Finalmente el equipo de
seguridad trabaja en conjunto, así que
ahora tengo fotos de Ana dirigiéndose a cada una de sus
entrevistas, y de más tarde cuando vuelve a su apartamento. Welch
ha conseguido alguna información sobre sus entrevistas, en SIP
quedaron
impresionados con ella, por lo que parece probable que vayan a
hacerle una
oferta, lo que más me agrada que es la compañía que yo preferiría
adquirir.
Aunque todavía estoy en la oficina por la tarde, Anastasia me
cuenta por correo
electrónico que sus entrevistas han ido bien, aunque por supuesto
ya estoy
enterado, pero estoy contento de que ella parece feliz por ello. A
continuación
tenemos algunas de nuestras bromas ingeniosas habituales de correo
electrónico, que mejoran un poco mi estado de ánimo. Por alguna
razón, piensa
que la señora Jones es una ex sumisa mía, claramente no entiende
que nunca
follo con mi personal. Por supuesto, la única excepción a esta
regla sería si Ana
viniera a trabajar para mí, pero ella está firmemente convencida
de que nunca
lo haría. “Ni por todo el té de China”, son sus palabras exactas.
Y
lamentablemente se ha ido de nuevo, prometiendo ponerse en
contacto conmigo
una vez que esté en Georgia.
Tengo fotos de vigilancia de Ana cuando Kate la dejó en Sea-Tac.
Ella
claramente viaja ligera de equipaje ya que ella sólo lleva una
mochila, y
realmente me dan ganas de llevarla de compras para comprarle el
tipo de cosas
que mi novia debe tener. Por lo menos la tengo viajando en
primera clase.
Sin embargo, estoy cabreado cuando me envía un correo electrónico
diciéndome
que le han dado un masaje de espalda en el salón de primera clase
en el
aeropuerto. Sólo espero que se tratara de una mujer masajista. Esa
fue una de
las razones para pasarla a primera clase, y tener un asiento vacío
junto a ella,
de ese modo no tendría a ningún hijo de puta con sus sucias manos
sobre ella.
Tengo que saber quién es el masajista, pero tarda mucho en
contestarme. Y no
me gusta la respuesta que recibo, aunque sé me está vacilando
cuando ella me
informa del buen masaje que un tal Jean-Paul le ha dado. La
próxima vez que
vaya de viaje, será en mi jet privado, sin discusión. La regaño
por usar su
BlackBerry en el avión, y cuando el avión despega a eso de las
diez y media de
la noche, es el último contacto que tengo con ella. Me siento aún
más
despojado ahora, sabiendo que en realidad se ha ido, ha salido
volando al otro
lado del continente. Tengo este sentimiento de vacío horrible en
mi pecho. Es
sólo indigestión, Grey.
Así que ahora vuelvo a mi casa, pensando que no voy a saber nada
de Ana
hasta que aterrice en Savannah. No necesito decirlo, no duermo
bien, y vuelven
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
232
las pesadillas. Las pesadillas sobre ser abandonado, por estar
totalmente solo
en el mundo, sobre el dolor y la tortura. Me levanto y me dirijo a
mi piano, con
la esperanza de que tocar algo tranquilo y conmovedor ayudará a mi
estado de
ánimo.
Por último, alrededor de las cinco de la mañana estoy contento de
recibir un
mensaje de Ana para decirme que ha llegado bien a Savannah, y
luego veo que
ella me escribió durante su escala anterior en Atlanta. Me empeño
en leer el
largo correo electrónico para descubrir que por fin ella se abre
conmigo, ella
expresa sus temores y preocupaciones. También confiesa que el
masajista Jean
Paul era gay, lo que supongo que hace que no sea tan malo. Ella
dice que me
echa de menos. Dice que se siente como una puta cuando me gasto el
dinero en
ella. Dice que tiene miedo de ser lastimada emocional y
físicamente. Ella dice
que necesita un poco de espacio para averiguar lo que “más”
significa para ella.
Me paso horas leyendo y releyendo, y no respondo inmediatamente
tengo que
pensar muy en serio mi respuesta, pero al menos ahora tengo algo
con que
trabajar.
A continuación miro algunas fotos a través del equipo de seguridad
en Georgia,
como si fuera un baile. Muestran que Ana es recibida en el aeropuerto
por un
hombre y una mujer, que supongo son su madre y su padrastro. Ana
parece un
poco emocionada cuando la abraza, y espero que sea sólo el
cansancio y no que
le haya pasado algo que le haya molestado. Luego se dirigen hacia
una
camioneta Tahoe, que al menos parece un coche razonable.
Me imagino que va ir directamente a descansar y dormir, pero una
hora
después recibo unas fotos de ella en algún lugar llamado Tybee
Island beach.
Ella lleva un diminuto traje de baño azul de dos piezas que se ve
jodidamente
provocativo. Preferiría que estuviera encerrada en el interior.
Otros hombres la
están viendo casi desnuda, mientras yo estoy atrapado aquí, a
cientos de
kilómetros de distancia. Por lo menos ella está en la playa con su
madre, así
que es una especie de chaperona, ¿verdad? Pero eso no detiene a
otros hombres
que no pueden apartar los ojos de lo que es mío, lo que debería
ser solo para
mis ojos. Mi humor da un giro hacia lo peor, y me desahogo con
Claude
durante nuestra sesión de la mañana. Creo que se queda un tanto
desconcertado por mi ferocidad.
Cuando vuelvo, me siento y respondo al correo electrónico de Ana.
Dejo de ir
por las ramas y realmente me abro con ella. Le digo que a los
novios ricos les
gusta gastar dinero en sus parejas, y eso no la convierte en una
puta.
Simplemente me da placer, y debe entenderlo como una
redistribución de la
riqueza. La amenazo con concertarle una cita con el Dr. Flynn
debido a sus
problemas de baja autoestima. Le explico que ella no debe tener
miedo del tipo
de relación que quiero, porque es la sumisa la que tiene todo el
poder. Puede
decir que no, al igual que lo hizo en cobertizo, y entonces no
puedo tocarla. Le
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
233
digo lo mucho que quiero compartir mi estilo de vida con ella, que
me tiene bajo
su hechizo, lo preocupado que estoy de que ella haya volado tres
mil millas
para alejarse de mí. Le ofrezco extender la duración de nuestro
contrato de seis
meses, a un año, lo que ella quiera. Le digo que tenemos que ser
honestos el
uno con el otro. Le digo que sólo tiene que ser mi sumisa en el
cuarto de juegos,
y que ha sido ejemplar ahí hasta ahora. Le digo que no quiero
cambiarla por
otra, porque la encuentro estimulante y refrescante. Le digo que
me deje saber
lo que quiere de mí, lo que “más” significa para ella, y que voy a
tratar de
mantener una mente abierta. Le digo que estoy tratando de respetar
su
necesidad de espacio, que se divierta en Georgia. Pero no tanto.
Nunca había escrito un correo electrónico como este antes, y mi dedo
duda
sobre el botón enviar. Entonces pienso a la mierda, y le
doy a enviar.
Luego me dirijo a mi cita con el Dr. Flynn.
~ ~ ~
— ¿Cómo estuvo el congreso, John? — le pregunto, mientras me
siento en el
sofá de cuero verde oscuro como de costumbre.
—Aburrida como el agua estancada en realidad. No es tan fascinante
como tú,
Christian —, me sonríe desde su silla con brazos, y deja el caso
que ha estado
leyendo.
—O por lo menos rentable, con la exorbitante suma que me cobras
para
escuchar mi mierda, supongo que es eso lo que encuentras
especialmente tan
divertido —, se la devuelvo.
Por supuesto, no podría importarme menos lo que me cobra, es sólo
parte de
nuestra réplica de calentamiento. Me gusta que no se lo tome
demasiado en
serio. Pero también sé que se trata de una cubierta, debajo es muy
perspicaz y
astuto, y no se pierde ni un truco.
—Así que, la última vez estuvimos hablando sobre esta chica que
has conocido,
Anastasia, es así. ¿Cómo has ido progresando con esta relación?
Me gusta la forma en la que suena el nombre de Anastasia con su
acento
británico. Me gusta mucho su nombre. Lo único que realmente me
gusta es
ella. Basta, Grey. Madura.
—Todavía sigo bastante confuso para ser honesto. Seguí tu consejo
acerca de
comprometerme, y le he dicho que voy a tratar de darle más, que
quiero que
sea mi novia y mi sumisa, algo que nunca he ofrecido a ninguna
mujer.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
234
—Ya veo. Bueno, eso suena prometedor —, dice sonriendo. — ¿Qué
pasa con su
adaptación a tus necesidades BDSM?
—Hemos jugado una vez en mi cuarto de juegos, y estuvo muy bien,
aunque,
naturalmente, se lo puse fácil.
—Sí, eso fue una sabia decisión dadas las circunstancias, dada su
falta de
experiencia sexual.
—Pero ella todavía dice que soy demasiado intenso, por lo que
ahora se ha
trasladado a cientos de kilómetros al otro lado del país para
visitar a su madre,
porque ella dice que necesita un poco de espacio para pensar en
nosotros.
—Eso no me parece descabellado. Probablemente sensible por su
parte,
significa que de todos modos se está tomando las cosas en serio.
— ¿Eso crees? Pero, ¿Dónde quedo yo? Odio estar lejos de
ella, me siento como
una mierda porque ya la extraño como un loco y no puedo dejar de
pensar en
ella. ¿Por qué necesita irse lejos para pensar? Sin duda, ella
acaba de huir de
mí. Cuando estamos juntos, hay un vínculo sorprendente entre
nosotros, al
menos yo lo siento y estoy bastante seguro de que ella también lo
hace, así que
¿por qué me abandona? Y no es sólo el sexo, a pesar de que es el mejor
que he
experimentado jamás, sin excepción. Incluso le pregunté si podía
acompañarla,
pero ella me rechazó. Estoy jodidamente molesto por sentirme así,
no estoy
acostumbrado a estar así de atolondrado y a todo esto que le está
pasando por
mi cabeza. Soy un Dominante por amor a Cristo, soy yo el que está
destinado a
tener el control.
—Espera un minuto Christian. El hecho de que ella haya decidido
tener un
poco de tiempo para visitar a su madre no quiere decir que te esté
abandonando.
—Bueno, eso es lo que siento.
— ¿Porque a diferencia de todas tus compañeras sumisas anteriores,
se ha
atrevido a seguir adelante y hacer algo en contra de tu voluntad?
—Sí.
— ¿Y no te has sentido así por nadie antes?
—No, nunca, y yo no lo entiendo. Estoy obsesionado ¿Qué diablos
está pasando
conmigo?
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
235
—Así que realmente la echas de menos, quieres estar con ella todo
el tiempo,
no puedes dejar de pensar en ella, y sientes que hay algo especial
entre
ustedes, ¿y aun no te has dado cuenta de lo que significa todo
esto?
— ¿Darme cuenta de qué?
— ¡Oh, vamos Christian, es tan claro como la nariz en tu cara!
—Por el amor de Dios John, ¿De qué demonios estás hablando?
— ¡Christian, te estás enamorando! Estás cayendo de cabeza
sobre los talones
de Anastasia por amor —, declara John, con una amplia sonrisa en
su rostro.
— ¡Mierda! ¡No seas tan jodidamente ridículo! Yo no creo en toda
esa mierda del
“amor”. Bueno, tal vez para otras personas, pero no para alguien
como yo. Mi
corazón fue destruido hace muchos años y yo no soy capaz de
“enamorarme”,
tal y como lo planteas. Creo que he desarrollado simplemente una
obsesión
enfermiza, y eso es para lo que necesito tu ayuda, para superarlo
y controlarlo.
John me mira con aire de suficiencia.
—Cupido ha disparado su flecha directamente a tu supuesto corazón
de piedra,
y ha hecho diana a la primera. No es bueno luchar contra esto
Christian —,
afirma.
—Creo que te estás equivocando, y mucho, creo que no es por eso
por lo que te
pago —. Lo amenazo. El amor es sólo para la gente buena, de
corazón puro, que
lo merecen. Al igual que mi madre y padre.
—Mira sin duda, tuviste una adolescencia muy turbulenta y poco
convencional,
donde básicamente diste de lado a las experiencias normales de la
adolescencia, como por ejemplo enamorarte, por lo que no es de
extrañar que
esto te esté resultando sorprendente. Nunca has afirmado haber
estado
enamorado de Elena, a pesar de tu larga relación con ella,
¿verdad?
—No, el amor es algo que nunca se menciona ni se discute entre
nosotros. No
era ese tipo de relación. Pero si sé que era exactamente lo que
necesitaba en ese
momento, porque fue claro y controlado. Comprendí las reglas, lo
que me
devolvió al camino cuando estaba en peligro de perder totalmente
el control. Y
es precisamente por eso por lo que siempre he tenido un tipo
similar de
relación con mis sumisas desde entonces. Sé que las cosas
funcionan para mí,
cuando todo el mundo sigue las reglas.
—Ah, sí tus reglas. ¿Cómo se siente Anastasia con ellas?
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
236
—Las encuentra difíciles de aceptar. Tiene miedo de ser castigada,
a ser herida,
y yo estoy tratando de demostrarle que tiene que confiar en mí
para saber sus
límites, el dolor realmente se convierte en placer. Pero creo que
con el tiempo,
verá que las reglas están ahí para su beneficio.
— ¿De verdad lo crees? ¿No crees que tal vez son más para tu
beneficio que el
de ella, porque tienes problemas de control? ¿Y el hecho de que
estar
enamorado te está asustando, porque es ajeno a ti, por lo que te
hace sentir
fuera de control?
—Deja toda esta mierda del amor. Si Anastasia supiera la realidad,
el porqué de
mi necesidad de azotar a chicas de melena marrón como ella,
saldría corriendo
a un millón de kilómetros. Así que no hay razón para pensar en
cosas como el
amor. Sólo tenemos que encontrar una manera de hacer que esta
relación
funcione para satisfacer mis necesidades sádicas de una manera que
ella
pueda aceptar. Yo sé lo que pasa si no tengo un válvula, una
salida, lo salvaje y
fuera de control que me convertiría si lo intento y reprimo esa
necesidad que
tengo de castigarla si rompe las reglas.
—Christian, ¿cuántas veces te he dicho que no uses el término
sádico? Puedes
adaptarte y cambiar si realmente lo quieres. El sadismo sexual es
una elección
en la vida, no una enfermedad. Es posible que puedas mirar hacia
el futuro y
desarrollar nuevas formas de canalizar tus sentimientos, si tienes
una
compañera que te ama, pero que no quiere someterse a las
tendencias más
extremas de tu estilo de vida. Al menos Ana ha estado dispuesta a
entrar en tu
cuarto de juegos para experimentar contigo, eso es una buena base
desde la
que trabajar ¿no te parece? Es evidente que ella debe tener
fuertes sentimientos
por ti también —, John insiste.
—Yo soy lo que soy, John. Tengo que ser honesto y pensar por
adelantado
acerca de lo que eventualmente quiero de nuestra relación, incluso
si estoy
dispuesto a tomar las cosas con calma. Esa necesidad siempre va a
estar ahí en
mí, estés de acuerdo con la etiqueta sádico o no.
—Ok Christian. Creo que vamos a tener que dejarlo ahí por ahora.
Pero te pido
que reflexiones seriamente la posibilidad de adaptarte a sus
necesidades con el
fin de estar con alguien a quien amas y que te amé a cambio. Es
una cosa
verdaderamente maravillosa, encontrar a alguien con quien
compartir tu vida.
Créeme, sé de lo que estoy hablando. Soy un verdadero británico,
que estaba
muy felizmente asentado en Londres, con una muy exitosa carrera, y
mi futuro
planeado. Entonces conocí a Rhian. Nos enamoramos profundamente el
uno
del otro, y ella no podía ser feliz en cualquier lugar más que
aquí en Estados
Unidos. Entonces, eso fue todo. Con el fin de estar con ella, tuve
que claudicar
y empezar todo de nuevo aquí en Seattle. No fue fácil al principio,
pero no hay
absolutamente nada de lo que me lamente.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
237
—Escucho lo que dices John. Pero tú eres uno de los buenos, que no
tienes un
alma oscura y depravada como yo. Sólo sé lo que funciona para mí
—, insisto.
—No, Christian. Sabes lo que ha funcionado en el pasado. Sólo
tienes que abrir
tu mente para ver lo que podría funcionar en el futuro, y decidir
dejar todo esto
atrás, y creo que podrías, por una mujer así, por Anastasia. Sólo
prométeme
que al menos pensarás sobre ello. Esta es la tarea para la semana
—, dice
sonriendo, mientras me levanto para irme.
—Está bien, voy a darle unas vueltas a ese pensamiento —, le
prometo, pero no
tengo grandes esperanzas de un gran cambio en mi actitud.
~ ~ ~
Por lo menos ahora el informe del equipo de vigilancia muestra que
Ana está
sana y salva en casa de su madre, probablemente para descansar. Me
pregunto
cuál ha sido su reacción a mi largo correo electrónico. Al final
recibo una
respuesta a las cuatro de la tarde. Y estoy feliz, porque me dice
que le ha
encantado mi largo y locuaz email. Me dice que va a salir a cenar
al club de golf
de su padrastro, y que contestará a mi correo electrónico más
tarde. Y dice que
me echa de menos. Así que debo follar bien, eso espero.
Seguimos durante un rato con nuestro intercambio de correos
ingeniosos y
luego se pone realmente interesante cuando empieza a hablarme de
azotes,
preguntándome quién me azota a mí cuando pongo los ojos en blanco.
Me hace
pensar en los dos momentos deliciosos en los que la azoté, y me
pongo duro
inmediatamente.
Cuando ella dice que tiene que estar lista para salir, me
encuentro a mí mismo
imaginando su cuerpo sexy y hermoso, y me ofrezco a cerrarle la
cremallera de
su vestido. Cuando ella responde que preferiría que lo
desabrochase, me
encuentro con una erección dura como una roca que realmente va a
necesitar
algún tipo de atención, lo cual es difícil, ya que estoy en la
oficina. Se pone peor
cuando me dice que quiere que le desabroche el vestido lentamente,
y estoy
literalmente jadeando sobre mi teclado mientras me visualizo
haciendo
exactamente eso. Como puede tener este efecto sobre mí a más de
tres mil
kilómetros de distancia, maldita sea, es impresionante.
—Ojalá estuviera allí —. Estoy literalmente gimiendo mientras le
escribo.
¿Cómo coño se me ha ocurrido dejar que se vaya?
—Yo también —, responde ella
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
238
Cuando estoy considerando seriamente por primera cerrar la puerta
de mi
oficina para disfrutar de sesión completa de ciber-sexo con ella,
me deja
colgado y frustrado cuando me envía un correo electrónico de
nuevo, diciendo:
—Me tengo que ir. Adiosito, nene.
Estoy un poco más tranquilo después de haber tomado el asunto en
mis manos
en mi sala de descanso ejecutiva para aliviar la tensión que este
encuentro con
Ana me ha dejado.
~ ~ ~
Me estoy preparando para ir a mi encuentro con Elena, cuando
recibo un
correo electrónico de vuelta de Anastasia, ya que acaba de
regresar de su tarde
en el club de golf. Y estamos de nuevo, luchando con palabras, y
creo que
puedo ganar esta vez cuando utilizo la palabra concupiscente. Me
encanta el
hecho de que ella sea una joven inteligente y estimulante.
Me disgusta ver en las imágenes de vigilancia que llevaba el
vestido gris de
cuello halter al club de golf. Me gusta ese vestido porque su
espalda desnuda
queda al descubierto, pero por supuesto no estoy allí para
apreciarlo. Por lo
menos, parece como que el club de golf estaba lleno de hombres
mayores en su
mayoría, como su padrastro, pero ojalá hubiera estado allí para
asegurarme de
que todos se mantuvieran a distancia y nadie la tocara. Su
espalda sedosa es
sólo para que la toque yo. Sin embargo, estoy contento de que ella esté
ahora de
vuelta a salvo en casa de su madre. Esta vez soy yo el que rompe
el contacto
con Ana, para poder ir al encuentro de Elena. Conduzco yo mismo,
porque le
dado la noche libre a Taylor. Sé que he sido un hijo de puta de
malgeniado con
él estos días, pero supongo que es lo que le toca aguantar en
estos momentos.
~ ~ ~
Elena llega justo después de mí a mi club. Ninguno de los dos
llega tarde, otra
de las cosas que me gusta de ella. La miro con confianza mientras
nos
dirigimos a nuestra mesa.
Ella lleva un vestido ajustado negro que muestra su esbelta figura
a la
perfección, con medias negras y altos tacones negros a juego. No
recuerdo
haberla visto nunca vestida con colores, el negro es su firma.
Ella es más alta
que Anastasia, y en general de constitución mayor de todos los
aspectos, como
corresponde a una Dominatrix como ella. Sus pechos grandes se ven
bien para
una mujer de unos cuarenta años, y así debe ser, teniendo en
cuenta que sé
que el año pasado se operó. Como propietaria de la cadena de
salones de
belleza “Esclava”, ella está, por supuesto, arreglada a la
perfección, ni un solo
pelo de su melena rubio platino está fuera de lugar. Su piel es de
un color café
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
239
claro, que en Seattle no puede ser por otra que por el uso de
baños de color o
por cabina de UVA. Creo que elige los baños de color, ya que es
menos
perjudicial para la piel a largo plazo. Está impecablemente
maquillada, lápiz
labial rosa brillante, y sus helados ojos azules acentuados por
las pestañas
postizas. Cuando me pongo de pie para saludarla, ella se acerca y
pone su
mano en mi brazo, y veo sus largas uñas rojas brillantes que me
recuerdan a
las garras. Ella solía usarlas con gran efecto sobre mí en mi
espalda. Cuando
ella besa mis dos mejillas para saludarme, puedo reconocer su
inconfundible,
Chanel Nº 5.
—Christian, cariño, es tan bueno verte —, dice
sonriendo, mostrando sus
dientes blancos y brillantes. Saco la silla para que se siente, y
ella casualmente
coloca su bolso de diseñador en la mesa.
Recuerdo que ella tiene una impresionante colección de bolsos de
diseñador.
También está adornada con joyería cara de diamantes, aretes,
collar, y varios
pedruscos enormes en los dedos. No tengo ninguna duda de que todos
son
genuinos, a Elena nunca se le ocurriría usar cualquier cosa
excepto diamantes
reales.
Cuando yo era un adolescente impresionable de quince años, todo lo
relacionado con Elena gritaba SEXO en mí. Cuando ella me besó y me
abofeteó,
me sorprendió, pero quedé totalmente cautivado al mismo tiempo.
Cuando la vi
en su traje de cuero negro de dominatrix, le entregué el mando tal
y como ella
planeaba que sucediera. Y ella me enseñó todo lo que necesitaba
saber acerca
del sexo. Era dura, incluso cruel, pero yo la entendía, le di la
bienvenida,
incluso. Yo sabía que me merecía cada azote del látigo, cada
bocado duro de su
bastón. Cuando ella me llevó hasta mis límites, y más allá, lo
acepté, porque el
dolor me sentaba bien, me sentaba muy bien. Ella me ordenaba, me
decía todo
lo que tenía que hacer, no me permitía correrme hasta que ella me
daba su
permiso, a sabiendas de que sería imposible para un joven como yo
tener ese
tipo de auto-control. Pero pronto aprendí. He aprendido a
controlar ese y todos
los otros sentimientos salvajes que amenazaban con enviarme a un
camino de
autodestrucción, al igual que mi madre, la puta drogadicta. Ella
me salvó de mí
mismo. Sé que Anastasia no entiende esto, pero así es como yo lo
veo.
Anastasia. Siento una punzada de nostalgia cuando pienso en ella.
Ella es tan
diferente a Elena, de todas las formas posibles, todas las formas
imaginables.
Ella es natural, dulce, suave y amable. Ninguna de estas palabras
podrían
usarse para describir Elena.
— ¿Qué te gustaría comer? — Pregunto, pasándole a Elena en el
menú.
—Oh, por favor, pide por mí, ya sabes lo que me gusta —, afirma,
sin
molestarse en mirar el menú. Miro hacia arriba y el camarero
inmediatamente
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
240
viene a tomar nuestra orden. Eso es lo que espero cuando voy a
comer,
personal bien entrenado. El camarero no molesta flotando en el
codo, pero
discretamente atento para ver cuándo es apropiado acercarse a la
mesa.
—Los dos tomaremos el plato de la nueva temporada espárragos con
huevo de
pato escalfado, parmesano, balsámico y salsa holandesa para
empezar, seguido
de la trucha de mar con puré de coliflor, salsa de frijol y
arveja. Y lo
acompañaremos de una botella de Chassagne-Montrachet, del 2007 si
lo tiene.
Sin postre —. Elena nunca come postre, pero ambos disfrutamos de
un buen
vino francés.
—Muy bien, señor.
—Entonces, ¿por qué no me dejas mirar por encima las cifras de la
cadena
Esclava mientras esperamos la comida? — le sugiero. No me llevará
mucho
tiempo, puedo ver de un simple vistazo lo que necesito saber,
después de años
de experiencia dedicado a las empresas. Es lo que hago.
—Gracias Christian. Te lo agradecería —, me dice, mientras me los
entrega.
Miro el P&L, y la hoja de balance. Todo parece muy saludable y
en buen estado.
—Sólo ten cuidado que no tengas mucho dinero invertido en acciones
antiguas
—, sugiero. —Y la salida de caja para la nueva sucursal del Centro
Bravern
parece haber igualado la provisión hecha para ello, así que todo
está bien. Va a
ser reconfortante ver como las inversiones vuelven al inicio, veo
que te las has
arreglado pata ampliar la base de clientes.
—Sí, por supuesto, la reputación lo es todo en nuestro negocio;
las
recomendaciones verbales entre nuestros clientes exclusivos valen
mucho más
que cualquier campaña publicitaria. Tu madre y tu hermana han sido
de gran
ayuda en la difusión entre su círculo de amigos.
—Mmm. Bueno, como tu socio silencioso, no tengo preocupaciones.
Llega el primer plato, junto con el vino. Lo pruebo, está bien.
Una vez que el
camarero se va, Elena empieza a hacerme preguntas.
— ¿Así que todavía no has encontrado a una nueva sumisa? ¿Deben
haber
pasado dos meses desde que terminó el contrato de Susannah? Es una
lástima
que no funcionara para ti, parecía prometer. Pero un hombre con
tus
necesidades y exigencias extremas no debe pasar demasiado tiempo
sin una
forma adecuada de alivio. Te lo he dicho antes, no es bueno para
ti.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
241
No me atrevo, no sé cómo explicarle lo de Anastasia. Al menos no
tengo que
explicarle a Elena mi necesidad de castigar la desobediencia, mi
necesidad de
azotar a una sumisa si no sigue mis reglas. Sólo ella me entiende
muy bien.
—Bueno, estoy entrenando a una nueva sumisa, más o menos.
— ¿Qué quieres decir, más o menos?
—Conocí a una chica que no sabía nada de BSMD, y estoy
introduciéndola,
entrenándola poco a poco para convertirla en mi nueva sumisa.
— ¡Dios mío, Christian! Le estás dando una oportunidad ¿no? Por lo
general,
contratas a una sumisa muy experimentada que sea capaz de manejar
tu tipo
de necesidades.
—Lo sé, pero la quiero solamente a ella. Anastasia. No
quiero a nadie más. Sé
que sería mucho más fácil reclutar a otra sumisa nueva de la
manera habitual,
pero no estoy interesado. Al principio pensé que parecía un sumisa
natural,
¿así que por qué diablos no? Todo el mundo tiene que empezar en
alguna parte
¿no? Y pensé que moldearla a mi propia manera de hacer las cosas
podrían ser
estimulante y divertido, algo diferente, un nuevo desafío.
—Ya veo. Entonces, ¿cómo lleva esta Anastasia tuya
adaptándose para serlo?
¿Es natural en ella? ¿Te ha aceptado como su dominante? ¿Puede
darte lo que
necesitas? — Puedo ver una mirada de duda en el rostro de Elena.
—Para ser honesto, yo estaba equivocado acerca de su naturalidad
como
sumisa. Ella no es nada de eso, aunque me ha dicho que lo va a
intentar. Y, sin
embargo, no puedo hacer nada por mí mismo, yo realmente la deseo.
— ¿Cómo es ella?
— ¿Anastasia? Ella es una belleza natural, es dulce y encantadora,
pero difícil e
ingeniosa, y sexy como el infierno. Una contradicción real —.
Trato de explicar,
viendo la mirada más bien escéptica de Elena.
— ¿Qué edad tiene? ¿Qué quiere hacer?
—Veintiuno, casi veintidós. Se acaba de graduar de WSU.
Hacemos una pausa mientras retiran los platos, y nos sirven el
plato principal.
Una vez que el camarero se ha retirado de nuevo, continuamos
nuestra
conversación.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
242
—Christian, está seguro de que... bueno odio decirlo, pero eres un
joven muy
rico. Esto... vamos a llamarlo, obsesión tuya con esta
joven. Un ser tan dulce e
inocente podría ser una actriz intentando atraparte, te das
cuenta. ¿Ella dice
ser virgen? Eso puede ser parte de la actuación ya sabes.
— ¡Que me caguen la puta Elena! ¡No soy tonto! Ella era virgen
cuando sucedió,
y no, no fue una actuación. Te lo puedo asegurar. Ella no está
interesada en el
dinero, y ni siquiera le gustan los regalos que le compro. Ella es
sólo una niña
naturalmente hermosa.
No menciono la afirmación del Dr. Flynn “que me he enamorado de
Anastasia”.
Sé cuál sería la opinión de Elena sobre esto. Todavía no estoy
seguro de lo que
hago conmigo mismo. Ella no es una fan de Flynn, en cualquier
caso, ella
piensa que él no entiende la verdadera naturaleza de un dominante
BDSM, ya
que nunca ha estado involucrado en la escena por sí mismo.
—Hmm. Si tú lo dices Christian —. Puedo ver que ella no está
convencida. —
Entonces, ¿Cómo va la formación como sumisa? ¿La has azotado ya?
¿Cómo se
lo ha tomado?
—Me estoy tomando las cosas con calma por el momento. Empezamos
con un
poco de vainilla básico —. Recuerdo muy bien que Elena no se tomó
las cosas
con calma conmigo… Ella me ataba y azotaba desde el principio,
pero era
diferente, realmente lo necesitaba.
— ¿Vainilla? ¿Para un hombre como tú? Christian, tú eres su
dominante por el
amor de Dios, no puedes seguir así. Ella tiene que cumplir con tus
necesidades,
sabes que tienes que establecer las reglas del juego desde el
principio. Hay que
ser honesto con ella, y si eso la asusta, entonces no es para ti,
y tienes que
saberlo más temprano que tarde, sin embargo, puede ser halagador
que te
persiga. Todo esto es sólo una novedad para ti.
—Escucho lo que dices Elena, de verdad, y normalmente así es
exactamente
como funcionaria. Pero es diferente con Anastasia, y de hecho la
vainilla fue
realmente genial tengo que admitir. Dio resultado, porque ella fue
ejemplar en
nuestra escena por primera vez en mi cuarto de juegos. Y yo soy el
que la
persigue, tratando de convencerla de que podemos hacer que esto
funcione.
Está lejos por el momento, se ha ido a visitar a su madre a
Georgia, para que
ella pueda reflexionar sobre todo, sobre nosotros.
— ¿Es porque le has hablado acerca de sus necesidades? ¿Tiene que
salir
corriendo asustada a los brazos de su mamá?
—No lo sé, para ser honesto. Me da miedo que sienta la necesidad
de escapar.
La extraño como un loco, y sólo quiero ir y estar con ella. Pero
creo que podría
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
243
asustarla si la sigo a Georgia, por lo que estoy haciendo mi mejor
esfuerzo para
darle un poco de espacio.
— ¡Tonterías Christian! Si lo sientes con todas tus fuerzas, y
ella es todo lo que
dices que es, entonces ve y sorprenderla con una visita. Pero hay
que ser
totalmente honesto e ir de frente con ella acerca de todas tus
necesidades.
Sabes lo que pasa si tratas de reprimirte, y eso no sería justo
para ninguno de
los dos. Tienes que hacerle entender, no te guardes nada, se
totalmente
honesto y enséñale, demuéstrale lo extremas que son sus
necesidades. Confía
en mí, eso es lo que tienes que hacer, si vas a tener alguna posibilidad
de
seguir adelante con ella, si eso es lo que realmente quieres. Si
ella es la chica
que creo que es, lo aceptará y lo hará por ti.
—Lo sé, sé lo que soy, y que ella tiene que entenderlo todo acerca
de mí —,
suspiro.
—Vuela directo a verla. Pasa algún tiempo con ella. Muéstrale tu
verdadero yo.
Si piensas que podría ayudar, puedo hablar con ella, tal vez
incluso ayudarte a
entrenarla cuando vuelvas. Yo podría enseñarle como ser una sumisa
realmente buena para ti. Si realmente estás seguro de que es lo
que quieres, te
voy a dar todo mi apoyo.
Miro a la dura cara de Elena. Tan diferente a la de Ana.
—Gracias por la oferta, lo voy a tener en cuenta, pero creo que
tengo las cosas
en la mano. Y tal vez voy a sorprenderla con una visita. ¿Crees
que realmente le
gustaría eso? Ella me dijo que me extrañaba y deseaba que
estuviera allí.
— ¿Ves? ¿Qué te dije? Simplemente hazlo Christian —, me urge.
Así que cuando vuelvo de mi cita para cenar, saco a Taylor de su
noche libre,
ya que lo necesito con urgencia. Porque he tomado mi decisión. Me
he decidido.
Voy a Georgia para ver Anastasia, tan pronto como pueda lograr
arreglarlo
todo.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
244
Capítulo 23
E
stoy tranquilamente escondido en el rincón más alejado de la
barra, tomando mi bebida. Fue un golpe de suerte que la CPO
femenina del equipo de seguridad siguiera a Anastasia y a su
madre hasta el baño cuando salieron de compras hoy, y las
escuchara
discutiendo dónde ir para tomar algo esta noche. Al final, su
madre se
comprometió a traer a Ana a tomar unos cócteles al bar "Rocks
on the Roof" de
uno de los hoteles más exclusivos de Savannah, ‘The Bohemian’.
Así que, por supuesto, este es el hotel en el que he reservado. Ya
he cenado, y
luego me dirijo a la barra una vez que sé por los elementos de
seguridad que
Ana y su madre están en camino. Después de haber volado a través
del
continente con el fin de estar con Ana, ahora quiero estar en el
mismo lugar,
para estar tan cerca de ella tanto como me sea posible, a pesar de
que he
decidido que debo darle el tiempo con su madre que ella quiere. Acosador
extraordinario.
Sólo tengo que verla en persona, incluso en la distancia, pero el
plan no es
hacerle saber que estoy aquí hasta que le haga una visita sorpresa
mañana por
la mañana. Aunque si la sorpresa que he enviado a organizar Taylor
sale, voy a
tener que cambiar estos planes. Me pasé un montón de tiempo en el
vuelo de
hoy pensando en lo que puedo hacer para demostrarle a Ana que le
digo en
serio lo de querer “más” de ella, y se me ocurrió algo que espero
que podemos
compartir y disfrutar juntos, algo que no esté sexualmente
motivado.
En secreto, veo como Ana y su madre beben sus cosmopolitans y
hablan
animadamente. Realmente espero que Elena tenga razón, y que
Anastasia vaya
a estar contenta de que yo esté aquí. Como mujer, supongo que
Elena sabe más
de estas cosas que yo, así que estoy poniendo mi fe en su juicio.
No mucho tiempo después de mi llegada a Georgia, respondo al más
reciente
correo electrónico que Ana me ha enviado, mientras estaba volando
hasta aquí,
interrogándome acerca de mi cena de anoche. En mi respuesta,
confirmo que
efectivamente tenía la cena con Elena, la señora Robinson, como
ella la llama.
Cuando su madre desaparece hacia el tocador, veo Ana rápidamente sacar
su
BlackBerry del bolso, y estoy esperando mi ansiada respuesta. Miro
a ver la
expresión de su rostro mientras ella lee mi correo electrónico, y
me pregunto si
ella se dará cuenta de que ha sido enviado desde la misma zona
horaria en la
que ella está, EST.
Su reacción facial a mi correo electrónico no es buena,
probablemente no ayuda
el hecho de que ella ya está tomando su segundo Cosmopolitan. Yo
suspiro de
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
245
frustración. ¿Cuándo aprenderá que ella debe cuidar de su consumo
de
alcohol, ya que su nivel de tolerancia es muy bajo? Eso sí, su
madre ya se
encuentra en su tercero, por lo que no le está dando un buen
ejemplo.
Veo su furia al escribir una respuesta en su BlackBerry, y estoy
sorprendido
por el tono amargo cuando lo recibo en mi BlackBerry. “Una VIEJA
compañera
para cenar”, ha puesto en el asunto.
Bueno, supongo que para ser justos, Elena tiene la misma edad que
la madre
de Ana, que tiene cuarenta y dos, como revelaron las
verificaciones de
antecedentes. Lo que significa que tuvo a Ana joven, cuando tenía
la misma
edad que Ana tiene ahora. Es probable que fuera un embarazo no
planeado.
¡Que estúpido fue eso! No hay ninguna razón para un embarazo no
planeado
para cualquiera que tenga la más mínima inteligencia. Lo que me
recuerda a
comprobar si Ana tiene su período esta semana, ya que sé que le
toca. Nosotros
no hemos corrido ningún riesgo, pero quiero estar seguro mientras
aún esté a
tiempo para tratarlo, si sufriéramos una desafortunada rotura del
preservativo.
Nunca dejo al azar algo tan importante, esa es mi filosofía.
He leído las palabras cáusticas sobre Elena en su correo
electrónico de nuevo:
- Ella es más que una vieja amiga.
-¿Ha encontrado otro chico adolescente al que
hincarle el diente?
-¿Estás demasiado viejo para ella?
-¿Es esa la razón por que su relación terminó?
No estoy del todo contento con esta reacción. Tengo que hablar con
ella. Está
claro que realmente no entiende nada en absoluto de mi relación
con Elena, y
no quiero dejarla pensando sobre esto toda la noche. Por supuesto,
el hecho de
que estoy ansioso por verla, sólo para tocarla, puede estar
influyendo en mi
proceso de pensamiento, porque sé que estoy buscando una excusa
para verla
ahora mismo, en este instante. Ya me siento mejor, más tranquilo,
sabiendo
que ella está al alcance. Cuando veo a las damas ordenar otra
ronda de
bebidas, decido que es hora de enviarle un nuevo correo
electrónico en
respuesta.
¿Cuantos Cosmopolitans vas a beber?
Observo con cierto regocijo como gira su cabeza y echa un vistazo
nerviosamente alrededor de la barra, después de haberse dado
cuenta de que
eso significa que en realidad estoy aquí. Pero estoy tan bien
escondido, que ella
no me ve hasta que me dirijo a su mesa. Sólo espero que no haya
estropeado
las cosas siguiéndola hasta aquí. Ella se negó de primeras cuando
le pregunté
si podía venir con ella, y sin embargo, aquí estoy. Pero me aferro
al hecho de
que ella dijo que me extrañaba y que deseaba que yo estuviera
aquí.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
246
—Hola —, dice ella, claramente muy sorprendida de verme. ¿Pero
contenta?
—Hola —, le respondo, mientras me inclino para besarla en la
mejilla dulce y
suavemente. Sí, ella todavía huele tan bien como siempre, a pesar
de que ha
estado bebiendo.
—Christian, esta es mi madre, Carla —, nos presenta Ana
cortésmente. Me
gusta esto. Aprecio los buenos modales, me educaron para conservar
siempre
las buenas formas.
Dirijo mi atención a su madre. Veo que es una mujer atractiva, que
parece
mucho más joven de la edad que tiene. Ana ha heredado de su madre
su
construcción delgada, pero el pelo de su madre es más claro, y sus
ojos son de
color avellana. Ana debe haber heredado su cabello más oscuro y
castaño, y
sus impresionantes ojos azules de su fallecido padre, supongo.
Como parece que Ana tiene una relación estrecha con su madre,
decido que
sería prudente conseguir ponerla de mi lado, tal como lo hice con
su padrastro,
Ray. Así que utilizo al completo el encanto de Christian Grey que
por lo general
tiene a la mayoría de las mujeres comiendo de mi mano y
desvaneciéndose a
mis pies. Hay algunas ventajas de ser considerado buen mozo,
aunque sé que
es sólo una reacción estúpida y superficial a mis características
físicas, no a la
persona real en su interior. Pronto se daría cuenta de que esta
persona es
horriblemente fea y deforme, si de verdad pudieran ver en mi
interior.
—Sra. Adams, encantado de conocerla —, le sonrío, mientras le
tiendo la mano.
Funciona a las mil maravillas, observo con cierta satisfacción
como su
mandíbula cae abierta.
—Christian —, responde ella sin aliento mientras me estrecha la
mano, y veo
una mirada de irritación de Ana ante esta reacción.
— ¿Qué estás haciendo aquí? — me dice. No es la respuesta que
estaba
esperando. Parece enojada conmigo.
—He venido a verte, por supuesto. Me hospedo en este hotel —, le
respondo con
toda la calma que puedo.
— ¿Te hospedas aquí? — Me pregunta con incredulidad.
—Bueno, ayer dijiste que deseabas que estuviera aquí —.Lo
hiciste, de verdad.
Ella me mira con la cara petrificada.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
247
—Estamos para complacerte, señorita Steele —. Por favor, no
seas así. Deberías
estar contenta de verme.
— ¿No te gustaría unirte a nosotras para tomar una copa,
Christian? — Me
pregunta la madre de Ana mientras llama al camarero.
—Voy a tomar un gin-tonic. Hendricks si lo tiene, o Bombay
Sapphire. Pepino
con el Hendricks, o lima con el Bombay —. Veo que Ana me mira
extrañada.
Soy muy específico sobre cómo me gusta el Gin Tónic. ¿Qué hay de
malo en
eso? Esa es la ventaja de llegar a un buen hotel como este, saben
la manera
correcta de servir cada marca.
—Y dos Cosmos más, por favor —, añade Ana desafiante. Yo frunzo el
ceño,
pero lo dejó pasar. No quiero que empecemos con una pelea.
—Por favor, trae una silla, Christian —, su madre me invita con
una sonrisa.
—Gracias, señora Adams —. Recuerdo su último apellido de casada,
después
de haber refrescado mi memoria hoy al volver a leer los detalles
de la
verificación de antecedentes.
Tomo una silla y me siento al lado de Ana, estúpidamente
emocionado sólo por
estar cerca de ella otra vez. Y puedo sentir ese tirón, ese
zumbido eléctrico entre
nosotros. Siempre está ahí.
— ¿Así que te estas hospedando en el hotel donde estamos bebiendo?
— Ana
me pregunta con recelo.
—O bien, ustedes están bebiendo en el hotel en el que me yo me
hospedo —,
respondo. Bueno, es una especie de verdad, ¿no es así?
—Acabo de terminar de cenar, vine aquí, y te vi. Estaba distraído
pensando en
tu reciente correo electrónico, y levanto la vista y ahí estabas.
Toda una
coincidencia, ¿no? — Le ofrezco una pequeña sonrisa para
convencerla de que
mi historia de mierda es plausible. Bueno, podría ser verdad. No
es más que
una pequeña mentira piadosa. Ella sabe lo básico. Ella no tiene
por qué saber
que la tengo bajo vigilancia. Todo por su propio bien, por
supuesto.
—Mi madre y yo fuimos de compras esta mañana y a la playa por la
tarde. Nos
decidimos por unos cócteles esta noche —, murmura. Y, por
supuesto, sé que
me está diciendo la verdad, porque el equipo de seguridad me ha
mantenido
informado. Lo primero que hice cuando aterrizamos fue ponerme al
día en sus
informes. Taylor tenía razón, él operativo femenino es muy eficaz
e
impresionante. Estoy satisfecho con sus informes muy detallados,
por lo que
creo que puede haber conseguido hacerse de un bono por su
excelente trabajo.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
248
— ¿Compraste esa blusa? — Le pregunto a Ana inocentemente,
sabiendo muy
bien que lo hizo, después de haber visto la foto de vigilancia con
la camisola de
seda verde en la tienda. Pensé que le sentaría bien, y así es. —El
color te
favorece. Y has cogido algo de sol. Estás preciosa —. Siempre
te ves preciosa.
Estoy contento al ver que se sonroja. A ella le importa lo que
pienso. Bien.
—Bueno, iba a pasar a visitarte mañana. Pero aquí estás —. Tomo su
mano y la
aprieto suavemente, pasando la mano por los nudillos. Ya han
pasado casi tres
largos días desde que tuve contacto con ella, y es todo lo que
puedo hacer para
controlar el impulso de agarrar su mano y tirar de ella a mis
brazos. La
necesito. Desesperadamente. —Yo pensé que te iba a sorprender.
Pero como
siempre, Anastasia, tú me sorprendes al estar aquí.
La madre de Ana me está mirando. Recuerdo que Ana no ha tenido un
novio
antes, así que todo esto debe ser una experiencia nueva para ella.
Estaba
decidido a darles tiempo juntas. ¿Qué hay de malo en que una chica
pase
tiempo con su mamá? Tiene suerte de tener una madre cariñosa
después de
todo, incluso si parece un poco loca.
—Yo no quiero interrumpir el tiempo que estás pasando con tu
madre. Voy a
tomar una copa rápida, y luego me retiro. Tengo trabajo que hacer
—, le
prometo a Ana. Y eso es verdad, tengo trabajo para poner al día.
He justificado
este viaje a mí mismo sobre la base de las oportunidades de varios
negocios que
he encontrado que vale la pena investigar en esta región. Y como
siempre, tengo
numerosas llamadas y correos electrónicos para responder.
—Christian, es un placer conocerte, finalmente —, dice la madre de
Ana. —Ana
ha hablado con mucho cariño de ti —. Espero que esto sea cierto. Y
está claro
que ella ya le ha hablado de mí, así que eso es bueno.
— ¿En serio? — le sonrío. Me pregunto exactamente qué es lo que
ella le ha
dicho. De alguna manera, no creo que le haya dicho a su mamá
que te gusta
golpear y azotar a chicas como ella, Grey.
El camarero trae las bebidas, satisfecho de sí mismo porque tiene
la Hendricks.
Es tu trabajo, idiota.
— ¿Cuánto tiempo estarás en Georgia, Christian? — Me pregunta la
madre de
Ana.
—Hasta el viernes, señora Adams.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
249
Mi plan es que Ana vuele de vuelta conmigo en mi jet privado.
Entonces el fin
de semana lo pasará conmigo según lo acordado, y me acompañará a
la gala
del sábado por la noche. Espero que le guste el regalo sorpresa de
los
pendientes de diamantes que mande a hacer en Cartier para ella con
mi diseño,
ella no tiene ninguna joya de calidad, y quiero rectificar eso.
Este será el
primero de muchos regalos espero, si acepta este graciosamente.
— ¿Quieres cenar con nosotros mañana por la noche? Y por favor,
llámame
Carla.
—Me encantaría, Carla —. Esto me dará la oportunidad de conocer a
Robbin,
conocido como Bob, otro de sus padrastros, ya que ya he conocido a
Ray.
—Excelente. Si ustedes me disculpan, tengo que visitar el tocador
—. Me doy
cuenta de que ella nos está dando un poco de espacio, porque sé
que acaba de
estar en el tocador. Buen movimiento, Carla, te lo agradezco.
—Entonces, ¿estás enojada conmigo por cenar con una vieja amiga? —
Levanto
su mano hasta mis labios y le beso suavemente los nudillos.
—Sí —, Ana murmura, y puedo decir por su respiración errática que
está
deseando que la toque tanto como yo estoy anhelando el contacto
entre
nosotros.
—Nuestra relación sexual terminó hace mucho tiempo, Anastasia. No
quiero a
nadie más que a ti. ¿No te has dado cuenta de eso todavía? — Ni
siquiera
puedo pensar estar con nadie más. Eres tú nena. Sólo tú.
Ella parpadea.
—Pienso en ella como una pederasta, Christian—, me dice
tímidamente. ¡Ey!
Esa es una reacción extrema.
—Eso es muy crítico. No fue así —, le susurro, y le suelto la mano
ante la
sorpresa de sus palabras.
— ¿Oh, como fue entonces? Ella se aprovechó de un vulnerable niño
de quince
años. Si hubiera sido una chica de quince años de edad, y la
señora Robinson
un señor Robinson, tentándole a un estilo de vida BDSM, ¿habría
estado bien,
si se tratara de Mia, por ejemplo?
Estoy conmocionado por la esencia misma de ese pensamiento. Si
alguien
hubiera puesto alguna vez un dedo en mi hermanita, lo habría
matado. En
serio, lo habría descuartizado. Pero eso es diferente. Ella nunca
ha hecho nada
para merecer ser tratada de esa manera.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
250
Ella tiene un corazón perfecto, es tan dulce y pura e inocente. A
diferencia de
mí. Tenía que ser controlado y merecía ser castigado.
—Ana, no fue así —. Protesto. Ella me mira. Supongo que no puedo
discutir
sobre cómo lo ve ella. —Está bien, no pienso que fuera así. Ella
era una fuerza
para el bien. Era necesaria —.Ana me mira desconcertada.
—No lo entiendo —. No, porque no sabes las sórdidas
profundidades de mi
retorcida alma negra.
Si esto se va a convertir en una discusión, tal vez ha sido un
error haber
venido.
—Anastasia, tu madre estará de regreso en breve. No me siento
cómodo
hablando de esto ahora. Más tarde, tal vez. Si no me quieres aquí,
tengo un
avión en stand-by en Hilton Head, me puedo ir —. Se está yendo
todo al
garete. Mierda.
—No, no te vayas. Por favor. Estoy encantada de que estés aquí.
Sólo estoy
tratando de hacerte entender. Estoy enfadada porque tan pronto
como me fui,
saliste a cenar con ella. Piensa en cómo te sientes cuando estoy
en alguna parte
cerca de José. José es un buen amigo. Nunca he tenido una relación
sexual con
él. Mientras que tú y ella...
— ¿Estás celosa? — Momento brillante. Su reacción de
repente tiene sentido.
Finalmente lo entiendo. Esto lo puedo entender y relacionar. Yo
realmente no
creo que pudiera ni siquiera pensar si Anastasia tuviera una
historia anterior.
Sólo el pensamiento de José sosteniéndola en sus brazos es
suficiente para
enviarme a una furia ciega si me dejo llevar por ello. Pero si
ella está celosa,
muestra que le importo, que ella es posesiva conmigo. Esto me
gusta. ¡Claro
que sí!
—Sí, y enfadada por lo que te hizo.
—Anastasia, ella me ayudó. Eso es todo lo que diré al respecto. Y
en cuanto a
tus celos, ponte en mi lugar. No he tenido que justificar mis
acciones a nadie en
los últimos siete años. No desde que rompí con Elena. Ni a una sola
persona.
Hago lo que quiero, Anastasia. Me gusta mi autonomía. No fui a ver
a la señora
Robinson para molestarte. Fui porque de vez en cuando vamos a
cenar. Ella es
una amiga y una socia de negocios.
Miro a ver cómo reacciona ante esta información. Me doy cuenta de
que ella
necesita cierta seguridad de que no estoy teniendo una aventura,
no estoy
acostándome con otra mujer.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
251
—Sí, somos socios. El sexo ha terminado entre nosotros. Hace años.
— ¿Por qué termino su relación? — Carajo. Esto no va a sonar muy
bien.
—Su marido se enteró.
Y le dio una paliza a Elena por ello. Lo extraño fue que Elena no
presentara
cargos en su contra, a pesar de las terribles heridas que le
infligió. Era casi
como si se congratulara de que finalmente le prestara algún tipo
de atención,
que se hubiera dado cuenta de que existía. Quería matarlo, pero
Elena insistió
en que tenía que alejarme de él, que había otras maneras de
conseguirlo. Así
que todavía estoy esperando mi momento, y si alguna vez surge la
oportunidad
no dudaré en cortarle las pelotas, lenta y dolorosamente.
Pero no es así como yo preveía pasar mí encuentro con Ana,
recordando todo
aquella mierda de siempre.
— ¿Podemos hablar de esto en otro momento, en algún lugar más privado?
—No creo que alguna vez me convenzas de que ella no es algún tipo
de pedófila
—, insiste tercamente.
—Yo no pienso en ella de esa manera. Nunca lo he hecho. ¡Eso es
suficiente! —
Le digo bruscamente. Esto no es lo que yo había planeado para esta
noche.
¿Por qué no acaba de dejar la mierda en paz?
— ¿La amabas? — ¿Qué?
— ¿Cómo les va a ustedes dos? — Somos interrumpidos por el regreso
de la
madre de Ana, así que nos sentamos de vuelta en nuestras sillas,
tratando de
actuar como si todo fuera perfectamente normal entre nosotros.
—Bien, mamá —, le asegura Ana.
Tal vez esto ha sido una mala idea, llegar cuando ella estaba un
poco bebida.
Decido cortar por lo sano e irme tan pronto como termine mi
bebida. Miro a
Ana, y puedo ver que ella sigue pensando en todo esto, Elena otra
vez en su
mente. El exceso de pensamiento otra vez. Quizás nunca debí
haberle dicho
nada de esto, pero en mi corazón sé que lo mejor es ser franco y
abierto sobre el
tema. Excepto por la parte muy oscura. No puedo decirle eso. Este
soy yo.
Cincuenta sombras consumiéndome.
—Bueno, señoras, las voy a dejar por esta noche —. Estoy contento
de ver que
Ana se decepciona con mi declaración. —Por favor pongan estas
bebidas en mi
cuenta, habitación número 612. Te llamaré por la mañana, Anastasia.
Hasta
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
252
mañana, Carla —. Dejo caer una pequeña pista para Ana, por si
acaso se siente
inclinada a venir a buscarme después, pero estoy bastante seguro
de que le he
dado cosas para pensar esta noche. Y ella está con su madre, por
el amor de
Dios. No tienes ni una esperanza en el infierno, Grey.
—Oh, es tan bueno saber que alguien use su nombre completo —, su
madre
sonríe.
—Un nombre precioso para una chica hermosa —, Estoy de acuerdo,
con obvio
gran placer de su madre cuando nos damos la mano.
Me levanto y Ana me mira. Me inclino hacia abajo y gentilmente la
beso en la
mejilla.
—Hasta pronto nena —, le susurró al oído. ¿Por favor? Entonces
me voy,
decididamente sin mirar atrás.
~~~
De vuelta en mi habitación, me obligo a concentrarme en el
trabajo. Configuro
mi MacBook, reviso el estado de algunos contratos, a continuación
respondo a
todos los correos electrónicos urgentes. Luego me llama Ros para
obtener una
actualización en varios de los acuerdos más importantes de los que
se está
encargando. Parte de la razón de mi éxito es el hecho de que he
formado un
equipo fuerte y de confianza a mí alrededor, pero aun así, no
importa lo que
esté pasando en mi vida privada, siempre tengo mi dedo en la
llaga. Fanático
del control en todas las áreas de mi vida.
Tal vez fue un error seguir a Ana aquí, a Georgia, si lo único que
vamos a hacer
es hablar de Elena. Pero al final, simplemente no pude evitarlo,
me iba a volver
loco en Seattle. No me siento bien cuando está tan lejos de mí.
Tal vez mañana
podamos empezar de nuevo, sobre todo si Taylor ha conseguido hacer
los
arreglos que le pedí.
Me perturba un golpe suave en la puerta, así que me acerco a
abrirla mientras
sigo hablando con Ros.
Para mi gran sorpresa, es Anastasia. Una vez que consigo superar
el shock
inicial, le hago señas apresuradamente para que entre mientras
sigo al teléfono.
Lo mejor es tener todos estos asuntos ordenados en primer lugar,
para que yo
pueda concentrarme totalmente en Anastasia. Estoy más allá de
emocionado
por este giro de los acontecimientos. Ella está aquí. Conmigo.
Sola en esta
suite.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
253
Rápidamente decido adelantar los planes y preparativos que tenía
en mente
para nosotros mañana, con la esperanza anticipada de que Ana
estará
receptiva a mi presencia aquí.
Pero necesito unos minutos primero. Mientras continúo discutiendo
asuntos de
trabajo con Ros, le muestro Ana el mini bar, indicándole que ella
puede servirse
lo que quiera. Ella está segura aquí conmigo, no me importa si
está un poco
borracha, va a estar más relajada. Entonces me dirijo hacia el
baño, dejo correr
el agua para llenar la bañera, y enciendo las velas que había
pedido que
colocaran alrededor. Me encanta la luz de velas, es tan suave y seductora.
Deambulo de nuevo por la sala principal, a la vez que sigo en el
teléfono móvil,
mientras arreglo las últimas cosas con Ros. Veo que Ana se ha
servido jugo de
naranja, así que le entrego un vaso y el cubo de hielo.
—Hay una parcela de tierra aquí que me interesa... Quiero ver lo
que Georgia
ofrece si nos movemos aquí... Si los incentivos son lo
suficientemente
atractivos. Creo que deberíamos considerarlo, aunque no estoy
seguro sobre el
maldito calor aquí... Estoy de acuerdo en que Detroit tiene sus
ventajas
también, y su clima es más fresco... ¿Por qué? Haz que Bill me
llame mañana...
No demasiado temprano —. Cuelgo, y vuelvo mi atención a Anastasia.
Estamos de pie y nos miramos, un tanto inseguros de cómo están las
cosas
entre nosotros.
—No has respondido a mi pregunta—, finalmente murmura, mientras me
mira
fijamente a los ojos, al parecer en busca de algo.
—No, no lo hice —, le respondo en voz baja. Mierda, ella sigue
insistiendo en lo
de Elena.
— ¿No, tu no has contestado mi pregunta o no, que no la amabas? —
Ella
persiste.
¿Amor? ¿Elena? Eso nunca fue parte de nuestro acuerdo. Ella piensa
que el
amor es para los tontos estúpidos, idiotas, románticos e
idealistas. Ella cree en
lo que escucha de sus necesidades físicas, que sólo los aspectos
físicos del
deseo humano son reales y no imaginarios. Follar. No hacer el
amor. Nada más
para confundir o contaminar los placeres físicos de la carne. Y
ella sabe todas
las formas imaginables para maximizar los placeres, y ella me
enseñó todos y
cada uno en detalles.
Al ver la mirada inconfundible del deseo en los ojos de Ana, se me
ocurre que
tal vez toda esta mierda de Elena es sólo una excusa, una razón
para que
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
254
viniera a buscarme. Eso me agrada. Joder, lo sabía, ella siente el
mismo tirón
que yo, el magnetismo puro entre nosotros.
— ¿Qué estás haciendo aquí, Anastasia? — Le pregunto, sintiéndome
mucho
más feliz ahora que he entendido las cosas.
—Lo acabo de decir —. Ella es terca. Ella quiere un pedazo de
carne. Ella quiere
oírme decirlo. Así que tomo una respiración profunda y salen las
palabras.
—No. No la amaba. — ¿Qué es todo este alboroto acerca de la
palabra “A” de
todos modos? De hecho, ¿qué es todo el alboroto sobre el amor en
general,
como toda esa mierda con la que Flynn salió del enamoramiento?
Hombres
jodidos como yo no nos enamoramos. Fin de la historia. Sólo he
desarrollado
una obsesión, una obsesión que me ha llevado a dejarlo todo y
volar cientos de
kilómetros con la remota posibilidad de que esta joven estuviera
encantada de
verme.
Pero al menos puedo ver que Ana por fin se ha relajado ahora que
le he dicho
que yo no amaba a Elena. Así que a ella le importa. Realmente le
importa.
Siento una sensación de calor, que se difunde en mí. Debe ser el
calor
miserable de Georgia que llega, incluso a la habitación con aire
acondicionado
del hotel.
—Eres toda una diosa de ojos verdes, Anastasia. ¿Quién lo hubiera
pensado? —
Le tomo el pelo. Pero me gusta. Me gusta que ella esté celosa.
— ¿Te estas burlando de mí, señor Grey?
—Yo no me atrevería —, Niego con la cabeza hacia ella. Oh, esto
va a ser
divertido, señorita Steele. Me deseas tanto
como yo te deseo. Estamos iguales. Es
hora de seguir adelante con las cosas. Follar
un poco mucho es lo que
necesitamos.
Mi BlackBerry zumba de nuevo, pero yo lo apago. Sé que he tratado
con las
cosas importantes, por lo que el resto puede esperar.
~ ~ ~
Creo que voy a hacer que se instalen unos espejos en mi cuarto de
juegos. No
puedo creer que esto no se me haya ocurrido antes. Es tan erótico
mirarnos en
los grandes espejos en el cuarto de baño. Es como si yo fuera
voyeur, así como
participante. Veo a Ana en todo su esplendor completamente desnuda
desde
varios ángulos, cuando la toco, cuando veo sus reacciones a mi
tacto, a su
propio toque.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
255
No me importa que ella esté sangrando. No marca ninguna diferencia
para mí,
no soy aprensivo, es sólo otro fluido corporal. Elena me enseñó
todo sobre el
sexo anal, y si has experimentado y puedes manejar el anal y todo
lo que ello
conlleva, todo lo demás es fácil en comparación.
Y me alegro de que Ana tenga su período. Eso significa que no está
embarazada. Esto significa que puede empezar a tomar la píldora. Y
lo mejor de
todo, eso significa que no tengo que usar un condón de mierda, por
fin. Pero
dadas las circunstancias, follar en el baño va a ser mejor que en
la cama. No
me gustan las sábanas sucias, y prefiero no tener que llamar a
servicio de
habitación para hacer que vengan a cambiarlas.
Rápidamente desnudo a Ana, y mientras me arrodillo detrás de ella
para
quitarle los jeans y las bragas, la hago jadear cuando soy incapaz
de resistirme
a morder suavemente su delicioso trasero, perfecto.
—Mírate. Eres tan hermosa —, le susurro mientras me pongo de pie y
hago uso
de sus manos entrelazadas con las mías para acariciar su cuerpo.
—Siente la
suavidad de tu piel. Siente cuan llenos están tus pechos —. Todo
el tiempo, nos
vemos juntos en el espejo humeante. Es tan increíblemente sexy, y
veo como
gime mientras la toco y juego con sus pezones sensibles.
Trato de conseguir que ella se siga acariciando y jugando mientras
miro, pero
ella se tambalea, claramente inquieta y carente de confianza sobre
su cuerpo.
No entiendo por qué no se da cuenta de lo verdaderamente hermosa
que es.
Pero está más que feliz de dejar que yo siga, de buen gusto lo
hago.
Rápidamente me quito mi ropa y empujo mi erección contra ella, y
arrastro mis
labios a través de la suave piel de sus hombros y el cuello,
mordiéndola y
chupándola suavemente. Dios, se siente tan fantástico. ¿Cómo voy a
tener
suficiente de ella?
Arrastro mi mano más abajo suavemente tentándola, pero mi
necesidad de ella
es tan urgente que no me detengo, en lugar de eso giro alrededor
de ella para
besarla profunda y apasionadamente.
La parte sensible, lógica de mi cerebro todavía está funcionando,
así que no
olvido confirmar los datos antes de llevar las cosas más lejos.
Pero todo está
bien, ella comenzó su período de ayer, ha tomado la píldora, y no
tiene cólicos.
—Apóyate en el lavabo —, le ordeno. Empujando sus caderas hacia
atrás, y
luego tiro de la cuerda del tampón. Un tirón rápido, entonces lo
arrojo en el
inodoro. Y ahora, por fin llego a disfrutar de follarla
correctamente, sin condón.
Me aferro a las caderas de Ana cuando se agacha para agarrar el
lavamanos, a
continuación, entro en ella, disfrutando de la sensación de su
estiramiento para
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dar cabida a todo lo que soy, todo el camino, muy dentro de ella,
mientras
ambos gemimos a causa el inmenso placer que sentimos. Casi no lo
habría
creído posible, pero sin condón como barrera, se sintiera aún más
jodidamente
increíble. Encajamos perfectamente. Puedo apreciar cada pequeño
roce y
pequeña ondulación de su tersura bien caliente acariciándome y
chupando mi
polla. Esto es el cielo puro. El cielo para mi polla.
Me muevo lentamente hasta que estoy seguro de que está bien con
esto, pero
cuando siento que se está empujando contra mí con avidez me
entierro aún
más profundamente dentro de ella, sé que me puedo dejar ir. Mi
necesidad es
tan desesperada, tan urgente, que no tenemos mucho tiempo, así que
hago
círculos para masajearla. Yo acelero el ritmo para machacar en su
interior,
estableciendo un ritmo que le da la bienvenida al castigo cuando
se trata de
moler aún más fuerte contra mí. Inclino las caderas para
satisfacerla, y eso es
suficiente para enviar a Ana a su clímax. Siento sus entrañas
mágicamente
apretadas y apretando alrededor de mi polla, mi recompensa por su
clímax, mi
señal para dejarme ir, mientras la estrecho con fuerza contra mí
en medio de
mi orgasmo.
— ¡Oh, Ana! Oh, nena, voy a conseguir lo suficiente de ti —, gimo
cuando me
libero dentro de ella. La intensidad de mi necesidad de ella me
consume, me
abruma, me asusta, me emociona. Nos hundimos lentamente en el
suelo, y yo
la sostengo en mi regazo mientras hundo mis brazos alrededor de
ella. Ella es
mía. Sólo mía. Ella me pertenece.
Después de tomar unos minutos para recuperarme, le sugiero que
tomemos un
baño. Ahora que nos levantamos, la veo mirando fijamente las
cicatrices en mi
pecho. Me siento incómodo con su escrutinio, y sabiendo lo
inquisitiva es su
mente, no me sorprende cuando empieza a preguntarme acerca de
ellos.
—Tus cicatrices, no son de la varicela —, susurra.
—No, no lo son —, le contesto bruscamente. —No me mires así.
Yo realmente no quiero hablar de esto, no aquí, no ahora, de hecho
nunca.
— ¿Te lo hizo ella? — susurra.
— ¿Ella? ¿La señora Robinson? Ella no es un animal, Anastasia. Por
supuesto
que no. No entiendo por qué sientes que tienes que demonizarla.
Por el amor de Dios ¿no pensara seriamente en que Elena haría algo
como eso?
Está bien, quizás ella me azotara y lo hizo duro, pero ella nunca
hizo nada para
dejarme cicatrices permanentes. Ana realmente ha generado un
resentimiento
irracional contra Elena. Típico comportamiento femenino ilógico.
¿Tal vez
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porque es su época del mes? Me doy cuenta de que tengo pruebas de
ese hecho
en toda mi polla. Momento para el baño.
Ana pasa por delante y se sumerge en el agua espumosa de la
bañera, y luego
me mira.
—Me pregunto cómo serías si no la hubieras conocido. Si no te
hubiera
presentado a su... um, estilo de vida.
Mientras me deslizo hacia abajo en la estimulante agua caliente
para unirme a
Anastasia en el baño, suspiro cuando me doy cuenta de que Ana no
va a darse
por vencida. Dejo que mi mente evoque aquellos días cuando era el
sumiso de
Elena...