y como
había prometido, ella hacía cualquier cosa que le pedía. Así que
tuve unos
momentos muy interesantes y agradables representando todo tipo de
nuevos
escenarios exigentes con una sumisa totalmente compatible. Yo
estaba
particularmente entusiasmado con la suspensión con cuerda, lo que
a su vez
exige paciencia de la sumisa porque se necesita tiempo para
prepararlo todo,
pero ella voluntariamente aceptó. Yo realmente disfruté de tenerla
completamente indefensa, atada y suspendida boca abajo para que
pudiera
coger su boca a voluntad. Y ella disfrutó de una buena azotaina
dura con una
paleta. Y ella disfrutaba realmente del sexo anal, ella se
preparaba durante días
para estar lista para mí, para tomar mi placer en su pequeño culo
apretado. La
lista era interminable, al parecer. Todo lo que le daba, ella lo
tomaba.
Cualquiera que sea la mierda perversa que soñara, ella jugaba con
eso.
Se mantenía muy flexible y en forma, así que tenía un montón de
energía para
mantenerse al día con mis demandas que, inevitablemente, sucedían
todo el fin
de semana. Ella parecía perfecta en todos los sentidos, y
rápidamente se ganó
el privilegio de llamarme Maestro. Su primer contrato de tres
meses fue
prorrogado por otros tres meses.
Pero aquí está la cosa, me gusta castigar a mis sumisas, y para
eso tenía que
romper las reglas o desobedecerme de vez en cuando, al menos en
cierto modo
menor, cosa que nunca hizo. Y para mí, lo único que realmente me
gustaba era
dar un auténtico castigo azotando o dando latigazos que según mi
criterio se
haya merecido.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
275
Tuve que buscar excusas con Leila, y lo que me llevó al borde mi
placer. Ella
me suplicaba que le diera con mi látigo de todos modos, pero no es
así como
funciona para mí. Entonces es sólo básicamente ‘azotar sin
sentido’ ya que la
sumisa ‘desdibuja los roles’, y así no es cómo hago las cosas.
Comencé a sospechar que Leila estaba siendo manipuladora,
intentando
seducirme a su manera en mi vida. Pensé que su plan era empezar
haciendo
todo lo que el señor exigía sin dudarlo, con lo que se haría
indispensable en la
atención a mis gustos muy singulares, para a continuación, pasar a
involucrarse más en mí vida.
Le encantaba estar en mi casa, y decoró su habitación completamente
para
hacerla suya. Lo que estaba bien. Yo siempre les digo a mis
sumisas que
pueden hacerlo si lo desean. Es bastante fácil volver a pintar de
un blanco
neutro cuando se van. Pero fue más allá con Leila.
En retrospectiva, las señales estaban allí, pequeños cambios
insidiosos que
instigaron y que de por sí no era demasiado alarmantes. Descubrí
que había
descargado un poco de su selección de música en mi iPod, lo que
dejé pasar por
el momento, ya que parecía inofensivo. Leila re-organizó los
armarios de la
cocina, y no era parte de sus funciones, y fue bastante molesto
para la señora
Jones. Durante la semana, le gustaba dedicar su tiempo a la
pintura, ella era
una artista talentosa. Entonces ella trajo un par de piezas de su
trabajo que
quería que pasaran a formar parte de mi colección de arte del
apartamento, a
pesar de que su trabajo no era de mi gusto, ya que era bastante
chillón y de
colores brillantes.
Y un par de veces me llamó la atención encontrarla espiando
alrededor de mi
apartamento en lugares en los que ella no tenía por qué estar,
como mi estudio,
y hasta en mi dormitorio. Ella era muy descarada y traviesa cuando
se deshizo
en excusas, acerca de que se estaba arreglando, o que quería hacer
algo
especial para mí, pero eso no era parte de nuestro acuerdo.
A pesar de que me dio motivos para castigarla, me sentí incómodo.
Y luego Leila
comenzó a ofrecerse a venir durante la semana, sólo a veces,
diciendo que me
echaba de menos, y que le gustaría simplemente que la azotara y la
follara
ahora que estaba aquí. Era evidente que se estaba volviendo
demasiado
apegada y se estaba pasando de la raya. Ella quería más. Yo no
quería. Así que
termine nuestro contrato.
Leila no se lo tomó bien, tuve unas cuantas llamadas telefónicas
llenas de
lágrimas, rogándome que le diera otra oportunidad, pero me negué,
y
finalmente aceptó mi decisión después de bloquear sus llamadas.
Entonces oí a
través de Elena que ella había conocido a otro hombre y se había
casado no
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
276
mucho tiempo después, así que supuse que eso era todo, y que
estaba fuera de
mi vida para siempre.
Y ahora, casi tres años después. ¿Qué mierda está pasando? ¿Por
qué tiene que
pasar esto, justo cuando las cosas están bien entre Anastasia y
yo?
~ ~ ~
Cuando estamos a punto de salir para el aeropuerto, Taylor recibe
otra llamada
de Gail.
— ¡Mierda! ¿Qué ha hecho qué? ¿Cómo iban a dejarla ... no, no es
tu culpa... sí,
estamos a punto de dirigirnos hacia el aeropuerto ... yo te haré
saber cuándo
aterricemos...
Taylor cierra los ojos y respira profundamente mientras me mira
expectante.
—Miss Williams se ha dado de alta del Harborview, antes de que el
psiquiatra
pudiera completar su valoración. Le pidió a Gail ir a buscar
algunas cosas para
ella, y cuando volvió, se había ido. Ella acababa de salir y
desapareció. Nadie
sabe dónde se ha ido, y ahora Gail se siente culpable.
— ¡Dios santo, esto se está convirtiendo en una pesadilla de
mierda! Quiero a
Welch en el caso, que averigüe todo lo que pueda acerca de la
señorita Williams
y su posible paradero. Dile que esta es su principal prioridad, y
que yo quiero
que la encuentre para que pueda obtener alguna ayuda adecuada
antes de que
ella haga otro intento de suicidio, tal vez con más éxito la
próxima vez. Ella ha
perdido claramente la razón de alguna manera. Y no puedo tenerla
apareciendo
y haciendo escenas fuera de lugar —, le grito, pasando las manos
por mi
cabello de pura frustración.
Es que no entiendo por qué Leila aparece de la nada ahora, después
de todo
este tiempo. ¿Qué coño la ha llevado a esto?
Trato de llamar a Anastasia para hacerle saber que no puedo ir a
cenar esta
noche a casa de su madre, pero su teléfono está ocupado.
¿Con quién coño habla? Por suerte, ella me devuelve la llamada, y
yo respondo
de inmediato.
—Anastasia.
—Hola.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
277
—Tengo que volver a Seattle. Ha surgido algo. Estoy de camino a
Hilton Head
ahora. Por favor, discúlpame con tu madre. No puedo ir a cenar.
—Nada serio, ¿verdad?
—Tengo una situación con la que tengo que lidiar. Nos vemos el
viernes. Voy a
enviar a Taylor a que te recoja en el aeropuerto si no puedo ir.
—Está bien. Espero que resuelvas tu situación. Que tengas un buen
viaje.
—Tú también nena.
~ ~ ~
El vuelo de ocho horas de vuelta a Seattle parece interminable.
Trato de
averiguar por qué diablos Leila me está buscando y luego trató de
cortarse las
muñecas. Si hubiera sido realmente seria acerca de suicidarse,
habría hecho
un mejor esfuerzo. No, me parece mucho más como un grito de ayuda,
una
llamada de atención por alguna razón. Quizás si esto hubiera
ocurrido poco
después de que se terminara el contrato, entonces tal vez podría
haberlo
entendido, ¿pero después de casi tres años? ¿Por qué ahora? ¿Qué
ha
cambiado? Y no puedo dejar de tener una horrible sospecha furtiva
que esto
tiene algo que ver con Anastasia, y la foto de nosotros juntos en
el periódico.
Por supuesto que no le digo nada a Ana acerca de lo que ha pasado
con Leila
cuando la llamó por teléfono. No quiero que ella esté preocupada o
molesta. No
quiero la terrible mierda de mi pasado ensuciando lo que tenemos
ahora. Tengo
la esperanza de conseguir que esta situación se resuelva
rápidamente, antes de
que Ana vuelva, una vez que hayamos hecho un seguimiento de Leila.
Odio volar lejos de ella, poniendo distancia entre nosotros así,
pero sé que es lo
mejor. Una vez que tenga la situación bajo control, me sentiré más
tranquilo,
entonces podemos continuar donde lo dejamos antes de que toda esta
mierda
comenzara.
A pesar del tiempo que ha transcurrido desde que tenía dominio
sobre Leila, no
puedo dejar de sentirme culpable si mis acciones pasadas han
contribuido de
alguna manera a este comportamiento desequilibrado. La salud y el
bienestar
de una sumisa es la principal responsabilidad de un Dominante, y
siempre he
tomado esa responsabilidad muy en serio. Así que si Leila está
enferma y
necesita ayuda, todavía siento el deber de asegurarme que reciba
la ayuda que
necesita.
Tan pronto como aterrizamos, Welch me hace una actualización sobre
la
situación de Leila. No son buenas noticias. Su última dirección
conocida ha
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
278
sido un callejón sin salida, no ha estado allí durante algún
tiempo. Se las ha
arreglado para obtener imágenes de CCTV de su salida del hospital,
y en un par
de calles de la zona, pero luego la pierde. Él está usando todos
los trucos que
tiene para encontrarla, pero hasta ahora, no conduce a nada.
Mierda.
Al parecer, el psiquiatra en Harborview que hizo la evaluación
inicial de Leila ha
dicho que sus acciones constituyen un típico grito de ayuda, y que
no creía que
ella fuera realmente un riesgo, por eso no había prohibición de
darse de alta
ella misma.
La ha categorizado como a un paso hacia las tendencias suicidas, y
dijo que la
mayoría de las personas en esta categoría en realidad no van a
cometer
suicidio. Supongo que esto es algo tranquilizador para escuchar,
pero todavía
me sentiría mucho más feliz una vez que la hayamos localizado y
conseguido la
ayuda que claramente necesita.
Estoy tan atrapado en todo esto que no es hasta que me aparece un
texto de
preocupación de Ana preguntándome si he llegado bien que me doy
cuenta de
que he sido negligente al no dejarle saber que llegué bien, así
que rápidamente
le envió un correo y le pido disculpas. No estoy acostumbrado a
que la gente se
preocupe por mí así, pero creo que me gusta. Resulta reconfortante
que Ana
esté pensando en mí y que se preocupe por mí.
Jesús, no puedo esperar a tener a esta situación solucionada para
cuando Ana
vuelva a casa mañana. Siento un dolor sordo en el pecho cuando
pienso en ella.
Joder, la extraño mucho, sobre todo después del gran momento que
tuvimos
juntos en Georgia.
Y me encanta lo que dijo en su sueño. Me hace sentir más seguro,
sabiendo que
ella dijo que no me dejaría. Pero todavía no se lo voy a decir,
por mucho que
ella trate de engatusarme en sus correos electrónicos. Y cuando
ella me gruñe
en su correo electrónico, me hace pensar en mi propio gato, mi
gato de nueve
colas, en mi cuarto de juegos. Hmm tiene posibilidades. Intrigante
la idea que
Ana ha puesto inocentemente en marcha allí.
~ ~ ~
Por mucho que quiera estar en el aeropuerto para recoger a
Anastasia yo
mismo, estoy esperando una llamada importante de Welch sobre un
enlace que
está consiguiendo del psiquiatra anterior que Leila ha consultado.
No quiero
estar discutiendo esto mientras estoy en el coche con Ana, por lo
que tengo la
intención de enviar a Taylor a recogerla, sabiendo que una vez que
ella regrese
aquí al Escala, voy a tenerla toda para mí.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
279
Estoy tan desesperado por verla. Estoy emocionado porque la
necesito tanto, y
como siempre, no puedo esperar a follarla. Pero también sé que su
presencia
aquí me ayudará a calmarme, porque he estado al límite desde que
recibí la
noticia sobre Leila.
Taylor ha hecho un barrido completo y la revaluación de todas las
medidas de
seguridad en el apartamento, y ha cambiado todos los números de
entrada
como medida de precaución. Él está averiguando como Leila podría
haber
hecho su entrada, cuando los números de entrada siempre se cambian
cada
vez que un miembro del personal, incluyendo una sumisa se va.
Estoy preocupado por la señora Jones, pero ella parece estar bien,
a pesar de la
mala experiencia, y yo le aseguro que no debe culparse por dejar
que Leila
saliera. Ella llevó una situación difícil muy profesionalmente y
estoy agradecido
por mantener la cabeza en calma en una crisis.
—La pobre chica, parecía extrañamente sin vida de alguna manera.
Tenía los
ojos vidriosos, y seguía repitiendo como una especie de mantra que
tenía de
verlo, que ella haría cualquier cosa por su Maestro, y luego de
repente se perdió
y empezó a gritar y gritar... — explica , mientras estamos
sentados en la cocina
del Escala, Taylor con su brazo protector sobre sus hombros.
Aunque ellos
saben que yo soy consciente de su relación, como verdaderos
profesionales
nunca suelen presentar ningún tipo de demostración de afecto en mi
presencia,
pero entiendo que esto no es normal, no todos los días pasa uno
por una
situación como la que Gail atravesó.
Veo miradas entre ella y Taylor. Por supuesto, sé que ambos son
muy
conscientes de lo que pasa en mi cuarto de juegos, pero aun así,
más bien no
es un tema que hayamos discutido abiertamente.
—Tuviste suerte de no haber sido herida por esa maldita hoja de
afeitar que le
arrebataste —, Jason prácticamente le gruñe, mientras aprieta su
puño en el
hombro.
—Oh, Jason, deja de quejarte —, insiste. —Yo sabía lo que estaba
haciendo, y
sabía que no tenía realmente la intención de hacerme algún daño.
Fue un grito
de ayuda, estoy segura.
Pero estoy con Taylor. No sé cómo me sentiría si hubiese sido Ana
la que
tratara con una loca sola en el apartamento.
—Cuanto más pronto la encontremos, más pronto recibirá esa ayuda.
Esperemos que Welch tenga resultados un poco más prometedores
pronto —.
Les digo sombríamente.
~ ~ ~
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
280
—No queda ni rastro... bien... Sí —. Mierda, esperaba que esta
situación se
hubiera resuelto para el momento en que Ana regresara, pero parece
que
seguimos sin acercarnos a localizarla. Callejón sin salida,
después de callejón
sin salida, es todo lo que Welch ha encontrado hasta el momento.
¿Cómo puede
Leila simplemente desaparecer de esta manera?
Anastasia. Siento su presencia antes de verla, como una descarga
eléctrica a
través de mí. Me doy la vuelta, y ahí está. Y de repente, mi mundo
es un lugar
mucho mejor. Ella se ve hermosa, de pie con una sexy minifalda,
mostrando
sus grandiosas piernas y el bronceado recién adquirido del sol de
Georgia.
—Quiero ser informado —, le grito a Welch, cuando termino la
llamada.
No puedo llegar a Ana lo suficientemente rápido, me quito la
chaqueta de mi
traje gris y deshago mi corbata. La rodeo con mis brazos y tiro de
ella con
fuerza contra mí. Joder, ella se siente tan bien.
Tiro de su cola de caballo para que incline la cabeza hacia arriba
para que yo
pueda darle un beso, un beso muy a fondo y profundo. No hay
ninguna
delicadeza, solo cruda, desesperada necesidad, pero ella me
corresponde.
Es evidente que ella necesita esto tanto como yo, ella gime y
anuda firmemente
sus dedos en mi cabello de la manera que me encanta, porque
demuestra que
me quiere poseer también. Nuestras lenguas promulgan una danza
erótica
juntas, y ambos entendemos que tenemos que dejar que nuestros
cuerpos
continúen con este baile demasiado apasionado, sin demora, ahora.
—Estoy tan contento de que hayas vuelto. Dúchate conmigo, ahora —,
le
ordeno sin aliento. Vamos a empezar de nuevo, quitarme toda esta
mierda,
relajarnos juntos en un poco de agua para calmarnos. La agarro de
la mano y
la llevo a mi baño.
—Me gusta tu falda. Es muy corta. Tienes unas hermosas piernas —,
le digo
con admiración. No puedo quitar mis ojos de ella mientras me quito
los zapatos
y los calcetines. Estoy bebiéndola, mis ojos festejan después de
haber sido
privados de su compañía durante demasiado tiempo, por lo que me
parece una
eternidad. Ella se quita sus zapatos también, y entonces no puedo
esperar más.
Tengo que tenerla ahora, aquí, en este mismo instante.
La empujo de espaldas contra la pared y la beso por todas partes
en un frenesí
de necesidad. Subo la falda hasta la cintura, y luego paso mis
manos por sus
muslos para sentir su piel suave como la seda.
— ¿Todavía estás sangrando? — me las arreglo para preguntar.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
281
—No — confirma.
—Bien.
Caigo de rodillas delante de ella para quitarle las sencillas
bragas, por lo que
está desnuda de cintura para abajo. Dios, ella se ve y huele jodidamente
increíble, y verla sin aliento y jadeando de necesidad por mí me
vuelve cada vez
más loco.
Aparto sus piernas para tener acceso a su clítoris con la lengua y
la boca,
dando vueltas y mordisqueando, chupando y atormentándola sin
descanso,
porque esto va a ser muy rápido una vez que la tome, por lo que
necesito que
esté lista. Ella ladea la cabeza hacia atrás y gime de placer
mientras sus dedos
tiran de mi cabello. Mi lengua sigue trabajando en ella, rodando y
girando
hasta sentir que su cuerpo empieza a temblar y se acelera. Mi
trabajo está
hecho, la suelto y le agarro la cara con ambas manos, sujetándola
firmemente
para besarla, metiendo mi lengua en su boca para que ella pueda
probar su
propia excitación.
Ahora es el momento.
Deshago mi bragueta y dejo libre a mi erección dura como roca.
La agarro por la parte posterior de las piernas y la levanto.
—Envuelve tus piernas alrededor de mí, nena —. Le ordeno,
desesperado por
estar dentro de ella ahora.
Rápidamente lo hace, ella envuelve sus brazos alrededor de mi
cuello para
sujetarse.
Así que ahora la penetro fuerte, duro y profundo. Toma todo lo que
soy
mientras ella gime en voz alta. Esto es lo que tanto anhelaba. La
inmersión
total uno en el otro. Yo en ella, ella en mí. Su apretada, húmeda
y sexy tibieza
envolviendo mi pene, con avidez por tragar hasta la última gota,
hasta la
empuñadura. Somos uno de nuevo, lo que estábamos destinados a ser,
como
debe ser. Juntos. No existe nadie más en el planeta en este
momento.
La agarro de las nalgas para que poder empezar a moverme. Dentro y
fuera,
tratando de mantener las cosas con calma al principio, tratando de
saborear
cada trazo exquisito de su exuberancia. Poco a poco dentro... y
luego hacia
fuera, su suavidad de deslizamiento sobre mí. En este lugar y luego
de nuevo...
besos suaves de terciopelo para mi polla. Dentro y fuera, de
nuevo...
Pero es imposible permanecer a un ritmo tan lento. Es demasiado
tentador. Ha
pasado mucho tiempo, y ella se siente jodidamente bien. No puedo
aguantar
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
282
más. Pierdo el control y acelero, empujando, empujando, golpeando,
pero
necesito más, aún más, tengo que llegar más profundo, cada vez más
profundo,
más duro....
Ana estalla a mi alrededor cuando llega al orgasmo, y entonces me
suelto con
un final duro satisfactoriamente hundido en ella, lanzando con
fuerza,
gimiendo de éxtasis.
Joder, eso estuvo bien. Joder, necesitaba eso. Joder, lo
necesitaba demasiado.
A medida que descendemos de nuestro increíble vuelo, me retiro
lentamente de
ella y la ayudo a ponerse de pie de nuevo.
—Pareces complacido de verme —, murmura con una sonrisa dulce.
—Sí, señorita Steele, creo que mi placer es bastante evidente.
Ven, déjame
llevarte a la ducha.
Los dos estamos un poco más tranquilos, y mientras me desnudo,
hablamos.
— ¿Cómo estuvo tu viaje?
—Bien, gracias. Gracias una vez más por la primera clase.
Realmente es una
forma mucho más agradable para viajar —, ella me sonríe, y luego
añade algo
nerviosamente: —Tengo algunas noticias.
— ¿Ah?
—Tengo trabajo.
Le sonrío. Por supuesto que ya lo sé todo sobre esto, pero me
gusta escuchar
que me dé la noticia.
—Felicidades, señorita Steele. ¿Ahora me vas a decir dónde? — He
de seguir el
juego, ¿no?
— ¿No lo sabes?
— ¿Por qué iba yo a saberlo? — Niego con la cabeza, frunciendo el
ceño para
ser convincente.
—Con tus capacidades de acecho, pensé que podrías saberlo... —
Mierda, ella
ya está empezando a entenderlo. Tengo que cuidar mis pasos aquí,
porque
puede ser ingenua, pero no es estúpida. Ella no va a entender que
todo es por
su propio bien, para su protección.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
283
—Anastasia, no se me ocurriría interferir en tu carrera, a menos
que tú lo me
pidas, por supuesto —. Trato de sonar herido. Yo no he interferido
con su
carrera, ella consiguió el trabajo por su cuenta. Sólo estoy
comprando la
empresa, eso es todo. Acosador, fanático del control, sí que soy
yo. Pero la
dejaré hacer todo el trabajo por su cuenta.
— ¿Así que no tienes idea de que compañía?
—No. Sé que hay cuatro empresas editoriales en Seattle, así que
estoy
asumiendo que es una de ellas —. Sólo una pequeña mentira
piadosa... No te
hará daño. Y en realidad, no sabía una mierda
de las editoriales en Seattle
hasta la semana pasada. Resulta que SIP
resultó ser un buen negocio. Gracias
Ana.
—SIP.
—Oh, la pequeña, bien. Bien hecho —. La beso en la frente. —Chica
lista.
¿Cuándo empiezas? — Comienza el lunes. ¿Tal vez se preguntará cómo
sé que
es la pequeña? Cuidado, Grey.
—El Lunes.
— ¿Qué pronto eh? Será mejor que me aproveche de ti mientras
pueda. Date la
vuelta.
La desnudo, luego entierro mi nariz en su cabello, para poder
respirar su
aroma maravilloso, su habitual mezcla maravillosa embriagadora de
inocencia y
de sexo que no puedo explicar. Es sólo el aroma de Anastasia, y me
tomo una
dosis larga y profunda. Eso me tranquiliza como ninguna otra cosa,
y me
imagino que esto debe ser como un adicto a la heroína se siente
cuando le llega
una dosis. Soy totalmente adicto a Anastasia.
Tengo el agua de la ducha muy caliente para nosotros, para borrar
los restos de
los últimos acontecimientos. Cuando empiezo a lavar cuidadosamente
a fondo
su cuerpo encantador, siento su tensión.
—Tengo algo que decirte —, murmura, cuando masajeo sus hombros.
— ¿Ah, sí?
—La exposición de mi amigo José de fotografía se abre el jueves en
Portland —.
No es tu amigo, maldita sea. Él quiere meterse
en tus bragas. Él quiere lo que es
mío.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
284
—Sí, ¿y qué? — Me las arreglo para parecer civilizado, mientras
detengo mis
deberes de lavado.
—Le dije que iría. ¿Quieres venir conmigo? — No, joder, no quiero
ir, y
ciertamente no quiero que Ana vaya. No la quiero cerca de él. Pero
espera un
minuto Grey, piensa en ello. Si tratas de
prohibírselo, ella va a ir de todos modos.
Sola. Así que es mejor si la llevas, y así te
aseguras de que el hijo de puta, sucio
canalla no llegara a ningNos sentamos en las
profundidades de un baño caliente y relajante,
simplemente mirándonos el uno al otro. Mi relación pasada con
Elena no es un tema que realmente quiero discutir con Anastasia,
pero parece que ella puede ser tan tenaz como su amiga, la
señorita Kavanagh.
Me doy cuenta de que ella no va a renunciar a esto hasta que le dé
algo más de
información.
Vuelvo a pensar en cuando yo era un enojado joven de quince años.
Yo era una persona solitaria, inaccesible, sin amigos. Mi cuerpo
estaba lleno de
hormonas, así como de ira, de frustración, de resentimiento y de
confusión.
Tuve muy fuertes deseos y necesidades, pero no podía soportar que
nadie me
tocara, así que el sexo era algo impensable. Mis padres
insistieron en tuviera
algún tipo de asesoramiento con algún terapeuta idiota, pero eso
no me ayudó
en absoluto, y sólo iba para que estuvieran contentos. Encontré
que el
consumo de alcohol contribuyó a adormecer las cosas, pero también
significó
que había perdido el poco control que tenía, así que me metí en un
montón de
peleas. Peleas muy graves. Incluso jugué con la idea de las drogas
como vía de
escape a mi confusión. Estaba sólo a un paso o dos de descender en
el mismo
camino al infierno que mi madre biológica.
Y entonces Elena tomó el control de mí
~ ~ ~
Cuando Elena me abofeteó y me besó por primera vez, no sabía qué
esperar
cuando volví a su casa al día siguiente para continuar con el
trabajo en su
jardín. Cuando llegué allí, no la veía por ningún lado, pero me
había dejado una
nota.
Christian.
Tienes cinco minutos. Sube. La primera puerta a la
derecha.
Quítate toda la ropa y la dejas en un montón
ordenado
delante de la puerta. Llama a la puerta, entra en
la
habitacion y arrodíllate delante de mí.
No
hables a menos que así te lo indique.
Mistress
Elena.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
259
Leí la nota varias veces, mi pulso acelerado, mi mano temblaba.
¿Qué debo
hacer? ¿Dejarlo, salir corriendo colina arriba para no volver? Por
supuesto que
no, esto era lo más emocionante que alguna vez me habría pasado,
así que
rápidamente hice lo que se me ordenaba. Mis ojos casi se salieron
de mi cara
cuando entré en la habitación, completamente desnudo, y vi a Elena
llevando
un corsé de cuero negro, una falda corta de cuero negro con medias
de red
negras, liguero y botas de piel negras de tacón de aguja. Estaba
acariciando
cariñosamente un bastón que tenía en la mano.
Corrí entusiasmado a arrodillarme frente a ella. Ella daba
vueltas, me
inspeccionaba, y entonces me colocó un collar de cuero negro
tachonado
alrededor de mi cuello. Tenía una cadena, que tiró para que mi
cabeza se
echara hacia atrás.
—Ojos al suelo—. Me espetó.
—Er... sí, por supuesto... — murmuré.
Sentí una fuerte bofetada en la mejilla.
—No hables a menos que te dé permiso. ¿Entendido? — Me instruyó
con
frialdad. Esta vez me quedé callado. No tenía su permiso.
—Puedes hablar.
—Sí, lo entiendo.
Otra bofetada en la mejilla.
—Te dirigirás a mí como Mistress Elena. Puedes hablar, pero sólo
para
responder a mis preguntas.
—Sí, Mistress Elena. Lo entiendo.
—Mejor. Ahora, ¿te gusta lo que ves? Puedes mirarme.
—Sí, Mistress Elena. Me gusta mucho lo que veo.
Ella esbozó una fría sonrisa hacía mí.
—Sí, pensé que así sería. Dime, ¿qué te gustaría hacer?
Bueno, la respuesta era obvia, ¿no?
—Por favor, señora Elena, me gustaría follar —, le dije.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
260
Eso es de lo que se trataba todo esto ¿no? Era evidente que no lo
estaba
recibiendo de su marido, así que ella quería que yo la golpeara.
Otra bofetada en la mejilla.
—Querido, querido, la próxima vez voy a tener que usar mi bastón
si sigues
haciendo las cosas mal, Christian. Piensa con cuidado y vuelve a
intentarlo.
¿Qué te gustaría hacer?
Me estrujé el cerebro. Entonces caí en cuenta.
—Lo que sea que le complazca, Mistress Elena.
—Eres un buen aprendiz, Christian. Sí, eso es exactamente. Harás
lo que yo
diga. Te comportarás de la manera que considere apropiada en todo
momento.
Si me lo pides por favor, tendrás un premio. Si me parece mal, te
ganarás un
castigo.
Caminó detrás de mí, y de repente, sentí el golpe seco de una vara
en mi
espalda. Grité y me estremecí. ¡Mierda! Eso me habia dolido.
—Esto es sólo una pequeña muestra de la pena que sufrirás si me
entero de
que has estado tomando drogas de cualquier tipo, consumiendo
alcohol, o te
has metido en cualquier tipo de problema. Y créeme, lo sabré. Te
convertirás en
mi cabeza de turco. ¿Entiendes?
—S... Sí, Mistress Elena —, jadeé.
Entonces de repente sentí sus dedos alrededor de mi polla, que
estaba erecta
desde que había entrado en la habitación. Ella me apretó, y luego,
lentamente y
seductoramente me la masajeó en toda su longitud. Gemí en voz
alta, y casi me
corro allí mismo, al instante, me sentía tan bien.
—Pero si eres un buen chico y me obedeces, entonces tu recompensa
será un
placer inimaginable. Un placer que no has ni siquiera soñado que
fuera posible
—, ella se inclinó y me susurró al oído.
—Por favor, Mistress Elena. Lo necesito por favor —, le rogué,
mientras seguía
acariciando mi pulsátil y dolorida polla. Luego, de pronto retiró
la mano.
—Eso es suficiente. No te has ganado el derecho todavía de
correrte. Y sólo
puedes hacerlo si te doy permiso —, dijo ella con frialdad,
mientras yo gemía
frustración.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
261
—Pero... pero realmente lo necesito... — Comencé a protestar,
luego me sacudí
en estado de shock cuando su vara se recortó de nuevo en mi
espalda.
—No te atrevas a discutirme o desafiarme, Christian. Eres un
instrumento de
mi voluntad. Empezaré con instrucciones en cómo me gustaría que me
des
placer, solo puedes ganarte el derecho a terminar si yo decido que
te lo has
ganado y te dejo.
~ ~ ~
Y así fue como empezó todo con Elena. Ella me salvó. Ella me hizo
volver al
camino. No bebí más, me mantuve alejado de las drogas, e hinqué
duro los
codos con los estudios, porque eso era lo que la Mistress Elena me
dijo que
tenía que hacer.
Elena sabía por mi madre los problemas que tenía por ser tocado,
así que sólo
me ha tocado de manera sexual, lo cual me parecía bien. No era una
historia de
amor. Sin embargo, para conseguir las recompensas carnales
increíbles tenía
que conseguir complacerla, tenía que hacer lo que ella me dijera,
nada más.
Perdí todas mis inhibiciones, cuando Elena me enseñó lo que mi
cuerpo era
capaz de hacer, así como lo que el cuerpo de una mujer era capaz
de hacer.
Y en cuanto a los castigos muy severos que frecuentemente me dio
para las
faltas más leves - aunque me gustaban bastante - me enseñaron
autocontrol.
Descubrí que el dolor aumentaba mi placer sexual, llevando las
cosas a un
nivel superior, mucho más intenso para mí. Y comprendí que me
merecía el
castigo, y de alguna manera ayudó a equilibrar la mierda mala en
mi cabeza.
~ ~ ~
Vuelvo al momento presente, y me doy cuenta de que Anastasia está
sentada
frente a mí en el baño, a la espera de que yo diga algo. Entonces,
¿cómo
explicárselo todo? Ella no necesita saber todos los detalles
sangrientos. Ahora
que me he dado cuenta de que ella tiene el pequeño monstruo de
ojos verdes en
su interior, sé que sólo se incrementarían rápidamente sus celos.
Ella se ve
muy linda con ese monstruo de ojos verdes tengo que admitir, y me
parece sexy
como el infierno que ella sienta lo mismo por mí. Ella quiere que
yo sea su
hombre, y solo de ella. Eso es lo que quiere conseguir. Y me gusta
mucho. Es
posesiva de mí. Nadie ha sido así conmigo. Debido a que siempre he
mantenido
a los demás a una distancia, nunca dejas que nadie sea posesivo
contigo, Grey.
Sólo Elena, y que sólo estaba ejerciendo su control sobre mi como
mi Ama
Dominatrix.
—Yo probablemente hubiera seguido el camino de mi madre biológica,
si no
hubiera sido por la Sra. Robinson —, le explico. Ana parpadea con
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
262
incredulidad. —Ella me amaba de una manera que me pareció...
Aceptable —.
No es realmente el amor como tal, sin embargo,
¿no?
— ¿Aceptable? — Susurra de nuevo Ana.
—Sí. Ella me sacó del camino destructivo que estaba siguiendo. Es
muy difícil
crecer en una familia perfecta cuando no eres perfecto —, Intento
explicarle. En
mi familia todos tienen corazones puros y buenos. No malo,
infestado de
gusanos como el mío. Mi querida, madre maravillosa hizo todo lo
posible para
curarme, pero sólo eso no era suficiente.
— ¿Todavía te ama?
—No lo creo, no así —. Frunzo el ceño mientras intento hacerle
entender que en
realidad Elena nunca me ha ‘amado’. Era sólo una cuestión física,
sexual entre
nosotros. —Sigo diciendo que fue hace mucho tiempo. Está en el
pasado. No
podría cambiarlo aunque quisiera, que no lo hago. Ella me salvó de
mí mismo.
Nunca he hablado de esto con nadie. Salvo con el Dr. Flynn, por
supuesto. Y la
única razón por la que estoy hablando de esto ahora, contigo, es
porque quiero
que confíes en mí.
Jesús, esto es difícil. No se lo contaría nunca a nadie, solo a
Anastasia, espero
que ella se dé cuenta.
—Confío en ti, pero quiero conocerte mejor, y cada vez que intento
hablar
contigo, haces que me distraiga. — Con todo tipo de artimañas
sexuales. Las
mejores que conozco. — Hay tantas cosas que quiero saber.
¡Nunca renunciará a escarbar en toda esta mierda! Me he abierto
con ella más
de lo que he hecho con nadie jamás, y todavía no es suficiente. No
puedo abrir
más mi corazón. No es mi estilo.
—Oh, por el amor de Dios, Anastasia. ¿Qué más quieres saber? ¿Qué
tengo que
hacer?
Estoy tratando de no perder los estribos, pero no estoy muy
acostumbrado a
este tipo de inquisición.
—Sólo estoy tratando de entenderte, eres un enigma. A diferencia
de cualquier
persona que he conocido antes. Me alegro de que me estés contando
lo que
quiero saber —, Ana me ruega, y entonces me desarma completamente
cuando
ella se acerca y me abraza tímidamente. —Por favor no te enfades
conmigo.
¿Cómo puedo estar enfadado con ella? Nunca he conocido a nadie
como ella
tampoco. Pero no estoy acostumbrado a abrirme con nadie, excepto
con el Dr.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
263
Flynn, y por supuesto con Elena. A Ana no le gusta eso. Pero es
cierto, Elena
ha sido parte de mi vida durante tanto tiempo que puedo hablar con
ella sobre
cualquier cosa. Incluyendo sobre Anastasia. Necesitaba su consejo
sobre este
terreno desconocido, porque sólo ella entiende totalmente mis
necesidades, me
conoce mejor que nadie, incluyendo a mis padres, que estaban, por
supuesto,
felizmente inconscientes de nuestra relación. Sólo necesito que
Ana entienda
que ya no hay ninguna relación sexual o romántica entre Elena y
yo, pero me
estoy cansando de intentar convencerla, y siento que empiezo a
perder el
control.
— ¿Has acabado? — Le pregunto. Porque seguro que por mi parte así
es.
—Por ahora —, finalmente acepta.
Así que me puedo relajar. Creo que he sido más que complaciente
con sus
peticiones. Pero ya que hemos estado sacando gran parte de la
mierda más
oscura, creo que es justo que ella me muestre sus pensamientos
ocultos.
—No has respondido a mi correo electrónico —, señalo.
Ella empieza a moverse y retorcerse. ¿Ves, no es tan divertido
tener a alguien
indagando en tu cabeza, verdad señorita
Steele?
Me inclino para besarla, y sé que fácilmente podría distraerme, y
así no
conseguir respuesta a mi pregunta. Pero lo que realmente necesito
saber es
cómo se siente. Odio toda esta incertidumbre, así no es como suelo
funcionar.
— ¿Qué quieres saber? — Suspira, claramente incómoda con
convertirse en el
centro de atención. Touché, señorita Steele.
—Bueno, ¿cómo te sientes acerca de nuestro acuerdo, para empezar?
Y es entonces cuando ella me confiesa que piensa que no va poder
enfrentar
por ser mi sumisa durante cualquier periodo de tiempo.
—No puedo pasar un fin de semana siendo alguien que no soy —,
admite.
Me río. Ya me he dado cuenta de esto por mí mismo, y sabes qué.
Creo que me
aburriría si encaja en el papel perfecto de sumisa, todo el
tiempo. He estado
allí, lo he hecho muchas veces. Es hora de algo nuevo.
—Tú no eres una gran sumisa —, le reconozco, mientras la beso
suavemente.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
264
—Quizás no tengo un buen maestro —, responde, mientras vuelve a
reírse de
mí. Y su risa es un sonido tan grandioso, que no puedo enfadarme
con ella por
su respuesta.
—Tal vez. Tal vez debería ser más estricto contigo. ¿Tan malo fue
lo que te
enseñé la primera vez? — Recuerdo que estaba angustiada después, y
sin
embargo, lo excitada sexualmente que estuvo en ese momento. ¿Se ha
dado
cuenta de esto? ¿Está de acuerdo con el hecho de que en realidad
fue una
experiencia increíble la que compartimos?
—No, realmente no —, susurra. ¡Sí! Se ha dado cuenta de que no fue
tan malo.
Ella lo está aceptando.
— ¿Es más la idea de ello? — Sugiero, con la esperanza de que
estamos
avanzando. —Sentir placer cuando no se supone que debes? Para eso
necesitas
un tiempo, para lograr encajarlo en tu cabeza. Siempre puedes usar
la palabra
de seguridad, Anastasia, no lo olvides. Y siempre y cuando sigas
las reglas, las
cuales cumplen con una profunda necesidad personal sobre el
control y para
mantenerte a salvo, entonces tal vez podamos encontrar un camino a
seguir.
Tú satisfaces en mí una necesidad desconocida en todos mis años de
formación
—. La culpa la tiene la puta drogadicta. Y su proxeneta.
— ¿Así que es una forma de terapia? — Sugiere.
—No había pensado en ello de esa manera, pero sí, supongo que sí
—. A ella
esto parece encajarle.
—Pero ahí está la cosa, en un momento me dices ‘no me desafíes’, y
al siguiente
quieres ser desafiado. Es una línea muy fina por la que pasar y
tener éxito y me
siento atada —, argumenta.
—Me gustas atada —, digo. Y lo hago. Me la imagino en mi cuarto de
juegos,
bien atada, amordazada y preferentemente a mi merced, confiando en
mí para
tomar el control. Perfecto. No puedo esperar para estar de vuelta
follando en mi
cuarto de juegos.
—Eso no es lo que quería decir —, exclama, mientras me salpica.
Y eso es todo. Basta de hablar. La agarro y tiro de ella hacía mi
regazo,
sosteniendo su cabeza con ambas manos para poder besarla
profundamente.
Ana gime, y enreda firmemente sus dedos en mi pelo, eso me dice
demasiado.
Como siempre, parece que estamos muy bien adaptados a nuestro
deseo. La
muevo para que tentadoramente se ponga a caballo, cogiéndole las
manos y
sosteniéndoselas con fuerza detrás de su espalda, por si acaso
siente la
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
265
necesidad de tocarme. Puedo sentir sus pechos maravillosos rozando
mi pecho,
y eso me parece muy excitante también.
—Voy a tomarte ahora. ¿Lista? — Le susurro, mientras la coloco
justo por
encima de mi polla erecta.
—Sí —, susurra en respuesta, mirándome fijamente.
Así que poco a poco y con facilidad la bajo sobre mí, observando
su reacción
con los ojos abiertos mientras la lleno totalmente. Ella me toma
en
profundidad, por lo que puedo seguir. Esto puede ser vainilla,
pero es
maravilloso, un vainilla jodida y sorprendentemente bueno. Sin
condón de
nuevo, saboreado cada sensación de su exuberancia aterciopelada,
mientras
doblo mis caderas para empujar hasta el límite de lo que ella
puede tomar de
mí. Hacemos una pausa, total y completamente fusionados en uno.
Estoy
enterrado tan profundamente dentro de ella que no podría estar más
cerca de
lo que estamos en estos momentos. Encajamos tan bien juntos, que
parece que
estamos hechos el uno para el otro. Ella jadea y se inclina para
apoyar la
cabeza contra la mía. Yo sé que ella siente lo mismo que yo.
Confío en que ella no me va a tocar cuando suplica para que le
suelte las
manos. Ella utiliza el borde de la bañera lentamente para ayudarse
a moverse
con facilidad arriba y abajo encima de mí mientras la observo. Es
muy erótico
verla obteniendo placer de mí, cabalgándome, nuestros cuerpos
mojados y
resbaladizos moviéndose el uno contra el otro. Ella se inclina
para besarme, y
yo cierro los ojos mientras me pasa los dedos por el pelo,
inclinando la cabeza
hacia atrás para que pueda profundizar el beso, nuestras lenguas
se enredan
cuando empieza a montarme más rápido. Le agarro las caderas para
ayudarla a
aumentar el ritmo, trabajando juntos para maximizar nuestro
placer,
besándonos, montándonos, disfrutándonos, saboreándonos juntos.
Nuestra
pasión explota a nuestro alrededor, el agua chapotea, el clímax
orgásmico
empieza a formarse, hasta que finalmente ella grita mientras vuela
por encima
del borde de su liberación.
—Eso es, nena —, gimo, mientras la sigo en mi liberación,
apretándola con
fuerza hacía mí. — ¡Ana, nena!
Y siento la conexión directa en lo más profundo de mi ser, lo que
nunca he
experimentado con nadie.
~ ~ ~
Cuando nos metemos juntos en la cama después, me siento en paz.
Hablamos.
Acerca de cosas tontas como las películas favoritas. Ella se ve
hermosa, bella y
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
266
dulce. Estoy tan contento haber volado hasta aquí para verla. Era
algo que
totalmente debía hacer. Y ella está claramente feliz de verme.
Entonces ella empieza a indagar en mi pasado, y empezamos a pisar
el terreno
peligroso de con cuantas mujeres he tenido relaciones sexuales.
Por supuesto
que es mucho en comparación con ella, mi pequeña virgen. Pero sin
lugar a
dudas, absolutamente, es la mejor mujer con la que he tenido
relaciones
sexuales.
—Así que yo soy la número diecisiete —, afirma.
— ¿Diecisiete?
Entonces me doy cuenta. Ella piensa que sólo me he follado a
diecisiete
mujeres en total, incluyéndola ella. ¡No mierda! Vamos ¿Sólo
diecisiete?
—No exactamente —. Le borro la sonrisa en su expresión de
sorpresa.
¿Qué esperaba? No se consigue mi nivel de experiencia a menos que
hayas
follado a un montón de mujeres diferentes de muchas maneras
diferentes. He
intentado casi de todo, ya que hay que experimentar para averiguar
lo que te
gusta, y lo que no. Así es como se trabaja en tus límites
infranqueables, así
como en los blandos. Siempre sexo seguro, sin embargo. Pero
Anastasia fue la
primera virgen que he tomado, y ella fue mi primera conquista
vainilla. Lo que
supongo es lo que sucede al principio a la mayoría de la gente,
antes de todas
las cosas fuertes. Así que lo he hecho todo al revés. Eso está
bien. No me
arrepiento.
Pero ahora ella quiere saber exactamente cuántas mujeres he
tenido, al infierno
si lo sé, yo no llevo la cuenta. Bueno, aparte de las fotos, pero
había una buena
razón para ello.
—Decenas. Estamos en decenas, por el amor de Dios —.Yo protesto,
cuando
empieza a hablar de «miles». No puedo evitar sonreír ante la idea
de coger miles
de mujeres. Su reacción es tan divertida y dulce e inocente, así
que decido darle
una nueva sacudida eléctrica mientras le beso la punta de la
nariz.
—Todas eran sumisas. Sumisas en formación, cuando me estaba
entrenando.
Hay lugares en los alrededores de Seattle, a los que uno puede ir
y practicar. A
aprender a hacer lo que hago.
Ella parpadea en estado de shock.
—Sí, he pagado por sexo, Anastasia —. No he pagado por sexo en
largo tiempo
sin embargo.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
267
Pero en aquellos primeros días, antes de que mi negocio despegara
con éxito, yo
solía ir a los clubes de BDSM, los que Elena me recomendada,
cuando ella me
ayudó en mi camino en convertirme en un dominante y no en su
esclavo, su
chico malo, su mascota, su sumiso. Me superé en esa etapa cuando
trabajaba
fuera de mi verdadera naturaleza. Pero pronto me puso a formarme
con
verdaderas expertas, para convertirme en un codiciado Dominante
entre las
aprendices a sumisa. Naturalmente, siempre trato de sobresalir en
todo lo que
hago.
Así que ahora, puedo tener prácticamente cualquier sumisa que
quiera. Pero,
por supuesto, sólo quiero a Anastasia. Quien irónicamente, como
acabamos de
acordar, no es una gran sumisa en absoluto.
Veo que he sorprendido Ana, cuando murmura que pagar por sexo no
es algo
de lo que enorgullecerse. Y ella está enojada porque piensa que
ella no me
puede sorprender.
Así que le cuento todo lo que ha hecho que me han sorprendido.
Llevaba mi ropa interior, cosa que nadie había hecho antes, y la
hizo ser
descarada y sexy, me encantó. Y debido a eso, no pude resistirme a
poner un
par de calzoncillos a su alcance para que se lo ponga hoy, cuando
me he
dado cuenta de que no ha traído consigo otras bragas limpias. Me
encanta la
idea de su trasero perfecto enfundado en mi ropa interior.
No llevaba bragas cuando fuimos a conocer a mis padres. Nunca
hubiera
soñado que ella hiciera algo así cuando la vi por primera vez.
Mierda tuve
una erección toda la noche debido a eso, traviesa y descarada
cachonda.
Maldición, me encantó, porque sólo yo sabía de su falta de ropa
interior. Ella
lo hizo por mí.
La mayor sorpresa de mi vida fue cuando me dijo que era virgen.
Nunca lo
hubiera imaginado. Y ella me dio el don precioso de su virginidad
a mí.
Ningún otro hombre ha estado donde yo he estado, esa única
experiencia la
tengo yo con ella. Y nunca lo harán. Y eso hace que sea mía
total y
absolutamente. Yo creo que por eso estoy tan cautivado y seducido
por ella,
porque lo que tenemos entre nosotros es totalmente único y
especial.
Entonces no mucho tiempo después, ella me dejó trabajar de nuevo
con una
fusta. No me extraña que me confunda, sobre todo porque resulta
que a ella
realmente le gustó esa experiencia, y tímidamente me sugiere que
es posible
que me deje hacerle otra sesión en el salón rojo del dolor, como
ella lo llama,
este fin de semana. Oh, sí, por favor señorita Steele. No puedo
esperar a estar
allí de nuevo.
Me sorprende que me encanta cuando ella pronuncia mi nombre,
después de
años de insistir a mis sumisas deben dirigirse a mí como Señor, o,
eventualmente, Maestro, si me complacían lo suficiente para
ganarse ese
derecho. Pero ninguna de ellas ha utilizado mi nombre de pila.
Jamás.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
268
De hecho me encuentro que toda esta charla la estamos llevando muy
bien. Me
siento relajado y a gusto con ella.
Así que no puedo resistirme a dejar caer una pista acerca de mis
planes de más
con ella.
—Quiero hacer algo mañana.
— ¿Qué?
—Una sorpresa. Para ti —. Murmuro en voz baja, porque puedo ver
que ella
tiene mucho sueño mientras sofoca un bostezo. La beso suavemente
en los
labios.
—Duerme —, le digo, pero ella ya está a la deriva, con una sonrisa
en su rostro.
Y estoy feliz, porque la he hecho feliz. Me siento muy bien, así
que espero que
mañana mi sorpresa la haga aún más feliz.
~~~
Creo que hoy ha sido el mejor día de toda mi existencia. Llevé a
Anastasia a
planear. Nunca lo he hecho antes con nadie, ese siempre ha sido mi
propio
mundo privado en el que puedo escapar totalmente de todo por un
rato, para
volar libre como un pájaro en el cielo abierto. Quería compartir
este mundo con
Ana, porque yo sabía que a ella le gustaría. Y así fue.
Todo tuvo que ser organizado con la Asociación de planeadores de
Brunswick
en el último minuto, por lo que Taylor hizo bien organizándolo
todo. Benson, el
piloto británico de arrastre, parecía un hombre competente. Lo
contrataría de
nuevo, sobre todo porque él es de la misma opinión que yo acerca
del Blanik L-
23 es mejor máquina que el L-13.
Debo decir que Taylor parecía contento de ver a Anastasia en el
aeropuerto esta
mañana. De hecho, le vi esbozar una sonrisa y susurrarle algo a
ella. ¿Qué ha
sido eso? Él siempre ha rehuido cualquier tipo de contacto
personal con mis
sumisas anteriores, a menos que fuera inevitable por razones tales
como hacer
arreglos prácticos. ¿Se está haciendo mayor, o algo así? Debe ser
el calor de
mierda de Georgia que ha podido con él.
Estoy tan orgulloso de cómo Ana lo ha manejado todo. Ella no ha
resultado ser
del todo femenina y sensiblera y ni se asustó al volar en el
planeador, como la
mayoría de las mujeres lo harían. Ella estaba totalmente
preparada. Esa es mi
chica. Esa es mi novia, en realidad. Por supuesto, yo no
estaría feliz que Ana
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
269
fuera volando con alguien más, pero yo soy un piloto experto, por
lo que está
buenas manos.
La luz era tan extraordinaria como yo esperaba. El amanecer es
realmente un
momento mágico del día, porque la luz es difusa, fundiéndose con
matices muy
diferentes de colores suaves. Fue totalmente increíble, y valió la
pena despertar
a Anastasia aun con el mal humor en el que se encontraba.
Me encantó cómo Ana chilló cuando giré el avión, y luego se echó a
reír a
carcajadas con la rareza de verse al revés. El mejor sonido en el
mundo entero.
Me encanta escuchar su risa, y me gusta hacerla feliz.
La dejé tomar el control del planeador, sabía que no podía hacer
ningún daño
ya que todavía tenía la palanca de mando en la mano.
Pero al menos estaba dispuesta a dar una vuelta. Eso es lo que
admiro en ella,
en la primera impresión, parece una niña débil, pero
definitivamente no lo es.
Es valiente y aventurera, y supongo que a ella le encantaría
navegar también, al
igual que yo, así que quiero hacer esto con ella también, tan
pronto como
pueda organizarlo. Ves Grey, hay mucho más que puedes darle. Y
es realmente
divertido compartirlo con ella. Es divertido si lo comparto con Ana de todos
modos.
Muy pronto llega el momento de aterrizar, y estamos de vuelta a
tierra firme.
Pero me sentí eufórico, totalmente en lo más alto, y vi que Ana
sentía lo mismo.
Y no pude remediarlo una vez que estuvimos fuera del avión, tuve
que tomarla
en mis brazos y besarla para mostrarle lo feliz que era porque
ella estaba
conmigo, que hubiera compartido mi amor por las alturas en esta
hermosa
mañana.
— ¿Esto ha sido más? — Le pregunto sin aliento. Porque si eso no
era más, no
puedo imaginar lo que puede ser.
—Mucho más —, susurra ella, con una sonrisa extasiada y enorme en
la cara.
Así que sabía que ella lo amaría tanto como yo lo hago.
La llevo al IHOP para el desayuno en el camino de vuelta, y creo
que esto la
sorprende, ya que no es un lugar muy típico para mí. Pero nos
gustaba ir allí
con mi padre cuando mi madre no estaba, era un secreto familiar
culpable, y
todavía tengo buenos recuerdos asociados a ello. Y hacen los
mejores
panqueques en el mundo.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
270
Cuando nos sentamos juntos, un fuerte magnetismo sexual zumba
entre
nosotros, más fuerte que nunca, y ambos realmente queremos
tomarnos el uno
al otro, no sólo yo. Pero eso tiene que esperar, hay que
conformarse con los
panqueques, que tuve el placer de ver que ella devoró rápidamente
porque tenía
un gran apetito, para los alimentos, así como para el sexo.
Hablamos de nuestra relación. Le digo que yo todavía quiero que
sea mi sumisa
en mi cuarto de juegos, y que todavía la castigaré si ella se
aparta de las reglas.
Pero por lo demás, le dije que estoy feliz de hablar de lo que sea
que ella quiera
de mí, y que yo estoy tratando comprometerme con ella.
Ana me dijo que ella quiere dormir conmigo en mi cama. Lo extraño
es que
resulta que yo duermo muy bien cuando ella está en mi cama, y la
echo
realmente de menos cuando ella no está allí. Así que al infierno
sí, estoy más
que felizmente de acuerdo con esto, de hecho creo que voy a ser el
que insista
en que de ahora en adelante forme parte de nuestro acuerdo.
—Tenía miedo de que me dejaras si no estaba de acuerdo con todo
esto —,
susurra, mientras vuelve sus increíbles ojos hacía mí. Me derriten
¿Cómo
puede pensar que podría alejarme de ella cuando me mira así?
—Yo no voy a ninguna parte, Anastasia —, le aseguro.
—Me encanta que quieras más —, murmura con timidez. Ella es tan
dulce. Tan
jodidamente dulce y encantadora.
—Lo sé —, le sonrío. Me encanta que ella hable en sueños. Es como
tener una
línea telefónica secreta con su subconsciente.
— ¿Cómo lo sabes? — exige.
—Confía en mí. Simplemente lo sé —. Me niego a decirle nada más,
porque ella
podría negarlo todo y lo estropearía. Quiero que sea lo
suficientemente valiente
para decirme lo que dijo en su sueño a la cara, cuando este
despierta.
"Más, Christian, quiero más de ti.
Quédate, por favor, no me dejes, por favor,
quédate conmigo Christian. Quiero más. No voy
a dejarte, no me dejes nunca.
Más."
Sus palabras se confundían todas anoche, pero el significado era
claro. Ella
siente por mí lo mismo que yo siento por ella. Ella está tan
comprometida como
yo. Mi hechizo para atarla a mí debe haber funcionado después de
todo. Estaba
jodidamente emocionado por sus palabras, porque en los sueños no
puedes
mentir. Este fue un discurso de su verdadero yo.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
271
Pero ahora que estamos de vuelta a la tierra, el mundo real nos golpea
de
nuevo. Tengo reuniones a las que asistir. Y he sido informado de
que el SIP está
a punto de hacerle una oferta de trabajo a Ana, así que mi
adquisición de esa
empresa sigue adelante. Ros lo tiene más o menos bajo control,
pero quiero
supervisar personalmente todos los detalles, no quiero ningún
fallo de última
en este importante negocio.
Así que dejo a Ana en casa de su madre, con la promesa de verla
esa noche.
Entonces mi burbuja feliz se revienta, como una mierda de
inestabilidad. Mi
pasado asoma su fea cabeza y vuelve para morderme en el culo.
Duramente.
Una ex sumisa mía, Leila, la que puso de Britney 'Toxic' en mi
iPod, de alguna
manera logró entrar en mi apartamento del Escala, y exigió verme.
Cuando la
señora Jones le informó que yo no estaba allí, intentó cortarse
las muñecas.
Aunque Gail tuvo la fortaleza mental para llevarla al hospital,
Leila se fugó
antes de que pudiera ser evaluada adecuadamente. Así que ahora
está en
libertad.
No tengo más remedio que dejarlo todo y volver a Seattle.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
272
Capítulo 25
S
é que Taylor nunca interrumpiría una reunión sin una muy buena
razón.
— ¿Si pudiéramos tener unas palabras, Sr. Grey? —, pregunta en voz
baja al
entrar en la sala de conferencias en el hotel donde estoy en una
reunión para
discutir diferentes oportunidades de negocio aquí en Georgia.
Cuando veo la
mirada en sus ojos, puedo decir inmediatamente que no son buenas
noticias.
Su mandíbula está tensa, sus puños están apretados, y todo su
cuerpo está
irradiando tensión. Así que me disculpo, y nos dirigimos hacia el
pasillo para
un poco de intimidad.
— ¿Qué está pasando? ¿Le ha ocurrido algo a la señorita Steele? —
Mi primer
pensamiento es que el equipo de vigilancia ha informado de algún
tipo de
problema.
—No, señor. He recibido una llamada de Gail... de la señora Jones.
Llamaba
desde el Centro Médico Harborview después de un incidente.
— ¿Qué significa un incidente? ¿Qué clase de jodido incidente? ¿Ha
tenido un
accidente o algo así?
—No, está bien... pero tuvo una visitante. Una ex conocida suya,
señor.
¿Recuerda a una mujer llamada Leila Williams?
—Sí. ¿Qué pasa con ella?
—Bueno, al parecer se las arregló para acceder a su apartamento el
día de hoy,
y apareció sin anunciarse. Gail era la única que se encontraba
allí en ese
momento —. Veo la expresión de Taylor endurecerse. — La señorita
Williams
quería verlo, insistió en que tenía que hablar con usted. Gail
trató de explicarle
que usted no estaba allí, pero ella no le creía. Entonces la
señorita Williams
comenzó a gritar y gritar, queriendo saber por qué su Maestro
había
encontrado a otra persona, que ella haría cualquier cosa por él...
—Me hago una idea —. Interrumpo.
—Así que sacó una navaja y empezó a cortarse las muñecas. Gail
logró
retenerla y quitarle la hoja, a pesar de que podría haberse
jodidamente herido a
sí misma —. Puedo ver que Taylor está realmente luchando por
controlar sus
sentimientos, y entiendo totalmente que se sienta protector hacia
Gail. —Lo
siento señor, es sólo que... bueno yo me culpo. Esta mujer no
debería haber
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
273
podido acceder al apartamento, y Gail no debería haber sido puesta
en ningún
tipo de peligro.
—No, es cierto, pero vamos a llegar al fondo de toda esta mierda
más tarde.
¿Qué pasó después de que Gail le quitara la navaja?
—Ella primero hizo una llamada rápida de ayuda a emergencias y
luego la llevó
al hospital. Parece que los cortes no eran en realidad tan
profundos como
parecían, por suerte. Están organizando que un psiquiatra la vea
ahora. Pero
ella sigue preguntando por usted, señor.
— ¿Qué demonios le pasa a esta mujer? No la he visto desde que...
por lo
menos desde hace tres años, ¿Qué diablos la ha llevado a esto?
Pero eso no
importa, ¿cómo está Gail? ¿Seguro que está bien? ¿Definitivamente
no está
herida en absoluto?
—Ella está bien, sólo un poco magullada creo. Ella se queda en el
hospital para
tratar de mantener calmada a la chica, pero ella dice que sigue
actuando de
una manera muy rara.
—Llama a Hilton Head. Nos dirigiremos hacia allá tan pronto como
les sea
posible preparar el avión—, le digo a Taylor, y puedo ver que está
aliviado de
que regresemos inmediatamente. Por supuesto que él quiere ver a
Gail. Quiero
asegurarme de que realmente está bien también.
Así que este día que comenzó como uno de los mejores de mi vida
cuando me
desperté con Ana, se ha convertido en uno de los peores.
~ ~ ~
La señorita Leila Williams. La recuerdo muy claramente. Ella
comenzó como
más o menos la sumisa perfecta para mí.
Naturalmente, ella era como costumbre bonita, menuda y de piel
pálida, de
cabello castaño, del tipo de mujer joven que siempre seleccionaba
para mi
sumisa, pero ella tenía estas enormes ojos de color marrón bourbon
que la
hacían destacar entre la multitud.
Y recuerdo cuando la interrogué en la entrevista de selección.
—No parece haber marcado nada, ya sea como un límite blando o
infranqueable ¿es un descuido por su parte? — Si lo fuera,
entonces ella misma
se habría descartado. No me gusta la dejadez, o que me hagan
perder el tiempo.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
274
—No, señor. Haré lo que sea, cualquier cosa que quiera, Señor —,
susurró,
mirando hacia abajo al suelo y no a mí, como era de esperar en una
buena
sumisa.
La miré fijamente, todo el mundo tiene un límite, ¿verdad?
— ¿Cuánto tiempo llevas como sumisa? — Le pregunté. Sólo tenía
veintiuno y
tal vez ella no entendía realmente en lo que se estaba
potencialmente metiendo,
aunque Elena la había comprobado antes de haber establecido la
entrevista, y
me aseguré que ella fuera sumamente recomendada por su anterior
Dominante.
—Tres años, señor. A mí me gusta... me gusta ser presionada
duramente, muy
duro, para descubrir los límites hasta los que puedo llegar. Y me
han dicho
que... bueno, usted es el tipo de maestro dominante que es capaz
de eso. Si a
usted le complace, Señor.
Bueno, bueno. Esto sin duda podría ser un arreglo interesante. Y
así
comenzaron los tres primeros meses de nuestro acuerdo de contrato.
Y en el principio, todo salió excelente. Leila seguía las reglas a
rajatabla. Y como
había prometido, ella hacía cualquier cosa que le pedía. Así que
tuve unos
momentos muy interesantes y agradables representando todo tipo de
nuevos
escenarios exigentes con una sumisa totalmente compatible. Yo
estaba
particularmente entusiasmado con la suspensión con cuerda, lo que
a su vez
exige paciencia de la sumisa porque se necesita tiempo para
prepararlo todo,
pero ella voluntariamente aceptó. Yo realmente disfruté de tenerla
completamente indefensa, atada y suspendida boca abajo para que
pudiera
coger su boca a voluntad. Y ella disfrutó de una buena azotaina
dura con una
paleta. Y ella disfrutaba realmente del sexo anal, ella se
preparaba durante días
para estar lista para mí, para tomar mi placer en su pequeño culo
apretado. La
lista era interminable, al parecer. Todo lo que le daba, ella lo
tomaba.
Cualquiera que sea la mierda perversa que soñara, ella jugaba con
eso.
Se mantenía muy flexible y en forma, así que tenía un montón de
energía para
mantenerse al día con mis demandas que, inevitablemente, sucedían
todo el fin
de semana. Ella parecía perfecta en todos los sentidos, y
rápidamente se ganó
el privilegio de llamarme Maestro. Su primer contrato de tres
meses fue
prorrogado por otros tres meses.
Pero aquí está la cosa, me gusta castigar a mis sumisas, y para
eso tenía que
romper las reglas o desobedecerme de vez en cuando, al menos en
cierto modo
menor, cosa que nunca hizo. Y para mí, lo único que realmente me
gustaba era
dar un auténtico castigo azotando o dando latigazos que según mi
criterio se
haya merecido.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
275
Tuve que buscar excusas con Leila, y lo que me llevó al borde mi
placer. Ella
me suplicaba que le diera con mi látigo de todos modos, pero no es
así como
funciona para mí. Entonces es sólo básicamente ‘azotar sin
sentido’ ya que la
sumisa ‘desdibuja los roles’, y así no es cómo hago las cosas.
Comencé a sospechar que Leila estaba siendo manipuladora,
intentando
seducirme a su manera en mi vida. Pensé que su plan era empezar
haciendo
todo lo que el señor exigía sin dudarlo, con lo que se haría
indispensable en la
atención a mis gustos muy singulares, para a continuación, pasar a
involucrarse más en mí vida.
Le encantaba estar en mi casa, y decoró su habitación completamente
para
hacerla suya. Lo que estaba bien. Yo siempre les digo a mis
sumisas que
pueden hacerlo si lo desean. Es bastante fácil volver a pintar de
un blanco
neutro cuando se van. Pero fue más allá con Leila.
En retrospectiva, las señales estaban allí, pequeños cambios
insidiosos que
instigaron y que de por sí no era demasiado alarmantes. Descubrí
que había
descargado un poco de su selección de música en mi iPod, lo que
dejé pasar por
el momento, ya que parecía inofensivo. Leila re-organizó los
armarios de la
cocina, y no era parte de sus funciones, y fue bastante molesto
para la señora
Jones. Durante la semana, le gustaba dedicar su tiempo a la
pintura, ella era
una artista talentosa. Entonces ella trajo un par de piezas de su
trabajo que
quería que pasaran a formar parte de mi colección de arte del
apartamento, a
pesar de que su trabajo no era de mi gusto, ya que era bastante
chillón y de
colores brillantes.
Y un par de veces me llamó la atención encontrarla espiando
alrededor de mi
apartamento en lugares en los que ella no tenía por qué estar,
como mi estudio,
y hasta en mi dormitorio. Ella era muy descarada y traviesa cuando
se deshizo
en excusas, acerca de que se estaba arreglando, o que quería hacer
algo
especial para mí, pero eso no era parte de nuestro acuerdo.
A pesar de que me dio motivos para castigarla, me sentí incómodo.
Y luego Leila
comenzó a ofrecerse a venir durante la semana, sólo a veces,
diciendo que me
echaba de menos, y que le gustaría simplemente que la azotara y la
follara
ahora que estaba aquí. Era evidente que se estaba volviendo
demasiado
apegada y se estaba pasando de la raya. Ella quería más. Yo no
quería. Así que
termine nuestro contrato.
Leila no se lo tomó bien, tuve unas cuantas llamadas telefónicas
llenas de
lágrimas, rogándome que le diera otra oportunidad, pero me negué,
y
finalmente aceptó mi decisión después de bloquear sus llamadas.
Entonces oí a
través de Elena que ella había conocido a otro hombre y se había
casado no
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
276
mucho tiempo después, así que supuse que eso era todo, y que
estaba fuera de
mi vida para siempre.
Y ahora, casi tres años después. ¿Qué mierda está pasando? ¿Por
qué tiene que
pasar esto, justo cuando las cosas están bien entre Anastasia y
yo?
~ ~ ~
Cuando estamos a punto de salir para el aeropuerto, Taylor recibe
otra llamada
de Gail.
— ¡Mierda! ¿Qué ha hecho qué? ¿Cómo iban a dejarla ... no, no es
tu culpa... sí,
estamos a punto de dirigirnos hacia el aeropuerto ... yo te haré
saber cuándo
aterricemos...
Taylor cierra los ojos y respira profundamente mientras me mira
expectante.
—Miss Williams se ha dado de alta del Harborview, antes de que el
psiquiatra
pudiera completar su valoración. Le pidió a Gail ir a buscar
algunas cosas para
ella, y cuando volvió, se había ido. Ella acababa de salir y
desapareció. Nadie
sabe dónde se ha ido, y ahora Gail se siente culpable.
— ¡Dios santo, esto se está convirtiendo en una pesadilla de
mierda! Quiero a
Welch en el caso, que averigüe todo lo que pueda acerca de la
señorita Williams
y su posible paradero. Dile que esta es su principal prioridad, y
que yo quiero
que la encuentre para que pueda obtener alguna ayuda adecuada
antes de que
ella haga otro intento de suicidio, tal vez con más éxito la
próxima vez. Ella ha
perdido claramente la razón de alguna manera. Y no puedo tenerla
apareciendo
y haciendo escenas fuera de lugar —, le grito, pasando las manos
por mi
cabello de pura frustración.
Es que no entiendo por qué Leila aparece de la nada ahora, después
de todo
este tiempo. ¿Qué coño la ha llevado a esto?
Trato de llamar a Anastasia para hacerle saber que no puedo ir a
cenar esta
noche a casa de su madre, pero su teléfono está ocupado.
¿Con quién coño habla? Por suerte, ella me devuelve la llamada, y
yo respondo
de inmediato.
—Anastasia.
—Hola.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
277
—Tengo que volver a Seattle. Ha surgido algo. Estoy de camino a
Hilton Head
ahora. Por favor, discúlpame con tu madre. No puedo ir a cenar.
—Nada serio, ¿verdad?
—Tengo una situación con la que tengo que lidiar. Nos vemos el
viernes. Voy a
enviar a Taylor a que te recoja en el aeropuerto si no puedo ir.
—Está bien. Espero que resuelvas tu situación. Que tengas un buen
viaje.
—Tú también nena.
~ ~ ~
El vuelo de ocho horas de vuelta a Seattle parece interminable.
Trato de
averiguar por qué diablos Leila me está buscando y luego trató de
cortarse las
muñecas. Si hubiera sido realmente seria acerca de suicidarse,
habría hecho
un mejor esfuerzo. No, me parece mucho más como un grito de ayuda,
una
llamada de atención por alguna razón. Quizás si esto hubiera
ocurrido poco
después de que se terminara el contrato, entonces tal vez podría
haberlo
entendido, ¿pero después de casi tres años? ¿Por qué ahora? ¿Qué
ha
cambiado? Y no puedo dejar de tener una horrible sospecha furtiva
que esto
tiene algo que ver con Anastasia, y la foto de nosotros juntos en
el periódico.
Por supuesto que no le digo nada a Ana acerca de lo que ha pasado
con Leila
cuando la llamó por teléfono. No quiero que ella esté preocupada o
molesta. No
quiero la terrible mierda de mi pasado ensuciando lo que tenemos
ahora. Tengo
la esperanza de conseguir que esta situación se resuelva
rápidamente, antes de
que Ana vuelva, una vez que hayamos hecho un seguimiento de Leila.
Odio volar lejos de ella, poniendo distancia entre nosotros así,
pero sé que es lo
mejor. Una vez que tenga la situación bajo control, me sentiré más
tranquilo,
entonces podemos continuar donde lo dejamos antes de que toda esta
mierda
comenzara.
A pesar del tiempo que ha transcurrido desde que tenía dominio
sobre Leila, no
puedo dejar de sentirme culpable si mis acciones pasadas han
contribuido de
alguna manera a este comportamiento desequilibrado. La salud y el
bienestar
de una sumisa es la principal responsabilidad de un Dominante, y
siempre he
tomado esa responsabilidad muy en serio. Así que si Leila está
enferma y
necesita ayuda, todavía siento el deber de asegurarme que reciba
la ayuda que
necesita.
Tan pronto como aterrizamos, Welch me hace una actualización sobre
la
situación de Leila. No son buenas noticias. Su última dirección
conocida ha
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
278
sido un callejón sin salida, no ha estado allí durante algún
tiempo. Se las ha
arreglado para obtener imágenes de CCTV de su salida del hospital,
y en un par
de calles de la zona, pero luego la pierde. Él está usando todos
los trucos que
tiene para encontrarla, pero hasta ahora, no conduce a nada.
Mierda.
Al parecer, el psiquiatra en Harborview que hizo la evaluación
inicial de Leila ha
dicho que sus acciones constituyen un típico grito de ayuda, y que
no creía que
ella fuera realmente un riesgo, por eso no había prohibición de
darse de alta
ella misma.
La ha categorizado como a un paso hacia las tendencias suicidas, y
dijo que la
mayoría de las personas en esta categoría en realidad no van a
cometer
suicidio. Supongo que esto es algo tranquilizador para escuchar,
pero todavía
me sentiría mucho más feliz una vez que la hayamos localizado y
conseguido la
ayuda que claramente necesita.
Estoy tan atrapado en todo esto que no es hasta que me aparece un
texto de
preocupación de Ana preguntándome si he llegado bien que me doy
cuenta de
que he sido negligente al no dejarle saber que llegué bien, así
que rápidamente
le envió un correo y le pido disculpas. No estoy acostumbrado a
que la gente se
preocupe por mí así, pero creo que me gusta. Resulta reconfortante
que Ana
esté pensando en mí y que se preocupe por mí.
Jesús, no puedo esperar a tener a esta situación solucionada para
cuando Ana
vuelva a casa mañana. Siento un dolor sordo en el pecho cuando
pienso en ella.
Joder, la extraño mucho, sobre todo después del gran momento que
tuvimos
juntos en Georgia.
Y me encanta lo que dijo en su sueño. Me hace sentir más seguro,
sabiendo que
ella dijo que no me dejaría. Pero todavía no se lo voy a decir,
por mucho que
ella trate de engatusarme en sus correos electrónicos. Y cuando
ella me gruñe
en su correo electrónico, me hace pensar en mi propio gato, mi
gato de nueve
colas, en mi cuarto de juegos. Hmm tiene posibilidades. Intrigante
la idea que
Ana ha puesto inocentemente en marcha allí.
~ ~ ~
Por mucho que quiera estar en el aeropuerto para recoger a
Anastasia yo
mismo, estoy esperando una llamada importante de Welch sobre un
enlace que
está consiguiendo del psiquiatra anterior que Leila ha consultado.
No quiero
estar discutiendo esto mientras estoy en el coche con Ana, por lo
que tengo la
intención de enviar a Taylor a recogerla, sabiendo que una vez que
ella regrese
aquí al Escala, voy a tenerla toda para mí.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
279
Estoy tan desesperado por verla. Estoy emocionado porque la
necesito tanto, y
como siempre, no puedo esperar a follarla. Pero también sé que su
presencia
aquí me ayudará a calmarme, porque he estado al límite desde que
recibí la
noticia sobre Leila.
Taylor ha hecho un barrido completo y la revaluación de todas las
medidas de
seguridad en el apartamento, y ha cambiado todos los números de
entrada
como medida de precaución. Él está averiguando como Leila podría
haber
hecho su entrada, cuando los números de entrada siempre se cambian
cada
vez que un miembro del personal, incluyendo una sumisa se va.
Estoy preocupado por la señora Jones, pero ella parece estar bien,
a pesar de la
mala experiencia, y yo le aseguro que no debe culparse por dejar
que Leila
saliera. Ella llevó una situación difícil muy profesionalmente y
estoy agradecido
por mantener la cabeza en calma en una crisis.
—La pobre chica, parecía extrañamente sin vida de alguna manera.
Tenía los
ojos vidriosos, y seguía repitiendo como una especie de mantra que
tenía de
verlo, que ella haría cualquier cosa por su Maestro, y luego de
repente se perdió
y empezó a gritar y gritar... — explica , mientras estamos
sentados en la cocina
del Escala, Taylor con su brazo protector sobre sus hombros.
Aunque ellos
saben que yo soy consciente de su relación, como verdaderos
profesionales
nunca suelen presentar ningún tipo de demostración de afecto en mi
presencia,
pero entiendo que esto no es normal, no todos los días pasa uno
por una
situación como la que Gail atravesó.
Veo miradas entre ella y Taylor. Por supuesto, sé que ambos son
muy
conscientes de lo que pasa en mi cuarto de juegos, pero aun así,
más bien no
es un tema que hayamos discutido abiertamente.
—Tuviste suerte de no haber sido herida por esa maldita hoja de
afeitar que le
arrebataste —, Jason prácticamente le gruñe, mientras aprieta su
puño en el
hombro.
—Oh, Jason, deja de quejarte —, insiste. —Yo sabía lo que estaba
haciendo, y
sabía que no tenía realmente la intención de hacerme algún daño.
Fue un grito
de ayuda, estoy segura.
Pero estoy con Taylor. No sé cómo me sentiría si hubiese sido Ana
la que
tratara con una loca sola en el apartamento.
—Cuanto más pronto la encontremos, más pronto recibirá esa ayuda.
Esperemos que Welch tenga resultados un poco más prometedores
pronto —.
Les digo sombríamente.
~ ~ ~
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
280
—No queda ni rastro... bien... Sí —. Mierda, esperaba que esta
situación se
hubiera resuelto para el momento en que Ana regresara, pero parece
que
seguimos sin acercarnos a localizarla. Callejón sin salida,
después de callejón
sin salida, es todo lo que Welch ha encontrado hasta el momento.
¿Cómo puede
Leila simplemente desaparecer de esta manera?
Anastasia. Siento su presencia antes de verla, como una descarga
eléctrica a
través de mí. Me doy la vuelta, y ahí está. Y de repente, mi mundo
es un lugar
mucho mejor. Ella se ve hermosa, de pie con una sexy minifalda,
mostrando
sus grandiosas piernas y el bronceado recién adquirido del sol de
Georgia.
—Quiero ser informado —, le grito a Welch, cuando termino la
llamada.
No puedo llegar a Ana lo suficientemente rápido, me quito la
chaqueta de mi
traje gris y deshago mi corbata. La rodeo con mis brazos y tiro de
ella con
fuerza contra mí. Joder, ella se siente tan bien.
Tiro de su cola de caballo para que incline la cabeza hacia arriba
para que yo
pueda darle un beso, un beso muy a fondo y profundo. No hay
ninguna
delicadeza, solo cruda, desesperada necesidad, pero ella me
corresponde.
Es evidente que ella necesita esto tanto como yo, ella gime y
anuda firmemente
sus dedos en mi cabello de la manera que me encanta, porque
demuestra que
me quiere poseer también. Nuestras lenguas promulgan una danza
erótica
juntas, y ambos entendemos que tenemos que dejar que nuestros
cuerpos
continúen con este baile demasiado apasionado, sin demora, ahora.
—Estoy tan contento de que hayas vuelto. Dúchate conmigo, ahora —,
le
ordeno sin aliento. Vamos a empezar de nuevo, quitarme toda esta
mierda,
relajarnos juntos en un poco de agua para calmarnos. La agarro de
la mano y
la llevo a mi baño.
—Me gusta tu falda. Es muy corta. Tienes unas hermosas piernas —,
le digo
con admiración. No puedo quitar mis ojos de ella mientras me quito
los zapatos
y los calcetines. Estoy bebiéndola, mis ojos festejan después de
haber sido
privados de su compañía durante demasiado tiempo, por lo que me
parece una
eternidad. Ella se quita sus zapatos también, y entonces no puedo
esperar más.
Tengo que tenerla ahora, aquí, en este mismo instante.
La empujo de espaldas contra la pared y la beso por todas partes
en un frenesí
de necesidad. Subo la falda hasta la cintura, y luego paso mis
manos por sus
muslos para sentir su piel suave como la seda.
— ¿Todavía estás sangrando? — me las arreglo para preguntar.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
281
—No — confirma.
—Bien.
Caigo de rodillas delante de ella para quitarle las sencillas
bragas, por lo que
está desnuda de cintura para abajo. Dios, ella se ve y huele jodidamente
increíble, y verla sin aliento y jadeando de necesidad por mí me
vuelve cada vez
más loco.
Aparto sus piernas para tener acceso a su clítoris con la lengua y
la boca,
dando vueltas y mordisqueando, chupando y atormentándola sin
descanso,
porque esto va a ser muy rápido una vez que la tome, por lo que
necesito que
esté lista. Ella ladea la cabeza hacia atrás y gime de placer
mientras sus dedos
tiran de mi cabello. Mi lengua sigue trabajando en ella, rodando y
girando
hasta sentir que su cuerpo empieza a temblar y se acelera. Mi
trabajo está
hecho, la suelto y le agarro la cara con ambas manos, sujetándola
firmemente
para besarla, metiendo mi lengua en su boca para que ella pueda
probar su
propia excitación.
Ahora es el momento.
Deshago mi bragueta y dejo libre a mi erección dura como roca.
La agarro por la parte posterior de las piernas y la levanto.
—Envuelve tus piernas alrededor de mí, nena —. Le ordeno,
desesperado por
estar dentro de ella ahora.
Rápidamente lo hace, ella envuelve sus brazos alrededor de mi
cuello para
sujetarse.
Así que ahora la penetro fuerte, duro y profundo. Toma todo lo que
soy
mientras ella gime en voz alta. Esto es lo que tanto anhelaba. La
inmersión
total uno en el otro. Yo en ella, ella en mí. Su apretada, húmeda
y sexy tibieza
envolviendo mi pene, con avidez por tragar hasta la última gota,
hasta la
empuñadura. Somos uno de nuevo, lo que estábamos destinados a ser,
como
debe ser. Juntos. No existe nadie más en el planeta en este
momento.
La agarro de las nalgas para que poder empezar a moverme. Dentro y
fuera,
tratando de mantener las cosas con calma al principio, tratando de
saborear
cada trazo exquisito de su exuberancia. Poco a poco dentro... y
luego hacia
fuera, su suavidad de deslizamiento sobre mí. En este lugar y luego
de nuevo...
besos suaves de terciopelo para mi polla. Dentro y fuera, de
nuevo...
Pero es imposible permanecer a un ritmo tan lento. Es demasiado
tentador. Ha
pasado mucho tiempo, y ella se siente jodidamente bien. No puedo
aguantar
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
282
más. Pierdo el control y acelero, empujando, empujando, golpeando,
pero
necesito más, aún más, tengo que llegar más profundo, cada vez más
profundo,
más duro....
Ana estalla a mi alrededor cuando llega al orgasmo, y entonces me
suelto con
un final duro satisfactoriamente hundido en ella, lanzando con
fuerza,
gimiendo de éxtasis.
Joder, eso estuvo bien. Joder, necesitaba eso. Joder, lo
necesitaba demasiado.
A medida que descendemos de nuestro increíble vuelo, me retiro
lentamente de
ella y la ayudo a ponerse de pie de nuevo.
—Pareces complacido de verme —, murmura con una sonrisa dulce.
—Sí, señorita Steele, creo que mi placer es bastante evidente.
Ven, déjame
llevarte a la ducha.
Los dos estamos un poco más tranquilos, y mientras me desnudo,
hablamos.
— ¿Cómo estuvo tu viaje?
—Bien, gracias. Gracias una vez más por la primera clase.
Realmente es una
forma mucho más agradable para viajar —, ella me sonríe, y luego
añade algo
nerviosamente: —Tengo algunas noticias.
— ¿Ah?
—Tengo trabajo.
Le sonrío. Por supuesto que ya lo sé todo sobre esto, pero me
gusta escuchar
que me dé la noticia.
—Felicidades, señorita Steele. ¿Ahora me vas a decir dónde? — He
de seguir el
juego, ¿no?
— ¿No lo sabes?
— ¿Por qué iba yo a saberlo? — Niego con la cabeza, frunciendo el
ceño para
ser convincente.
—Con tus capacidades de acecho, pensé que podrías saberlo... —
Mierda, ella
ya está empezando a entenderlo. Tengo que cuidar mis pasos aquí,
porque
puede ser ingenua, pero no es estúpida. Ella no va a entender que
todo es por
su propio bien, para su protección.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
283
—Anastasia, no se me ocurriría interferir en tu carrera, a menos
que tú lo me
pidas, por supuesto —. Trato de sonar herido. Yo no he interferido
con su
carrera, ella consiguió el trabajo por su cuenta. Sólo estoy
comprando la
empresa, eso es todo. Acosador, fanático del control, sí que soy
yo. Pero la
dejaré hacer todo el trabajo por su cuenta.
— ¿Así que no tienes idea de que compañía?
—No. Sé que hay cuatro empresas editoriales en Seattle, así que
estoy
asumiendo que es una de ellas —. Sólo una pequeña mentira
piadosa... No te
hará daño. Y en realidad, no sabía una mierda
de las editoriales en Seattle
hasta la semana pasada. Resulta que SIP
resultó ser un buen negocio. Gracias
Ana.
—SIP.
—Oh, la pequeña, bien. Bien hecho —. La beso en la frente. —Chica
lista.
¿Cuándo empiezas? — Comienza el lunes. ¿Tal vez se preguntará cómo
sé que
es la pequeña? Cuidado, Grey.
—El Lunes.
— ¿Qué pronto eh? Será mejor que me aproveche de ti mientras
pueda. Date la
vuelta.
La desnudo, luego entierro mi nariz en su cabello, para poder
respirar su
aroma maravilloso, su habitual mezcla maravillosa embriagadora de
inocencia y
de sexo que no puedo explicar. Es sólo el aroma de Anastasia, y me
tomo una
dosis larga y profunda. Eso me tranquiliza como ninguna otra cosa,
y me
imagino que esto debe ser como un adicto a la heroína se siente
cuando le llega
una dosis. Soy totalmente adicto a Anastasia.
Tengo el agua de la ducha muy caliente para nosotros, para borrar
los restos de
los últimos acontecimientos. Cuando empiezo a lavar cuidadosamente
a fondo
su cuerpo encantador, siento su tensión.
—Tengo algo que decirte —, murmura, cuando masajeo sus hombros.
— ¿Ah, sí?
—La exposición de mi amigo José de fotografía se abre el jueves en
Portland —.
No es tu amigo, maldita sea. Él quiere meterse
en tus bragas. Él quiere lo que es
mío.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
284
—Sí, ¿y qué? — Me las arreglo para parecer civilizado, mientras
detengo mis
deberes de lavado.
—Le dije que iría. ¿Quieres venir conmigo? — No, joder, no quiero
ir, y
ciertamente no quiero que Ana vaya. No la quiero cerca de él. Pero
espera un
minuto Grey, piensa en ello. Si tratas de
prohibírselo, ella va a ir de todos modos.
Sola. Así que es mejor si la llevas, y así te
aseguras de que el hijo de puta, sucio
canalla no llegara a ninguna parte cerca con
ella, ni siquiera a tocarla.
— ¿A qué hora?
—La apertura es a las 7:30 p.m.
Le beso suavemente la oreja, y ejerzo un gran dominio de mí mismo
cuando
tranquilamente le respondo.
—Está bien —. Ves, no fue tan difícil, ¿verdad? —¿Estabas nerviosa
por
decírmelo?
—Sí. ¿Cómo lo sabes?
—Anastasia, todo tu cuerpo se acaba de relajar —. Pero al menos
te lo ha dicho.
Eso es una buena cosa. Está siendo honesta
contigo.
—Bueno, solo pareces ser, eh... un poco celoso —. Oh nena,
realmente no tienes
idea de que tan “celoso” que soy. En una
escala de 1 a 10, probablemente
alrededor de 1.000, estimación conservadora.
—Sí, lo soy. Y harías bien en recordarlo. Pero gracias por
preguntar. Iremos en
el Charlie Tango —. Eso va a hacer la noche un poco más agradable
de todos
modos.
No la dejo que me lave cuando ella me pregunta si puede, pero
suavemente
beso su cuello a modo de disculpa, siento la agitación de otra
erección que
tendremos que atender.
—Pon tus manos en la pared, Anastasia. Te voy a tomar de nuevo —,
murmuro,
habiendo ya decidido hacerlo por detrás en este momento.
Parece que nunca podré tener suficiente de ella.una parte cerca con
ella, ni siquiera a tocarla.
— ¿A qué hora?
—La apertura es a las 7:30 p.m.
Le beso suavemente la oreja, y ejerzo un gran dominio de mí mismo
cuando
tranquilamente le respondo.
—Está bien —. Ves, no fue tan difícil, ¿verdad? —¿Estabas nerviosa
por
decírmelo?
—Sí. ¿Cómo lo sabes?
—Anastasia, todo tu cuerpo se acaba de relajar —. Pero al menos
te lo ha dicho.
Eso es una buena cosa. Está siendo honesta
contigo.
—Bueno, solo pareces ser, eh... un poco celoso —. Oh nena,
realmente no tienes
idea de que tan “celoso” que soy. En una
escala de 1 a 10, probablemente
alrededor de 1.000, estimación conservadora.
—Sí, lo soy. Y harías bien en recordarlo. Pero gracias por
preguntar. Iremos en
el Charlie Tango —. Eso va a hacer la noche un poco más agradable
de todos
modos.
No la dejo que me lave cuando ella me pregunta si puede, pero
suavemente
beso su cuello a modo de disculpa, siento la agitación de otra
erección que
tendremos que atender.
—Pon tus manos en la pared, Anastasia. Te voy a tomar de nuevo —,
murmuro,
habiendo ya decidido hacerlo por detrás en este momento.
Parece que nunca podré tener suficiente de ella.