El Amo de
su universo
Llamo Taylor a mi estudio para que
pueda escuchar lo que Barney tiene que decir sobre lo que encontró en el
ordenador de Hyde, pero antes de hacer la llamada, tenemos una pequeña charla
privada.
— ¿Así que
Hyde estaba intentando chantajear a la señorita Steele, señor?
Taylor me oyó
advertirle al hijo de puta, justo antes de que saliera acompañado del edificio,
que no se moleste en ir a la prensa, o mi equipo legal caerá sobre él.
—Él accedió a
su cuenta de SIP y leyó los correos electrónicos personales que ella me envió
cuando ella se olvidó de usar su BlackBerry. Fue más que suficiente para él
para saber que había algo, así que trató de usarlo en su contra.
— ¿Cree que
cualquier otra cosa que Barney pueda descubrir estará de alguna manera
conectado con esto?
—No tengo ni
idea de Taylor, no hasta que haya hablado con él, pero suena como si hubiera
descubierto tal vez otra caja de Pandora.
— ¿Cómo está
la señorita Steele? ¿Se ha recuperado de su terrible experiencia? — Pregunta.
—Parece estar
bien, gracias Taylor. Aprecio la forma en que has tratado con ese hijo de puta
Hyde, y con toda la situación en general. Las cosas podrían habérsenos ido de
las manos.
Si Taylor no
había intervenido para frenarme cuando estaba bajo la influencia de la niebla
roja de la rabia, sé que ahora mismo estaríamos hablando de una comprobación de
daños muy diferente.
—Realmente no
era la manera en que me hubiera gustado tratar con ese cabrón —, dice entre
dientes, frunciendo el ceño. —Me gustaría haberle cortado el pito y habérselo
metido por la boca, junto con sus pelotas y la estúpida cola Conociendo a
cincuenta sombras G.E. Griffin
333
de caballo. Eso sí que dejaría al cabrón sin posibilidades de
aprovecharse de jóvenes dulces como la señorita Steele en el futuro —, gruñe.
Así que supongo que como ex-militar, rapado, Taylor no es un fan de los hombres
con colas de caballo y aretes. También me imagino que definitivamente no se
encuentra en contacto con su lado femenino, probablemente porque en realidad no
lo tiene.
Miro a Taylor, sorprendido por
la vehemencia en su voz. Parecía relajado, un profesional tranquilo y
controlado mientras estábamos en las oficinas de SIP, pero ahora le traicionan
sus sentimientos que mantuvo fuertemente reprimidos entonces. Me mira y se
aclara la garganta.
—Pero como le dije, señor,
hijos de puta como él no valen la pena. Él es un tipo astuto, intrigante, que
hubiera despertado un tipo jodido de interés si hubiera ido corriendo a la
prensa con el rostro pateado.
Lo cual, si Taylor no me
hubiera detenido, habría sido sin duda el resultado. Joder, habría sido tan
satisfactorio haber sentido mi puño en contacto con esa boca asquerosa,
burlándose de mí, diciéndome que yo no soy lo suficientemente hombre para Ana
porque soy gay, y hablando de ella de una manera sucia e indecente. Si me
permito pensar en Hyde mirándola en el trabajo, y luego fantasear acerca de lo
que haría, puedo sentir como mi ira se sale fuera de control, así que tengo que
esforzarme por controlar esos pensamientos.
Por supuesto que debería haber
puesto fin a esta situación en el trabajo de Ana mucho antes. Gracias a Dios
logré anular el viaje a Nueva York, a pesar de que Ana se puso furiosa al
respecto en ese momento. Yo estaba en lo cierto acerca de los motivos de Hyde
para querer que lo acompañara, y así tal vez en el futuro lo recordará, cuando
ella siga siendo tan obstinadamente rebelde e independiente. Sólo estoy
tratando de protegerla, porque entiendo cómo trabaja la mente de los hombres
como Hyde. Seguramente porque no eres tan diferente, ¿verdad, Grey? Siempre has
querido follarte duro a las mujeres, has disfrutado montando sus dulces culos,
lo mismo que él.
—Si le hubiera hecho cualquier
cosa a ella, no habría sido responsable de mis acciones. Lo habría matado —,
afirmo con total naturalidad.
—Y yo me habría deshecho del
cuerpo, señor —, responde fríamente Taylor, mirándome fijamente a los ojos. Nos
entendemos, en la misma onda. Los dos somos muy protectores con las mujeres en
nuestras vidas.
—Buen trabajo el del padre de
la señorita Steele, como ex militar la entrenó bien en defensa propia, ¿no es
así? Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
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—Así es, señor Grey. Ella, obviamente, le dio a Hyde una muy
buena y fuerte patada en las pelotas, por la forma en que estaba gimiendo y
retorciéndose en el suelo cuando llegué allí. Fue un placer contemplarlo, y
tengo que decir que estoy impresionado. La Srta. Steele no es lo que parece
¿no? Para alguien de su pequeña constitución, tuvo que mantener la cabeza fría
para ejecutar la maniobra de manera eficaz con un gorila como Hyde.
Definitivamente, quiero seguir las instrucciones del padre de Ana sobre defensa
personal con mi hija, para que pueda protegerse igual que lo ha logrado la
señorita Steele. La idea de que cualquier hijo de puta trate de hacerle algo a
Sophie... — cierra los ojos y le cuesta tragar.
—Ten la seguridad, Taylor, de
que voy a hacer todo lo posible para que Hyde no pueda conseguir otro empleo en
el que se pueda aprovechan de mujeres jóvenes, porque estoy seguro de que no es
la primera vez, aunque Welch no haya logrado encontrar nada. Sólo lamento
amargamente no haber seguido mi instinto y haberle prohibido a la señorita
Steele el trabajar con él.
Taylor me lanza una mirada
escéptica, dándome a entender que no cree que Ana hubiera obedecido bajo ningún
concepto. Creo que está empezando a darse cuenta de que no hay que subestimar a
la señorita Steele. Por debajo de ese exterior aparentemente frágil y humilde,
realmente parece tener una columna vertebral de acero. Steele por su nombre, de
acero por naturaleza.
—Así que, ¿seguimos sin saber
nada sobre el informe que Barney ha recibido de Hyde? — Inquiere.
—No, déjame llamarlo ahora
mismo para averiguarlo.
Barney responde
inmediatamente. Pongo el altavoz en el teléfono para que Taylor se entere de
primera mano sobre el informe.
—Mr. Grey, he estado esperando
su llamada. Creo que es importante que sean conscientes de qué se han
recuperado más cosas del ordenador de Hyde en SIP.
—Está bien, Barney, adelante.
Taylor también está escuchando.
—En primer lugar, parece que
ha estado haciendo algunas averiguaciones sobre usted, a fondo, todos sus domicilios,
ese tipo de cosas, lo cual es bastante preocupante. Pero lo que me preocupa aún
más es que también parece haber investigado a otros miembros de su familia. Sus
padres, su hermano y su hermana. Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
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— ¡Mierda! No me gusta cómo suena eso. ¿Para qué demonios iba
a querer eso datos?
—No puedo decirle sus motivos,
señor, pero pensé que le gustaría saberlo. Puedo enviarle por correo
electrónico todos los detalles de la investigación—, ofrece.
—Sí, por favor. Copia a Taylor
y a Welch. Ellos estudiarán cómo proceder con esto.
—Por supuesto, señor —, afirma
Taylor. —Barney, ¿puedo preguntar si había cualquier otra cosa, cualquier
mierda porno, fotos íntimas inapropiadas, ese tipo de cosas?
—Sorprendentemente, no había
—, informa Barney. — Es lo más raro en realidad, porque en mi experiencia este
tipo de chicos siempre tienen algún tipo de alijo secreto porno en el trabajo,
lejos de las miradas indiscretas de casa. Tal vez sea porque hay filtros incorporados
en sistema de SIP para evitar el acceso en Internet a cualquier cosa
relacionada vagamente con el porno. Supongo que al ser una editorial tienden a
ser más vigilantes con eso. Así que esa es una de las medidas que tienen en su
lugar, aunque el resto de su seguridad es una mierda. Todo el sistema va a
necesitar una revisión completa para armonizarse con las normas de GEH.
—Quiero que en cuanto se
realice la adquisición de SIP esto sea tu principal prioridad, Barney —, le
instruyo.
No estoy dispuesto a correr el
riesgo de que alguien más pueda hackear los sistemas laxos de SIP. Otras
empresas, sin duda tienen su propio equivalente de Barney trabajando para
ellos, a pesar de que sin duda es el mejor que existe. El tipo es un puto genio
cuando se trata de algo que tenga que ver con los ordenadores vive, come y
respira para ellos. Nunca parece tener un día libre o tomarse unas merecidas
vacaciones anuales, ya que él adora lo que hace. Es todo caso las apariencias
son engañosas, es un hombre pequeño que aparenta unos quince años y lleva gafas
que le dan la imagen del típico empollón, pero me encanta la cara de
incredulidad de algunos imbéciles arrogantes cuando lo presento como el Jefe de
IT de GEH.
—Por supuesto, Sr. Grey. Por
supuesto, ya tengo los planes en marcha, listos para implementarlos en el
momento en que me dé luz verde para proceder—, resopla Barney, tal vez ofendido
porque sentí la necesidad de decir lo que es obvio para él. Conociendo a
cincuenta sombras G.E. Griffin
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—Simplemente quise saber si había pornografía porque Hyde del
perfil de un psicópata retorcido que tendría todo tipo de mierda extrema de la
peor calaña— afirma Taylor con una mirada de disgusto en su rostro.
—Bueno, no te olvides de que
solo hemos accedido a su equipo de trabajo. ¿Quién sabe qué otros equipos
tiene, y lo que puede haber almacenado en ellos? — señala Barney.
—Pero se encontró nada sobre
la señorita Steele en su ordenador de SIP, verdad, ¿no hay ninguna foto? —
Pregunto.
Quiero asegurarme de que el
hijo de puta no ha estado tomando secretamente fotos a Ana. Los controles de
seguridad de Taylor y Welch en el edificio se han revelado que Hyde no había
instalado cámaras ocultas en lugares como el baño de damas, por suerte. Las
únicas cámaras ocultas deben ser las que instalamos nosotros, aunque nos han
sido útiles en el seguimiento de Hyde.
—No, señor, nada de eso en
absoluto, al menos no en su ordenador de SIP.
— ¿Puedes ver si puede
encontrar algo más de él? Tal vez haya dejado algún tipo de rastro en otros
ordenadores a los que tú puedas acceder —, le indico a Barney, sabiendo que le
encantan este tipo de retos.
—Ya estoy en ello, señor —,
confirma.
—Está bien. Sólo intentaba
estar informado de cualquier novedad.
—Por supuesto, Sr. Grey, le
enviaré un correo electrónico con todos los detalles exactos de lo que he
descubierto hasta ahora.
—Por favor, asegúrate de
hacerlo.
Con eso, doy por terminada la
llamada.
—Voy a ir directamente a ver a
Welch, señor, para discutir las implicaciones de esta nueva información —. Dice
Taylor, y se encamina directamente hacia su oficina.
Ahora tengo que ir a buscar a
Anastasia.
~~~ Conociendo a cincuenta
sombras G.E. Griffin
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La encuentro sentada en la cocina en silencio tomándose una
copa de vino blanco, mientras Gail le da los últimos toques a la comida. Por el
número de sonrisas amables y acogedoras que he notado que le brinda a Ana desde
que está viviendo en el apartamento, me da la impresión de que ella aprueba con
entusiasmo a mi novia. Por supuesto, sólo es Gail, parte del personal por lo
que no significaría ninguna diferencia si ella no estuviera de acuerdo, pero
sin embargo me agrada, me hace la vida mucho más fácil, teniendo en cuenta que
quiero que Ana viva aquí permanentemente, como mi esposa.
Siempre me he sentido muy
cómodo teniendo a Gail como mi ama de llaves. Ella ha demostrado ser el alma de
la discreción absoluta, teniendo en cuenta mi estilo de vida hasta ahora ha
sido crucial, ya que tiene acceso a todas las áreas de mi vida personal de una
manera que nadie más aparte de Taylor tiene. Ella pudo haber firmado un acuerdo
de confidencialidad, algo que requiero de todo mi personal, pero sé que aunque
en realidad a pesar de que podría demandarla por incumplimiento de contrato, el
daño ya estaría hecho si decidiera vender su historia a la prensa para
conseguir dinero rápido. Esa es otra de las razones por las que pago a todo mi
personal sueldos muy por encima de lo normal, así son menos propensos a tener
deudas y así no ser tentados por cualquier oferta de la prensa, que siempre
están hambrientos de una escandalosa historia jugosa para vender a sus
entrometidos y exigentes lectores.
Y después de los
acontecimientos de hoy, no me queda ninguna duda de la lealtad de Taylor y de
que protege totalmente a Ana, y tengo la seguridad de que puedo confiar en él
para que siempre haga todo lo posible para protegerla. Regla número uno cuando
uno se convierte en millonario y famoso, siempre hay que rodearse del mejor
personal. No existe nada mucho mejor que Gail Jones y Jason Taylor.
Cuando nos sentamos a comer lo
que Gail ha preparado, resulta que Ana está preocupada por si ya no tiene un
trabajo en SIP. ¿En serio? Ella sigue sin entender que si yo digo que ella
tiene un trabajo, entonces lo tendrá. Porque realmente es tan simple como eso,
cuando eres la novia del CEO. Yo soy el Maestro de su universo.
Así que tal vez ella va a
empezar a apreciar los beneficios de dejarme tomar el control sobre algunos
aspectos de su vida. Ella quiere un trabajo, ella lo tiene, pero sólo porque
creo que es buena en lo que hace. Yo no creo en los favores sin sentido, sean
cuales sean las circunstancias.
Pero sigue habiendo un área de
su vida en la que ella sigue negándose a ceder a mis deseos, es con respecto a
José Mierda Rodríguez. Al parecer, ha Conociendo a cincuenta sombras G.E.
Griffin
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encontrado una excusa para venir a ver a Ana, porque este
viernes vendrá a entregar personalmente las fotos que compré en su exposición.
Como cojones ser complaciente. Ah, y quiere ir a tomar una copa con Ana. Por
supuesto que quiere. Y se quedará por la noche. Aquí, en mi apartamento, o en
el apartamento de Ana, con Ana, como me informa con frialdad, ella no pregunta,
debo añadir. Ella me informa. De ninguna manera.
—Se propasó contigo —, le
recuerdo, incrédulo porque ella todavía lo considere su amigo.
—Christian eso fue hace
semanas. Estaba borracha, me salvaste a tiempo, no volverá a suceder. Él no es
Jack, por amor de Dios.
No, estoy de acuerdo en que no
está tan enfermo ni es tan pervertido como ese hijo de puta, al menos puedo
decir que sus sentimientos hacia ella son genuinos. Pero aun así, ver como otro
hombre coqueteando con mi novia, ni pensarlo, señorita Steele.
—Ethan está
ahí. Él puede hacerle compañía —, la solución perfecta. Dos pretendientes
fallidos de Ana que pueden ahogar sus penas juntos.
—Él quiere
verme a mí, no a Ethan —. Por supuesto que es lo que quiere. —No es más que un
amigo —, persiste tercamente. Pero a él le gustaría ser más, mucho más.
—No me gusta
—, insisto.
Y ese debería
ser el final de la discusión. Cumplir mis deseos debería ser primordial. Pero
con Ana, por supuesto que no lo es. Tal vez no eres tan Maestro de su Universo,
después de todo, Grey. Tal vez ella es She-Ra.
—Es mi amigo,
Christian. No lo he visto desde la exposición. Y fue demasiado breve. Sé que no
tienes amigos, aparte de esa horrible mujer, pero no quejo de que la veas —. Me
grita. —Quiero verlo. No he estado siendo muy buena amiga.
— ¿Es eso lo
que piensas?
— ¿Lo que
pienso de qué?
—Elena. ¿Qué
prefieres que no la vea?
—Exactamente.
Prefiero que no la veas. Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
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— ¿Por qué no me lo habías dicho?
—Porque no me corresponde a mí
decírtelo. Crees que es tu única amiga. Por lo mismo no te corresponde a ti
decidir si puedo o no puedo ver a José. ¿No te das cuenta? — No, realmente no
lo sé. Mi palabra es la ley, o debería serlo.
Pero tengo que recordar que
Ana no es mi sumisa, y debo ajustarme a ese hecho. Ella es mi novia, y tengo
que tratar de ser más flexible. Porque me doy cuenta de que si no lo hago, con
lo terca que es Ana se quedará otra vez en su apartamento con el fotógrafo sólo
para probar que tiene razón. Y eso es algo que yo no puedo tolerar por lo que
el menor de los dos males es tenerlo aquí en el apartamento.
—Puede quedarse aquí, supongo
—, admito a regañadientes. — Así podré controlarlo.
Y confía en mí, voy a estar
vigilándolo muy de cerca, como a él se le ocurra siquiera poner un pie fuera de
la habitación, lo echaré antes de que pueda parpadear.
— ¡Gracias! Ya sabes, si yo
voy a vivir aquí también... vamos, no es por falta de espacio —. Ana parece
aliviada ahora que ha ganado su batalla.
Y sé que ella tiene razón.
Tengo que aprender a comprometerme y compartir, algo que no va a ser fácil para
mí después vivir solo tanto tiempo, y haber estado siempre haciendo lo que
quería. Pero es un compromiso que estoy más que dispuesto a hacer, si eso
significa que Anastasia comparta su vida conmigo.
~~~
Esta mañana, después de irse
Ana a trabajar y de llamar a la consulta de Flynn para concertar una cita para
mañana por la noche, me obligo a ir a mi cuarto de juegos. Astutamente he
evitado entrar ahí desde el día terrible que Ana me ha abandonó, que fue, sin
duda, el peor día de toda mi existencia.
Pero fue al sumirme en la
desesperación total lo que me llevó a darme cuenta del terrible significado de
la correa de cuero con que le pegué, y eso resultó ser un punto de inflexión
crucial para mí, para aceptar que no tenía otra opción que cambiar, que
reformar mi trayectoria. Comprendí que al tratar de coaccionar a Anastasia a
aceptar mis estilo de vida sádico sin concesiones, estaba siendo el culpable de
perpetuar el ciclo de abuso que el proxeneta pervertido había sido iniciado al
golpearme con un cinturón de cuero idéntico Conociendo a cincuenta sombras G.E.
Griffin
340
cuando yo no era más que un niño pequeño. La víctima se había
convertido en el verdugo. Tenía que parar, y el que Ana me dejara fue la llamada
de atención para que despertara que necesitaba.
Ahora que le he pedido a Ana
que se case conmigo, para vivir aquí en la Escala conmigo, tengo que afrontar
mis problemas, pensar qué voy a hacer con mi cuarto de juegos, porque estoy
seguro de que esto es algo que Flynn querrá debatir en algún momento.
Cuando volvimos a estar
juntos, acordamos con Ana que ella realmente disfruta del kinky fuckery, así
que no creo que necesariamente vaya a querer que me deshaga de todo lo que hay
en mi cuarto de juegos. Hay un montón de experiencias que podemos probar juntos
que creo que realmente le gustarían, y que no suponen infligir el dolor extremo
al que tanto teme. Quizá, con el tiempo, suavemente pueda persuadirla para ser
lo suficientemente valiente para probar algunas escenas allí, pero sé que tengo
que ser muy paciente. No puedo correr el riesgo de que se asuste de nuevo lo
suficiente como para salir corriendo otra vez. No puedo correr el riesgo, por
pequeño que sea, de dejarme llevar por el momento, por mi comportamiento
profundamente arraigado, haciendo algo demasiado extremo que ella no pueda
soportar.
Ella me ha dicho que las
fustas y los látigos la asustan y son un límite infranqueable, por lo que
decido esta misma mañana que van a tener que desaparecer. Cuando veo el
cinturón, aparentemente inocente colgado allí, en el estante junto a la puerta,
siento una sensación de repugnancia que se propaga a través de mí. Pero sin
embargo no me deshago de él, decido que tal vez debería dejarlo allí para que
me sirva de recordatorio de lo que sucedería si alguna vez me dejo llevar otra
vez. Es la terapia de aversión final para mí. Nunca más, no puedo pegarle nunca
más de nuevo con el cinturón. En ese momento me abruman los recuerdos y salgo
de la habitación para ir a prepararme para el trabajo.
Parece ser que en mi prisa por
escapar de mis desagradables recuerdos, me he olvidado de cerrar la puerta del
cuarto de jugos, porque por la noche, después de dejar a Ana por su cuenta y yo
emplear algún tiempo poniéndome al día con mi correo, al ir en busca de Ana, la
encuentro en mi cuarto de juegos.
Estoy muy sorprendido, porque
yo habría esperado que ella fuera muy reacia a volver a esta habitación, algo
que ella habría estado ansiosa por evitar a toda costa, sobre todo después de
su encuentro muy desagradable con Hyde.
Pero no. La encuentro mirando
a los cajones que contienen una amplia gama de todos los juguetes sexuales que
he disfrutado utilizando. Me paro en la Conociendo a cincuenta sombras G.E.
Griffin
341
puerta sin hacer ruido, fascinado al ver su reacción con lo
que encuentra. Me imagino que ella no tiene ni idea de la mayoría de los
artículos, y ya mi mente se va poniendo a toda marcha. Me excito casi de
inmediato solo pensar en lo agradable que sería enseñarle todos los diversos
usos en su delicioso cuerpo. Pero esa es mi preocupación, estoy tratando con
todas mis fuerzas cambiar, reformarme, pero después de tantos años complaciendo
mi placer en esta sala de juegos, tal como yo elegía ¿puedo ser capaz de mantener
el control?
Ana me mira al sentir que la
observaba, y parece avergonzada de ser sorprendida mi cuarto de juegos, así que
precipitadamente me explica que estaba aburrida y sintió curiosidad. Una
combinación peligrosa que sería para mí un enorme placer curársela, aunque sé
que tengo que contenerme. Pero no puedo negar que me complace encontrarla aquí,
hurgando felizmente en los cajones que contienen todo tipo de delicias kinky
fuckery. Me tomo su interés como una buena señal, algo positivo, porque yo quiero
que esto sea su sala de juegos también, para que ella lo comparta conmigo. Así
que me ofrezco para enseñarle, para educarla acerca de cualquier cosa que desee
saber, asegurándole que no estoy en absoluto enojado porque ella esté aquí. No,
estoy jodidamente encantado de que ella siente curiosidad por todo, porque me
da esperanzas de que tenga la mente abierta lo suficiente como para probar
algunas de estas cosas, ya que, de momento, no ha huido gritando horrorizada.
— ¿Qué es esto? — sostiene un
dilatador anal de plata.
—Ese es un dilatador anal. Lo
compré para ti —. Explico.
Trato de medir su reacción. Sé
que ella siente dudas sobre el juego anal, pero siempre y cuando se haga con
gran habilidad y cuidado, puede ser inmensamente placentero, algo que podría
demostrarle felizmente si ella me dejara. Pero tiene que pedírmelo, siempre.
Ella tiene que sentir la confianza suficiente como para confiar en mí, y yo
tengo que ganarme esa confianza.
— ¿Y esto?
—Bolas anales. Tienen un
efecto bastante increíble si se sacan a mitad del orgasmo.
— ¿Este es el cajón del
trasero?
—Si así te gusta.
Ana parpadea y cierra el
cajón. No es la mejor reacción. Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
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— ¿No te gusta el cajón del trasero?
—No se encuentra en las primeras
posiciones de mis deseos de Navidad —. murmura, tratando de fingir que está
sorprendida.
Continúa mirando el resto de
los otros cajones. El siguiente contiene una variedad de vibradores, geniales
para el aumento de la intensidad de un orgasmo, pero no son creativos ni
imaginativos, en mi opinión. Entonces Ana toma una pinza genital, que
rápidamente deja caer de nuevo en el cajón cuando le digo lo que es, antes de
pasar a explorar las pinzas en los pezones.
—Algunos de estos son para
provocar dolor, pero la mayoría son para el placer—, murmuro, mientras le
muestro cómo funcionan. Mi par favorito tiene una hermosa cadena entre las dos
pinzas, de la que tirar suavemente para aumentar la experiencia de placer y dolor.
Por su reacción, creo que las pinzas en los pezones podrían tener
posibilidades, si las usara con mucho cuidado, creo que Ana podría encontrarlas
realmente estimulantes y placenteras.
—Me gusta cómo se ven —,
susurra, y me encanta, joder, me encanta, que tenga una mente abierta, lo
suficiente como para admitirlo. Se sonroja y se retuerce un poco, tal vez
porque está imaginándose cómo se sentiría con ellas. A continuación, se muerde
el labio suavemente, y estoy a punto de gemir en voz alta por lo excitado que
me está poniendo.
— ¿Sabes lo que me estás
haciendo? — la regaño con cuidado, y tiro de su barbilla para liberar el labio
inferior. Ella no me lo está poniendo esto fácil, está en mi cuarto de juegos y
actuando así…
—Eso es un molinete Wartenberg
—, le digo mientras toma el siguiente artículo.
— ¿Para?
Se lo muestro pasando los
dientes de la rueda por la palma de su mano.
—Imagínate que es sobre tus
pechos —. Porque eso es exactamente lo que estoy haciendo ahora mismo.
Después de una breve mirada a
las pinzas, Ana saca el siguiente artilugio.
—Una mordaza. Para mantenerte
tranquila y callada —, bromeo. Joder, sé que ella tiene problemas acerca de ser
amordazada, pero mientras le muestro cómo funciona, no puedo evitar desear que
ella confíe en mí lo suficiente como para dejarme usar una con ella. Conociendo
a cincuenta sombras G.E. Griffin
343
—Suenas como si te estuvieras perdiendo algo —, murmura
mientras trato de explicarle cómo me gustaría tenerla dependiendo de mí, que
ella confiara lo suficientemente en mi como para entregarme el control total.
Confíe en mí lo suficiente como para ser amo de su universo.
—Es lo que conozco.
Y es aterrador para mí
renunciar a ese tipo de control, pero lo estoy logrando. Pero no puedo negar
que siempre voy a disfrutar de ese control. Así es como soy, así es como
siempre ha funcionado para mí.
—Tú tienes poder sobre mí.
Sabes que lo tienes —, susurra.
— ¿Lo tengo? Tú me haces
sentir impotente... — Confieso.
— ¡No! ¿Por qué?
—Porque eres la única persona
que conozco que realmente podría hacerme daño.
Sólo Ana ha logrado derribar
los muros impenetrables que había construido a mí alrededor para mantener a la
gente fuera, para protegerme. Si no dejas que nadie se acerque, no pueden
defraudarte o lastimarte. Y me di cuenta de lo increíblemente doloroso que es
dejar a alguien acercarse cuando Ana me dejó. Eso casi me destrozó, menos mal
que Flynn me mostró un camino a seguir que podía funcionar para nosotros, que
nos podía llevar a volver a estar juntos, eso fue lo que me salvó. Pero todavía
me siento muy vulnerable. Ana me hace sentir vulnerable, porque sé que todavía
podrían ir mal las cosas.
—Oh Christian... esto funciona
en ambos sentidos. Si no me quisieras... — Ana mira hacia abajo mientras se
retuerce los dedos de esa manera nerviosa que tiene, que traiciona sus propias
inseguridades. Ella realmente necesita hablar con Flynn. —Lo último que quiero
hacer es hacerte daño. Te amo.
Y mientras me acaricia la
mejilla con cariño, sé que es totalmente sincera, y que tengo que aprender a
confiar en ella. Ella teme tanto ser herida como yo, porque siente tan
profundamente como yo. Nos amamos.
— ¿Hemos terminado de mostrar
y contar? — Le pido, para tratar de cambiar nuestro estado de ánimo.
— ¿Por qué, qué quieres hacer?
—Pregunta tímidamente. Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
344
—Ana, estuviste a punto de ser atacada hoy mismo —, le
recuerdo, mientras la beso suavemente. Sólo un bruto insensible esperaría que
ella se sienta de alguna manera amorosa después de lo que ha pasado hoy.
— ¿Y?
— ¿Qué quieres decir con “y”?
—Christian, estoy bien.
—Cuando pienso en lo que pudo
haber pasado...
La abrazo con fuerza en mis
brazos y respiro su olor único, maravilloso. No puedo soportar la idea de que
el hijo de puta siquiera le tocara un solo pelo de la cabeza, no importa las
otras cosas inmundas que dijera.
— ¿Cuándo vas a enterarte de
que soy más fuerte de lo que parezco? — susurra mientras me acaricia el cuello.
Mmm, eso me encanta,
nena.
—Sé que eres
fuerte —, estoy de acuerdo.
Pero aun así
sé que ha pasado por un calvario hoy, así que debo contenerme, permitirle
recuperarse. Lo último que quiero es que me asociarse de alguna manera con ese
animal que quería violarla.
Pero a pesar
de mis mejores intenciones, cuando Ana coge de uno de los cajones mi barra
separadora favorita, uno que ata tobillo y muñeca a la vez, la idea de tenerla
atada de este modo es increíblemente excitante.
— ¿Cómo
funciona? — Pregunta inocentemente.
Así que parece
que ella todavía tiene la intención de continuar con su tutoría sobre los
juguetes sexuales. Tal vez sea algo bueno. Tal vez una experiencia sexual
positiva le ayudaría a borrar todos los pensamientos de ese delincuente. Así
que decido seguir su ejemplo.
— ¿Quieres que
te lo enseñe? — Oh nena, por favor, ¡di que sí!
—Sí, quiero
una demostración. Me gustaría estar atada —, confiesa en un susurro ronco,
mientras me mira con sus grandes ojos azules. ¡Sí! Ella quiere lo que yo
quiero. Esto es jodidamente fantástico. Conociendo a cincuenta sombras G.E.
Griffin
345
—Oh, Ana —, gimo.
Pero no me atrevo a usar la
barra separadora en mi cuarto de juegos, no con el resto del equipo que sigue
aquí. Me encanta usar la barra separadora, por lo que existe la posibilidad de
que podría perderme, perder el control y no puedo correr ese riesgo. Pero tal
vez pueda arriesgarme. La palabra favorita de Flynn. Creo que Ana quiere probar
esto tanto como yo, porque ella tiene una mirada reveladora de fóllame-ahora en
sus ojos. La hace virtualmente imposible de resistir.
—Aquí no.
Me conciencio rápidamente de
que puede ser interesante para nosotros el seguir adelante y disfrutar de un
polvo increíble, eliminando el riesgo de dejarme llevar demasiado lejos.
— ¿Qué quieres decir?
—Te quiero en mi cama, no
aquí. Ven —. La saco de mi cuarto de juegos, y empezamos a bajar las escaleras.
— ¿Por qué no aquí? —
Consulta, perpleja.
Me detengo y me vuelvo hacia
ella.
—Ana, puede ser que estés
lista para volver de allí, pero yo no. La última vez que estuvimos allí me
dejaste. Te lo repito ¿cuándo vas a entenderlo? Mi actitud ha cambiado a
consecuencia de aquello. Toda mi perspectiva de la vida ha cambiado
radicalmente. Ya te lo he dicho esto. Lo que yo no te he dicho es...
Cómo puedo explicarme, hacerle
comprender mi situación, sin asustarla, sin hacer que suene como si estuviera
siendo muy difícil el adaptarme, porque no es así, no lo es en realidad. El
querer estar con Ana anula por completo cualquier otra necesidad o inquietud.
—Soy como un alcohólico en su
fase de recuperación, ¿entiendes? La compulsión se ha ido, pero yo no quiero
poner la tentación en mi camino. No quiero hacerte daño. No puedo soportar a
hacerte daño, porque te amo.
Voy a ponerle mi corazón en
bandeja. Le estoy contando cuáles son mis miedos, espero que ella crea en el
amor irresistible que he descubierto a su lado y con ella, significa que soy
totalmente sincero cuando digo que no quiero hacerle daño, a pesar del hecho de
que soy un sádico. Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
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Ana está de pie en la escalera, justo por encima de mí, así
que no encontramos a la misma altura cuando ella se lanza sobre mí con tanta
fuerza que me veo empujado contra la pared, mientras me besa ardientemente, y
retuerce los dedos en mi pelo. Así que parece que lo entiende y está dispuesta
a confiar en mí.
— ¿Quieres que te folle aquí
en las escaleras? Porque si sigues así lo haré —, suspiro, excitado, tan
dispuesto a follar que realmente podría tomarla justo aquí, justo ahora.
—Sí —, susurra, encendida,
lista. Siempre está ahí. La electricidad, el magnetismo, la química entre
nosotros.
Pero quiero hacerlo bien. Se
merece eso de mí, sobre todo hoy, después de lo que ha pasado.
—No. Te quiero en mi cama.
La tomo y la pongo encima de
mi hombro, lo que la hace chillar, así que la golpeo en su magnífico bonito
culo, duro y muy satisfactorio, lo que la hace chillar de nuevo, antes de
continuar bajando por las escaleras, mientras recojo la barra separadora para
llevarla conmigo. Ves, yo soy el amo de su universo.
~~~
¡Mierda!
Parece que Ana tiene la última
palabra una vez llegamos a la habitación, porque ella se arrodilla delante de
mí, desabrochándome los pantalones antes siquiera de tener la oportunidad para
reaccionar.
¡Mierda!
Mientras ella se mete mi polla
en su boca, cierro los ojos para deleitarme con la sensación de su suave boca
cálida y húmeda que con entusiasmo chupa mi polla. Trato de contenerme de
agarrarle el pelo, mientras flexiono las caderas para penetrar aún más
profundamente en su acogedora boca. Mientras tiernamente acaricia la sensible punta
con la lengua, me mira tímidamente a través de sus pestañas con una expresión
de puro placer. Ella adora hacer esto, joder, tanto como yo lo estoy
disfrutando. Jodidamente perfecto. Pero con sus impresionantes habilidades para
la felación estoy al borde del orgasmo antes de Conociendo a cincuenta sombras
G.E. Griffin
347
lo que querría, así que cuando ya me encuentro al borde mismo
de no poder parar, trato de dar marcha atrás y advertirle.
—Por favor, voy a correrme,
Ana —, me las arreglo para decirle. Pero ella no se detiene, e inclina la
cabeza hacia atrás para tragarme más profundamente, directa a la parte
posterior de la garganta, claramente invitándome a continuar.
Así que me dejo llevar. Empujo
con fuerza dos veces más, y luego exploto con fuerza en su boca, mientras
agarro la parte de atrás de su cabeza con ambas manos.
— ¡Mierda! Anastasia... —
gimo, mientras ella traga con avidez cada gotita, luego me sonríe mientras se
lame los labios. Se está convirtiendo en una chica mala para mí, y me encanta
este lado suyo pervertido, que revela solo para mí. Pero sólo a mí, nadie más
puede llegar a ver este lado.
— ¿Ah, entonces este es el
juego al que estamos jugando, señorita Steele? — Le sonrío mientras consigo
desnudarnos a ambos y tirar de ella en la cama. Ana ha disfrutado tomando el
control por un tiempo, pero ahora es mi turno. Dos pueden jugar a este juego. Y
será un juego increíble porque voy a usar la barra de separación con ella.
Rápidamente le paso el
brazalete y le aseguro ambos tobillos, asegurándome de que las hebillas no
estén demasiado apretadas, solo lo suficientemente para que no pueda
escabullirse - porque lo va a encontrar intenso - muy intenso por cierto.
—Vamos a ver si te gusta. Si
mal no recuerdo, eres un delicioso manjar, una exquisitez, señorita Steele —,
le digo con sarcasmo.
Está fantástica, con sus
piernas abiertas con una separación de sesenta centímetros más o menos, pero
eso no es suficiente. Ella está a punto de ser sorprendida, ya que vamos a
llevar sus límites un poco más. Creo que ella va a estar bien, a juzgar por su
actuación conmigo de hace un momento.
—Lo bueno de esta barra es que
se expande —, murmuro, mientras manipulo la barra para abrir más sus piernas.
—Oh, vamos a pasar un buen rato con esto, Ana.
Es por eso que esta es mi
barra separadora favorita, es muy versátil. Y hay aún más opciones para
explorar, ya que no hemos utilizado la barra para las muñecas todavía. Tengo
que ver cómo lleva esto primero, no debo dejarse Conociendo a cincuenta sombras
G.E. Griffin
348
llevar, ya que tengo que recordar que esta es su primera
experiencia con este tipo de ataduras.
“Me gusta
ser atada” eso es lo
que te dijo, Grey. Creo que los dos estamos bien ahora mismo.
Tomo la barra,
y rápidamente la giro para que quede de espaldas mientras ella jadea por la
sorpresa.
— ¿Ves lo que
te puedo hacer? — le enseño, mientras la giro otra vez. Yo tengo el control
total ahora, y me gusta, es jodidamente bueno. Y por la manera en la que Ana
está jadeando y retorciéndose, piensa lo mismo. Sí, ella realmente se excita al
ser atada, eres un hijo de puta afortunado.
—Estos puños
son para las muñecas. Lo pensaré. Depende de si te portas bien o no —, le
advierto, así que ella sabe que la cosa podría ponerse más seria si yo quiero.
— ¿Si me
comporto? — Su voz es ronca y sexy cuando trata de protestar.
—Puedo pensar
en unas cuantas infracciones. Tu BlackBerry, por ejemplo.
— ¿Qué vas a
hacer? — Susurra.
—Oh, nunca
revelo mis planes, — bromeo.
He decidido
castigarla con un placer extremo en lugar de dolor extremo, y espero que este
método de atormentarla realmente funcione para los dos. Sin embargo, será
empujar sus límites, sólo que en otra dirección.
Me arrastro
hasta la cama entre sus piernas bien separadas, y me encanta ver cómo está
totalmente expuesta y abierta para mí de esta manera. Ella es natural y
hermosa, sus delicados y suaves pliegues me esperan para darle placer a mi
voluntad. No hay vista o el olfato más erótico que una mujer que se despierta y
está lista para follar, especialmente si, como Ana, ella no puede hacer nada
para evitar lo que mis dedos ávidos y mi boca pueden hacerle.
—Mmm. Estás
tan expuesta, señorita Steele. Se trata de la anticipación, Ana. ¿Qué voy a
hacer contigo?
Ella se
retuerce, mientras instintivamente trata de cerrar las piernas ligeramente
cuando paso los dedos por la parte interior de sus muslos, pero por supuesto no
puede. Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
349
—Recuerda, si no te gusta algo, me lo dices y paro —, le
recuerdo, mientras beso su suave vientre.
—Oh, por favor, Christian —,
me pide, mientras continúo para excitarla simplemente tocándola con mis dedos
por las piernas, pero no la toco en ninguna otra parte.
—Oh señorita Steele, he
descubierto que puedes ser implacable en tus ataques amorosos sobre mí. Creo
que debería devolverte el favor.
Voy a hacer que se corra
intensamente, muy intensamente de hecho, tal y como ella me hizo a mí.
Por lo tanto, muevo con
cuidado los dedos dentro de ella. Es jodidamente increíble, por supuesto.
Húmeda, resbaladiza y muy apetecible. Será el cielo total para mi pene, pero
todavía no. En primer lugar voy a demostrar mi total control sobre ella, como
yo puedo castigarla con un placer intenso.
Comienzo a usar la lengua con
gran efecto sobre su clítoris, suavemente girando alrededor, mientras también
uso mis dedos para acariciar expertamente su punto G al mismo tiempo. Sé que
esto va a ser intensamente estimulante para ella, sobre todo porque ella es
incapaz de alejarse de mi tacto. Pero ese es el tema. La miro de cerca para
determinar cuándo ha alcanzado el límite de lo que puede absorber, mientras
arquea la espalda y grita ante la intensidad de las sensaciones que estoy
creando para ella.
—Lo sé, nena —, le susurro.
No voy a dejar que se corra
hasta que decida que es el momento adecuado. Esto es lo que puedo hacer para
infligir un castigo por su comportamiento desafiante y desobediente. Todavía
puedo dominarla, por tener el control total de su tormento placentero.
—Por favor —, me pide.
—Di mi nombre —, le ordeno.
Me encanta la manera
jodidamente sexy en que dice mi nombre, el tono entrecortado de su voz cuando
está excitada como en estos momentos. Nadie ha dicho nunca mi nombre de esa
manera, sólo Anastasia.
—Christian —, consigue jadear.
Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
350
—Una vez más.
—Christian, Christian,
Christian Grey —, grita.
—Eres mía —. Reclamo a
Anastasia. Ella es mía y sólo mía, y voy a hacer lo que sea necesario para que
se quede conmigo.
Ha llegado el momento de poner
fin a su tormento, así que con un toque final con mi lengua experta la envío
directamente al clímax. Y es el orgasmo más intenso, más poderoso y más largo
que jamás ha experimentado, se queda sin sentido, apenas consciente de su
entorno mientras su éxtasis sigue y sigue. Estoy más allá de mis sueños más
salvajes al haber conseguido esto con Ana, y ni siquiera hemos acabado todavía.
Le doy la vuelta para que
quede de espaldas. Si es posible, se ve aún más fantástico en este ángulo. Las
suaves curvas completas de su culo delicioso se colocan delante de mí, listo
para la siguiente etapa.
—Vamos a intentarlo así nena.
Si no te gusta, o es demasiado incómodo, me lo dices y paramos —, intento
tranquilizarla, pero lo único que podemos hacer es murmurar mientras sigue
bajando de su intenso orgasmo.
Wow. Ana es tan jodidamente
receptiva. Creo que jamás he visto a una mujer tener un orgasmo tan intenso
antes. Así que lo que estoy planeando a continuación debería ser jodidamente
increíble, pero tengo que hacer las cosas con mucho cuidado. Esto es lo que
puedo hacer por ella, esto es lo que puedo usar de mi vasta experiencia de
mierda para planear y crear increíbles experiencias sexuales, para nosotros, no
sólo para mí.
Tiro de ella hacia mi regazo.
—Inclínate hacia abajo, nena.
La cabeza y el pecho en la cama.
Ella cumple sin rechistar,
feliz de que siga controlando su placer sexual. Así es como debe ser. Pongo sus
muñecas por detrás por lo que puedo atarlas junto a los tobillos en la barra
separadora. Este es el paso siguiente, la progresión natural para una mujer
como Ana que le gusta que la aten. Las manos, así como los tobillos
—Ana, se te ves tan hermosa —,
le susurro, mientras que me enfundo un condón. ¿Cuántos días más con estos
hijos de puta? No falta mucho. Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
351
Para mí, esto es la perfección. Control total y absoluto, con
la vista más perfecta de Anastasia. Puedo llegar a ver hasta el último detalle
de su dulce coño, pequeño y hermoso, y también la oportunidad de ver su culo
apretado, arrugado y virginal, que quiero reclamar un día, cuando ella esté
preparada para dar ese paso. Por ahora me doy por satisfecho de poder pasar
simplemente un dedo por el misterioso orificio mientras siento como se tensa y
contiene el aliento. De inmediato le aseguro que no voy a hacer nada que ella
no me pida. Entiendo que se sienta vulnerable, y no quiero abusar de la
confianza que ha depositado en mí.
—Cuando estés lista, quiero
que lo estés. Hoy no, dulce Ana, pero un día... Te deseo en todos los sentidos.
Quiero poseer cada centímetro de ti. Eres mía.
Paso mis dedos alrededor para
comprobar que todavía está húmeda y resbaladiza, lo suficiente para poder
tomarla inmediatamente. Voy a penetrarla muy profundamente en esta posición,
así que debe estar preparada para mí. Pero Ana nunca falla, ella sigue estando
jodidamente húmeda y jugosa para mí.
Así que penetro profundamente
en ella, saboreando su exuberancia que me absorbe.
— ¡Aagh! — grita Suavemente,
así que me detengo inmediatamente.
— ¿Estás bien? — Compruebo,
porque no quiero hacerle daño, me preocupa haber ido demasiado lejos.
Por supuesto, mis sumisas
siempre solía tomar lo que les hacía sin quejarse, pero les gustaba que les
doliera, por ser castigadas, por lo que era diferente. Admítelo Grey, todavía
te gusta duro y brusco, al igual que al hijo de puta de Hyde. Cada sumisa era
un receptáculo más que adecuado para tus necesidades, ¿por lo que realmente
eres diferente de él?
—Con cuidado... tengo que
acostumbrarme —, susurra Ana, no parece estar molesta, así que voy sobre
seguro.
La muevo con cuidado para
luego empujar hacia atrás varias veces, lentamente y con cuidado, para ajustar
el ángulo y la profundidad de mi verga en esta posición fantástica. La lentitud
significa que puedo sentir sus paredes, como me agarran, al parecer para
extraerme, animándome para llenarla por completo. Me encanta sentir la punta de
mi polla llegado hasta el final de sus profundidades. Es fantástico, nos
fusionamos para encajar a la perfección una vez más. Conociendo a cincuenta
sombras G.E. Griffin
352
Ana grita de placer cada vez que doy otra estocada.
—Sí, ahora sí —, murmura.
Así que ahora empiezo a
moverme más rápido, elevando el placer, la tensión exquisita que sólo puede
liberarse cuando volamos por encima del límite juntos. Siento como empieza a
temblar de nuevo, y sé que está cerca, tan cerca, y hace que la alegría que
siento de estar compartiendo esta experiencia intensa con mi dulce niña, mi
dulce chica que le gusta estar atada sólo para mí, es una versión aún más
gloriosa. Ella grita mi nombre cuando se corre, su estrechez y sus convulsiones
maravillosamente se ajustan alrededor de mi polla y me envían al borde. Juntos
podemos volar, mientras yo grito también su nombre, estallando con fuerza en
sus profundidades mientras nos derrumbamos juntos.
~~~
La tiendo en la cama para
liberarla de las ataduras, luego le doy un masaje en los tobillos y las muñecas
para aliviar cualquier malestar. La tomo en mis brazos, mientras sigue,
aturdida y atontada, pero de la mejor manera posible. Se queda dormida en mis
brazos. Miro con asombro mientras ella duerme. Se ha tomado esta experiencia
increíblemente bien. Ella es increíble. Ella es mi Anastasia. Ahora y siempre.
Siempre.
—Pude verte dormir para
siempre, Ana —, le susurro mientras se agita y la rodeo con mis brazos aún con
más fuerza. —No quiero dejarte ir.
—No quiero irme. No dejes irme
nunca —, murmura adormilada.
—Te necesito —, le susurro en
respuesta.
Necesito a Ana como necesito
el aire para respirar. Ella es mi salvación, mi razón de vivir.
Una de mis ocupaciones
favoritas es verla dormir, pero debo concentrarme en los planes de futuro.
Voy a ver el terreno en el que
podría construir nuestro nuevo hogar juntos, ya que mi agente inmobiliario me
ha hablado de un lugar con vistas a la bahía que ha entrado en el mercado. No
le he contado nada al respecto a Ana, ya que si es el adecuado, y me gusta, me
la llevaré allí como una sorpresa, ya que quiero comprobar si le gusta de
verdad antes de seguir adelante y comprarla. Si dice que sí, podría ser donde
pasemos el resto de nuestras vidas juntos. Conociendo a cincuenta sombras G.E.
Griffin
353
Y mañana voy a ver los diamantes que han conseguido para mí
en Cartier, no tenían nada que yo consideraría lo suficientemente grande en su
stock. Les he informado que el dinero no es un problema, simplemente estoy
interesado en el más fino, el diamante de más alta calidad para el anillo de
compromiso de Anastasia, por lo que han estado buscando por todo el país para
tener una selección interesante donde elegir. Ya les dije que el anillo debe
estar listo para el sábado, porque tengo planes para ese día, lo que significa
que tengo que tener el anillo perfecto listo a mi disposición.
Pero todos estos planes serán
por nada, si nuestra velada programada para mañana, la cita con el bueno del
doctor Flynn, no va bien. Sería como ponerle palos a una rueda si Ana no se
siente complacida por lo que dice. Todavía no me ha dado ningún tipo de
respuesta a mi propuesta, y aún podría rechazarme si Flynn la asusta de alguna
manera. Pero ha insistido en que quiere hablar con él antes de darme una
respuesta, no tengo más remedio que cumplir con sus deseos, espero que no lo
haga. Tal vez a estas horas, mañana, me habrá sacado de mi agonía y habrá
accedido a ser mi esposa. Eso es en lo que he depositado todas mis esperanzas,
de todos modos. Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
354
Capítulo 49
Compras
Naturalmente autorizo a Welch para
seguir adelante y poner en marcha sus recomendaciones para reforzar la
seguridad en SIP y para controlar todas las entradas y salidas del edificio.
Todo sucedió ayer con tanta rapidez que no tuve tiempo de organizar nada para
vigilar a Hyde antes de que fuera escoltado fuera de las instalaciones, y ahora
el hijo de puta no se encuentra en su residencia habitual y parece haber
desaparecido de nuestro radar, lo que es inquietante y preocupante. Sin embargo
Welch está trabajando en ello.
Así que no
estoy cómodo dejando a Anastasia ir a trabajar por su cuenta, al menos no hasta
que Taylor tenga la oportunidad de revisar los alrededores. A pesar de que la
dejé conducir su nuevo Saab me siento con ella mientras Taylor nos sigue. Joder
estoy encantado de que por fin me dejara comprarle un coche, y me alegra
realmente ver lo emocionada que está Ana con esto, mientras me dice que le
gusta mucho más que el Audi “especial para sumisas”. Es mejor dar que recibir,
es lo que la Biblia nos dice, y yo estoy con el Buen Dios en este caso. Hay
algunos regalos más en camino si logro lo que me propongo.
Pero,
francamente su forma de conducir me pone jodidamente nervioso. Aunque la verdad
me pasa siempre si no soy yo quien conduce, en realidad no me gusta que nadie
que no sea Taylor me lleve. Al igual que muchas de las mujeres, Ana parece
tener problemas para mantener su mente en el camino, pero se enoja conmigo
cuando le recuerdo que se concentre. Finalmente llegamos al estacionamiento de
una sola pieza, y me digo a mí mismo que no me preocupe mucho, ya que Ana ha
estado conduciendo desde hace varios años sin haber tenido accidentes, solo una
multa de tráfico y una citación. ¿Cómo puedo saber esto? Porque tengo su
registro, por supuesto, antes de darle un coche potente para conducir tenía que
estar tan seguro como fuera posible que no iba a ser una conductora imprudente
o peligrosa.
Mientras Ana
estaciona, Taylor discretamente lleva a cabo su vigilancia y espera para
recogerme. Al menos, el edificio de SIP sólo tiene una entrada, así que será
bastante fácil de controlar. Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
355
Antes de irnos por caminos separados, mientras estamos en el
estacionamiento le recuerdo a Ana acerca de nuestra cita con Flynn a las siete
de esta noche, sin duda el charlatán caro, como lo llama Ana, experimentará un
gran placer al cobrarme extra por darnos una cita esta noche en tan poca
antelación. Pero no me puedo quejar, ya que es realmente bueno entendiendo mis
necesidades únicas, y yo realmente no me preocupo ni un poco por el dinero como
sabe de sobra, simplemente forma parte de nuestras bromas habituales. No sé
cómo habría logrado superar la ruptura con Ana sin su apoyo. Me llamó
brevemente anoche, le preocupaba que estuviera pidiendo una consulta urgente.
Creo que se tranquilizó cuando le dije que Ana quiere verse con él, pero se
sorprendió cuando le dije por qué.
—Le he pedido a Ana que se
case conmigo, pero ella no me va a dar su respuesta hasta que haya hablado
contigo — le expliqué.
— ¡Guau! ¿Qué pasó con tomarse
las cosas con calma, un paso a la vez, Christian?
—Mira John, cuando está bien,
es lo correcto. Me enorgullezco de ser decisivo, y de tener mis propias ideas.
Sé que quiero estar con Ana para el resto de mi vida. Y no olvides que fuiste
tú quien me mostró el camino a seguir, me dijo que trabajara hacia mi objetivo
de tener una relación amorosa y comprometida con ella. SFBT y toda esa mierda.
Me dijiste que me lo tomara más en serio, y lo hice. Deberías estar encantado.
—Te dije que trabajaras para
lograrlo, no que saltaras a ciegas. Pero vamos a hablar de ello mañana —
sugirió.
Así que estoy preocupado por
esta noche. ¿Qué pasa si Flynn dice algo que hace que Ana me quiera dejar? Ella
debe tener serias dudas, de lo contrario ya habría respondido a mi propuesta.
Definitivamente, algo está deteniendo su respuesta, y me gustaría saber lo que
es, así podría arreglarlo. A lo mejor solo puso buena cara a la aceptación de
mi peor mierda. Tal vez piensa que voy a necesitar a Flynn cuando me rechace,
tal vez tiene miedo de que vaya a tener un colapso mayor. No se equivoca con
eso, Grey.
Pero me doy cuenta de que es
más complicado que eso, cuando hablamos de la cita, ella anuda sus dedos
nerviosamente indicando su inseguridad, mientras trata de explicarme que tiene
miedo de no ser suficiente para mí, que vaya a encontrar alguien más, alguien
que esté en la escena BDSM y le guste toda la mierda pesada que a ella no le
gusta. He estado allí, he hecho eso. Es hora de seguir adelante. Conociendo a
cincuenta sombras G.E. Griffin
356
Estoy frustrado porque Anastasia parece que no puede aceptar
que ella es mucho más que “suficiente” para mí. Ella es la única mujer con la
que jamás he tenido ningún tipo de conexión emocional.
—Sólo has sido tu Ana.
—Porque nunca les diste una
oportunidad. Has pasado demasiado tiempo encerrado en tu fortaleza, Christian.
Mira, vamos a hablar de esto más tarde. Tengo que ir a trabajar. Tal vez el Dr.
Flynn puede ofrecernos su visión — sugiere.
Bueno, al menos en esto puedo
estar de acuerdo. Viendo que ella no va creer mi palabra, tal vez Flynn puede
hacer que entienda que sus temores de no ser suficiente para mí son
completamente ridículos.
~ ~ ~
Me concentro en adelantar algo
de papeleo pendiente mientras Taylor me lleva a mi primera cita. Nunca he estado
satisfecho con tener éxito, ni me he dormido en los laureles. Siempre planifico
el futuro, buscando tener varios tratos potencialmente lucrativos sobre la mesa
en todo momento, por lo que no puedo permitirme el lujo de quitar mi ojo del
balón mucho tiempo, por muy bueno que sea el personal que me rodea. La
responsabilidad es mía, la última palabra sobre cualquier acuerdo siempre es
mía.
Esto no era un problema, ya
que estaba más que feliz en trabajar largas horas durante la semana, sólo
reservando un tiempo de inactividad el fin de semana con mi última sumisa, para
aliviar la tensión que inevitablemente se acumulaba. Ese era básicamente el
único propósito de una sumisa, aliviar mi tensión sexual. Es por eso que las
sesiones con ellas eran a menudo muy largas. Yo era un chico con una cantidad
infernal de tensión que necesitaba ser liberada el fin de semana, incluso
después de hacer ejercicio con Claude varias veces a la semana.
Pero ahora, con Ana en mi casa
toda la semana, lo que por supuesto me encanta, significa que tengo más
distracciones de mi trabajo, y no sólo porque quiero follar todo el tiempo.
Ayer por la noche después de cenar le dije que tenía que trabajar durante un
par de horas, lo que normalmente sería lo mínimo que haría. Pero me di cuenta
de que una vez que adelanté todos los asuntos más urgentes, mi mente seguía a
la deriva, pensando en Ana, y quería asegurarme de que ella estaba bien. Así
que, de hecho, pasé solo una hora en el trabajo antes de dirigirme a su
encuentro, y la encontré husmeando en mi cuarto de juegos. Pero su curiosidad
resultó muy conveniente para nosotros. Conociendo a cincuenta sombras G.E.
Griffin
357
Tuvimos una follada realmente sorprendente usando la barra
separadora para atarla, y creo que es un buen presagio para nuestra fuckfun
futura. Sra. Me-encanta-kinkyfuckery Grey.
Así que es sobre nuestro
futuro de lo que mi primera cita de esta mañana se trata. He quedado con la
asesora inmobiliaria, la señorita Olga Kelly, de la propiedad con vistas a “The
Sound”, que ha salido a la venta. Ella está encantada con la maravillosa vista,
pero no voy a creer nada hasta que lo haya visto con mis propios ojos.
Doy a Taylor el código de la
puerta de seguridad que la señorita Kelly me envío, y seguimos el camino hasta
la casa. Los detalles de la propiedad son que se trata de una casa de doce mil
pies cuadrados en un terreno de seis acres. No estoy interesado en la casa,
incluso la agente admite que está deteriorada y necesita una reforma.
Ubicación, ubicación,
ubicación eso es lo que importa, no la casa. Por eso se puede fijar el precio
de venta en nueve punto cinco millones de dólares, que serían más si la casa no
estuviera tan descuidada. Si la ubicación es tan buena como parece en papel y
sigo adelante con la compra, mi plan es demoler la casa existente y construir
algo nuevo a partir de cero, utilizando las últimas técnicas ecológicas. Eso
fácilmente podría terminar costándome al menos otros diez millones de dólares.
Pero eso no me preocupa, soy un jodido multimillonario, así que por supuesto me
lo puedo permitir, y qué mejor que gastar mi dinero duramente ganado en un
hogar para Anastasia y para mí. La construcción de una nueva casa es la
especialidad de Elliot, y por mucho que le guste bromear, sé que puedo confiar
totalmente en su juicio para estos asuntos. Regresará mañana, y a pesar de su
molesto comportamiento, lo he extrañado y estoy muy ansioso por verlo de nuevo.
Lo traeré aquí para que me dé su opinión, si resulta que voy a comprar este
lugar, pero eso sólo será si también le gusta a Ana.
Al entrar, he de señalar que
el terreno es bastante impresionante, hay una zona boscosa, y también una
pradera, no sé lo que haría con eso, pero no me preocupa por ahora. Por lo
menos, proporciona buena protección para la casa, que no se puede ver en
absoluto hasta que llegas a la curva final. Me gusta mucho la privacidad que
ofrece el lugar.
La señorita Kelly está
esperándonos en la puerta. Me hubiera sorprendido si no hubiera sido así, su
comisión, si ella logra la venta, será bastante impresionante, así que no hay
duda de que hará lo imposible para convencerme de comprar como pueda. Y como es
habitual reacciona como suelen hacerlo todas las mujeres con mi aspecto, me
mira fijamente cuando salgo del coche, Conociendo a cincuenta sombras G.E.
Griffin
358
creo que probablemente me dejaría hacerle lo que yo quisiera.
No me interesa en lo más mínimo, estoy comprometido. Al menos eso espero.
Empieza a hablarme de la casa,
pero levanto mi mano.
—No tenemos mucho tiempo,
señorita Kelly. No estoy interesado en la casa porque la voy a demoler. Lo
único que me interesa es la vista. ¿Así que muéstreme el camino?
Parpadea sorprendida ante mi
brusquedad, antes de recuperar la compostura.
—Por supuesto, Sr. Grey. Soy
consciente de que usted es un hombre muy ocupado — dice sonriendo, mientras se
abre el camino a través de la casa, con Taylor siguiéndonos.
Nos conduce a través de varias
habitaciones de la casa a unas puertas francesas que se abren y luego sale
hacia una terraza de piedra, con vistas a una zona del gran jardín.
Al mirar hacia arriba, tengo
la imagen panorámica completa. La vista. La vista más impresionante. Y
experimento uno de esos raros momentos en que el mundo parece dejar de girar
durante unos segundos, mientras disfruto de esto.
El cielo azul, el sol
brillando sobre el agua, que se extiende en la distancia hacia la isla
Bainbridge, y más allá el Parque Nacional Olympic. Una fantástica vista, sin
interrupciones.
Es todo y más de lo que podía
haber esperado. Muchas veces, cuando he estado navegando y miro hacia la costa,
he pensado en lo maravilloso que sería vivir en un lugar que este sobre “The
Sound”. Me encanta el mar, ya sea en calma o tormenta, de alguna manera llama a
algo en mi naturaleza. Tal vez porque el mar parece fundirse con el cielo, y
los dos son grandes espacios libres abiertos. Navegar y volar, dos de mis
grandes amores. Poder mirar desde mi dormitorio y ver grandes extensiones tanto
de la mar como de cielo cada día sería perfecto. Al menos lo sería, si tuviera
Anastasia allí para compartirlo conmigo.
Al mirar a la vista, tengo la
extraña experiencia. Me siento como si hubiera vuelto a casa, como si este
fuera mi hogar, como si sintiera nostalgia, a pesar de que no sabía que existía
hasta ahora. Tal vez porque la casa de mis padres se asoma sobre el agua, tal
vez eso es parte de esto.
Pero rápidamente regreso de mi
momento especial. Hay aspectos prácticos a tener en cuenta. Conociendo a
cincuenta sombras G.E. Griffin
359
—Taylor, ¿sería muy difícil tener una propiedad como esta
frente al mar bien asegurada?
—Tendría que trabajar en
detalle con Welch. La ubicación requiere medidas adicionales para ser puestas
en su lugar, y puede ser que tenga que llamar a algunos asesores
especializados. Pero es manejable, siempre y cuando esté preparado para
invertir en el equipo adecuado — confirma. Lo que quiere decir todo el tiempo
que depende de si estoy dispuesto a pagar, y como él bien sabe que el dinero no
es un problema para mí cuando se trata de seguridad, hace de su trabajo y el de
Welch mucho más fáciles. Si ellos dicen que necesitamos algo de equipo nuevo o
un nuevo vehículo, yo nunca pongo objeciones. Ellos lo quieren, lo tienen, lo
mejor que haya.
—Así que, Sr. Grey, ¿qué le
parece? ¿Impresionante panorama no es cierto? — Miss Kelly intenta convencerme,
sabiendo que hasta ahora la vista habla por sí sola.
—Si a mi novia le gusta,
podría estar interesado. La traeré para que lo vea. Reunámonos aquí a las ocho
de esta noche — Será entonces el crepúsculo, la luz será perfecta. Twilight,
Edward y Bella. Christian y Ana. Oh, por el amor de Dios Grey, has estado
escuchando a Mia demasiado tiempo con toda la mierda de vampiros. — ¿Y señorita
Kelly? No muestre a nadie más la propiedad, o cualquier acuerdo potencial
quedará cancelado.
Asiento con la cabeza a
Taylor, y nos dirigimos de nuevo al coche, dejando a la señorita Kelly de pie
con la boca abierta. Sólo hemos estado aquí durante unos minutos. He visto todo
lo que necesito ver, y no tengo tiempo para charlas. Todo lo que necesito de
ella es que siga con su trabajo y haga los arreglos necesarios que he
solicitado, si quiere que el acuerdo se concrete.
La verdad es que me encanta
este lugar, y me volvería para comprarlo en un instante, pero no puedo
permitirme pensar demasiado en las posibilidades de vivir aquí hasta que
averigüe si a Ana le gusta también. Puede ser que lo odie, aunque realmente no
veo cómo eso podría pasar. Le encantó cuando la lleve a planear y navegar, ella
lo disfrutó mucho, así que creo que también le gustaran las magníficas vistas
al mar y al cielo de este lugar. No puedo ni pensar en cómo me voy a sentir si
a ella no le gusta, porque querrá decir también que ella me está rechazando.
Supe inmediatamente que había algo acerca de este lugar, una conexión especial.
Realmente puedo ver que viviríamos aquí juntos por el resto de nuestras vidas.
Pero, naturalmente, no le digo nada de estos pensamientos a la agente
inmobiliaria. Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
360
— ¿Vamos a Cartier, señor? — Pregunta Taylor, y justo cuando
nos vamos, mi móvil vibra en mi bolsillo. Es Ana, y estoy preocupado
inmediatamente por si algo va mal, ella no suele llamar, me escribe a menos que
sea algo urgente o importante.
—Anastasia. ¿Estás bien?
—Acaban de proponerme aceptar
el puesto de Jack, de manera temporal — suena muy sorprendida.
— ¡Estás bromeando!
¡Mierda! Sé que le dije a
Jerry Roach que Ana era uno de los empleados que no se colocan en la lista “de
riesgo” de los que están siendo considerados para despidos ¿pero darle el
trabajo de Jack? ¿En serio? ¿A qué está jugando?
— ¿Tuviste algo que ver con
esto? — me dice bruscamente.
—No. No, en absoluto. Quiero
decir, con todo respeto, Anastasia, sólo has estado allí durante una semana o
algo así, y no quiero ser poco amable.
—Lo sé. Al parecer, Jack
realmente me apreciaba.
Sólo escuchar a Ana mencionar
el nombre del hijo de puta me hace hervir la sangre. Tengo una sesión reservada
con Claude esta tarde, así que estoy esperando a ventilar mi frustración sobre
Hyde con él para tratar de sacarlo de mi mente. Pero por lo que al trabajo se
trata, a pesar de su falta de experiencia, tengo la extraña sensación de que
Ana no tendrá ningún problema, de hecho. Y mi instinto rara vez se equivoca en
estas cosas.
— ¿Ah sí? Bueno, nena, si
creen que puedes hacerlo, estoy seguro de que puedes. Felicitaciones. Tal vez
deberíamos celebrarlo después de haber visto a Flynn.
El Club High Mile. He estado
planeando llevarla a mi club en algún momento, así que esto parece una ocasión
propicia para promulgar una pequeña escena que he estado muy ocupado
imaginando. Una muy sucia y traviesa escena, en realidad. Joder ella me
encanta. Pero antes de que mi imaginación se vaya demasiado lejos, vuelvo al
momento porque Ana parece enojada conmigo.
—Mmm. ¿Seguro que no tienes
nada que ver con esto? —Me pregunta con recelo. Conociendo a cincuenta sombras
G.E. Griffin
361
¿Por qué está siendo tan difícil con esto? Da la casualidad
de que no orqueste su promoción, ya que ella no tiene la experiencia necesaria
todavía. Tendría que confiar en mí, realmente no me gusta que me llamen
mentiroso.
— ¿Dudas de mí? Me irrita que
lo hagas.
—Lo siento — suspira.
Su disculpa susurrada saca
toda la ira fuera de mí, y me recuerdo a mí mismo que debo estar orgulloso de
Ana por querer valerse por sí misma, y que debería estar contento de que ella
no me está pidiendo que tire de los hilos por ella.
—Si necesitas algo, dímelo.
Voy a estar aquí. ¿Y Anastasia?
— ¿Qué?
—Usa tu BlackBerry.
No habrá más desastres
potenciales. Si ella se convierte en una parte permanente de mi mundo como yo
espero, tendrá que tener cuidado con la seguridad para el resto de su vida, por
lo que bien podría empezar a acostumbrarse a ello ahora. Simplemente va con el
paquete, es parte del precio que pagamos por ser mega-ricos.
—Sí, Christian.
—Lo digo en serio. Si me
necesitas, estoy aquí — Yo
siempre estaré aquí para ti, nena. Siempre.
—Está bien.
Será mejor que me vaya. Tengo que cambiarme de oficina.
—Si me
necesitas. Lo digo en serio — Esperando que ella me crea.
—Lo sé,
gracias, Christian. Te amo.
Escuchar esas
dos palabras me hace sonreír, una maldita estúpida sonrisa en la cara. Nunca me
canso de oírla decir que me ama. ¿Tal vez esto significa que ella va a decir
que sí?
—También te
amo, nena.
Taylor
sabiamente se concentra en la carretera, a pesar del hecho de que él puede oír
cada palabra. Sí, me estoy ablandando con la edad. Conociendo a
cincuenta sombras G.E. Griffin
362
—Hablaremos más tarde — Ana promete.
—Adiosito nena.
A continuación, llamo al club
para reservar mesa para esta noche, y yo les doy instrucciones muy precisas
sobre el menú que quiero que sirvan. He tenido este plan en mi bolsillo trasero
desde hace un tiempo, que será una recuperación de la inversión por el
comportamiento tan frustrante de Ana en The Heathman, y lo frustrado que estoy
porque ella me mantiene colgando por no responder a mi propuesta.
Entonces llamo a Gail para
decirle que no vamos a ir a cenar a casa. También le señalo que quiero que el
arreglo floral de la mesa del vestíbulo de entrada sea retirado. Tengo planes
para esa mesa. Planes muy imaginativos, el primero de muchos de estos planes.
—Pueden estar dándole rinitis
a la señorita Steele — le digo. —Así que pensé que deberíamos ver el efecto que
tiene si no están.
Simplemente estoy buscando una
superficie agradable. Debo recordar comprobar el ángulo de la cámara de CCTV en
el vestíbulo. No quiero que Taylor tenga un espectáculo porno gratis si
necesitara revisar las imágenes por alguna razón.
—Por supuesto, Sr. Grey. No
era consciente de que la señorita Steele sufría de alergias — Será porque no las tiene. — ¿Le gustaría que cancele el arreglo
floral habitual? — Gail ofrece amablemente.
—No, gracias,
Gail. Las flores pueden resultar no ser el problema, por lo que sugiero que
solo muevas el arreglo existente, ¿tal vez a las habitaciones del personal?
—Como usted
desee, señor Grey.
—Y Gail, no
requerimos de sus servicios, ni de los de Taylor esta noche, así que sugiero
que ambos se tomen la noche libre.
— ¡Oh! ¿Está
seguro, Sr. Grey?
—Lo estoy.
Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
363
—Bueno, gracias, eso sería muy agradable. Aunque, por
supuesto, señor, si usted cambia de opinión y necesita ayuda, estaremos en las
habitaciones del personal
Para lo que tengo en mente,
ciertamente no requeriremos ninguna ayuda. Sólo el apartamento para nosotros.
Veo la mirada de Taylor en el
espejo retrovisor mientras está conduciendo, y creo que veo una pequeña sonrisa
en su rostro ante la perspectiva de una noche con Gail. Parece que ya está
ocupado haciendo sus propios planes. Perfecto.
Esta charla de flores me da
una idea, así que llamo a la florista. Quiero dictarle el mensaje personal para
la tarjeta yo mismo, por lo que no le pido a Andrea que haga el encargo por mí.
Pido una enorme cesta de rosas rosadas y blancas que se entregarán en la oficina
de Ana, para felicitarla por su ascenso. Recuerdo que mi madre odia las rosas
modernas producidas en masa que no tienen perfume, porque dice que una rosa no
es una verdadera rosa si no tiene un olor maravilloso. Así que específicamente
pido que las rosas que he ordenado deban ser perfumadas.
Después de que me han
garantizado que la cesta se entregará tan pronto como la tengan preparada hago
mi próxima llamada, mientras seguimos con el tráfico de camino a Cartier.
—Roach. Grey. ¿Qué coño estás
haciendo al nombrar a la señorita Steele para reemplazar a Hyde? Ha estado en
la empresa sólo cinco minutos.
—Buenos días, Sr. Grey. En
realidad, eso es exactamente por lo que ha sido nombrada la señorita Steele.
—Explícate.
—Insistir en que Hyde fuera
despedido con efecto inmediato nos puso en una situación incómoda, ya que como
usted bien sabe, no estamos autorizados a contratar personal nuevo bajo los
términos de la toma de posesión, al menos hasta que la reestructuración se haya
completado. Y ningún otro empleado con más antigüedad podía ser ascendido para
el cargo, si luego corre el riesgo de ser despedido...
—Tendría derecho a una
indemnización por despido mucho más alta que alguien que apenas ha llegado a la
empresa — No quiero discutir con él esto, ya Conociendo a cincuenta sombras
G.E. Griffin
364
que, en realidad tiene mucho sentido dejar que Ana tome la
posición por el momento, al menos hasta que se complete la reestructuración.
—Pero tengo que decir con toda
justicia debida que señorita Steele ha causado una impresión muy buena hasta
ahora. Así de esta manera, ella tiene la oportunidad de probarse a sí misma, y
nosotros tenemos a alguien que cubra el puesto. Yo lo veo como una situación en
la que todos ganamos, Sr. Grey.
—En el futuro, debo ser informado
antes de que ejecuten cualquier nombramiento. No me gusta escuchar sobre los
cambios de segunda mano, cuando ya han sido implementados. No es así como se
hacen las cosas en Empresas Grey.
—Pensé que por eso seguimos
siendo Editores Independientes de Seattle, en realidad — dice Jerry con
acritud, claramente resentido por todo lo relacionado con esta adquisición. Por
algo se llaman adquisiciones hostiles.
—He decidido que va a ser
Editorial Grey, una subsidiaria de Empresas Grey.
No había tomado una decisión
hasta este momento, pero la actitud de mierda de Roach me ha dado ganas de
poner mi marca muy firme en esta empresa. Y Editorial Grey me está llamando
para hacerlo.
~ ~ ~
Miro a la selección de grandes
diamantes dispuestos frente a mí. Hay seis. Cinco son cuadrados o
rectangulares, uno es oval. Todos son de la más alta calidad en relación con
las cuatro C: corte, claridad, color y peso en quilates (Carats). Siempre hago
mi tarea, así que sé qué cualidades constituyen un buen diamante.
Josh Andrews, el chico que me
atiende en Cartier, me explica acerca de las formas, los diferentes cortes y
los atributos de cada uno de los diamantes, pero realmente no estoy escuchando.
En lo que a mí respecta, es un hecho que cada diamante es de la mejor calidad posible,
o no me lo mostrarían. Así que me estoy imaginando cómo se vería cada uno en el
dedo de Anastasia.
Algunos Dominantes dan a sus
sumisas un collar para denotar propiedad. Otros insisten en anillos y cadenas
que sus sumisas llevan como símbolo de su propiedad, o les obligan a hacerse
tatuajes o piercings, algunos de los cuales pueden ser muy personales e
íntimos. Nunca estuve interesado en ese tipo de exposición pública de
propiedad, para decepción de algunas de mis sumisas, porque les hubiera encantado
un símbolo evidente de que yo era su dominante. Conociendo a cincuenta sombras
G.E. Griffin
365
Pero siempre he considerado a mis sumisas como mis privadas y
contratadas socias sexuales, a las que, por supuesto, cuidaba muy bien mientras
estuvieron bajo contrato, pero yo nunca consideré que fuera una disposición
potencialmente permanente.
Pero ahora lo que realmente
quiero es hacer alarde de la relación que tengo con mi novia. Joder, me
encantaría ver el simbolismo de Anastasia llevando un anillo que yo le he dado.
Quiero que el mundo vea que ella me pertenece, que estamos totalmente
comprometidos el uno con el otro.
Tomo el diamante rectangular,
que me informa Andrews es un corte esmeralda. Es agudo, angular, y me recuerda
a uno que Elena lleva. Decido instantáneamente que no es el correcto para Ana y
lo rechazo. Miro de cerca a cada diamante a su vez, pero los rechazo, ya que
parecen demasiado duros y ostentosos para mi dulce niña. Hasta que tomo el
diamante oval.
Este es curvilíneo y
redondeado y se siente mucho más agradable al tacto que los diamantes cuadrados
cuando lo enrollo alrededor de mis dedos. Es una forma mucho más suave, al
igual que mi Ana. Andrews se da cuenta de mi interés.
—Eso es un diamante particularmente
fino y único, Sr. Grey, por lo que sólo pudimos localizar uno de ese tipo. Se
trata de un diamante de diez quilates, ha sido clasificado como un impecable
grado D, por lo que es un diamante del color blanco más puro posible.
Lo sostengo contra mi dedo,
para procesar y juzgar la forma en que se sentaría en el pequeño y delgado dedo
de Ana.
—La forma ovalada hace que se
ajuste muy cómodamente en el dedo, sobre todo si la dama en cuestión tiene una
mano delicada. Esto hace que sea un diamante muy práctico para el uso diario —
continúa Andrews. — Por supuesto, usted podría agregarle diamantes adicionales
a la montura si así lo desea.
—No. Quiero solo este
diamante, pero quiero ponerlo en una banda de platino, simple y sencilla. Y
quiero en el interior de la banda esté grabada con nuestras iniciales, una 'A'
dentro de una 'C', alternando con un signo de infinito, grabado en la parte
interior de la banda.
He tomado mi decisión. El
diamante oval es incuestionablemente el correcto para Anastasia. Es justo como
ella. Naturalmente bella, sin necesidad de embellecimiento. Pido una hoja de
papel y rápidamente dibujo el tipo de Conociendo a cincuenta sombras G.E.
Griffin
366
montura que quiero. Sencillo y sin complicaciones para
mostrar la belleza del diamante.
También quisiera señalar
exactamente cómo quiero que el símbolo de infinito y nuestras iniciales sean
grabadas. La 'C' de Christian protectora curvándose alrededor de la 'A' de
Anastasia. Luego le doy el trozo de cinta con el que tomé cuidadosamente el
tamaño del dedo de Ana mientras dormía anoche. Así que ahora tiene todo lo que
necesita para seguir adelante con el anillo, también le instruyo para que me
llamen si tienen alguna duda o inquietud sobre la construcción del anillo de
compromiso de Ana. No quiero ningún desastre. Quiero que sea perfecto. El
anillo perfecto para la chica perfecta.
—Por supuesto, Sr. Grey.
¿Desea tener una argolla de matrimonio que haga juego hecha al mismo tiempo?
¿Tal vez una para usted también?
El símbolo máximo de compromiso
será su anillo de boda, por supuesto. Una argolla sólida, inquebrantable que
siempre use y no se la quite nunca una vez que la haya colocado en su dedo. Leí
en alguna parte que los anillos de boda se llevan en el dedo anular de la mano
izquierda porque la vena de este dedo va directamente al corazón. Me gustaría
que tuviéramos anillos de boda iguales, por lo tanto nuestros corazones
estarían vinculados con el símbolo de nuestros votos de boda. Pero Ana aún no
ha accedido a casarse conmigo, así que decido que es mejor no tentar a la
suerte en este punto.
—No. Decidiré sobre eso más
adelante.
—Muy bien señor Grey. El
anillo de compromiso se hará siguiendo sus especificaciones exactas, y yo
personalmente me aseguraré de que esté listo para que lo recoja el viernes.
Dejo Cartier habiendo gastado
tres millones de dólares en un anillo para Anastasia, creo que si lo supiera,
probablemente se sentiría muy incómoda. Pero estoy feliz. Joder me encanta
comprar regalos para ella, y tengo pensado gastar millones más si todo sale
como quiero. Es decir, si ella acepta mi propuesta y está de acuerdo en ser mi
esposa.
~ ~ ~
No soy el único que ha estado
haciendo compras al parecer. Esa noche, cuando estacionamos frente a la oficina
de Flynn, Anastasia me pasa una pequeña caja de regalo negra. Conociendo a
cincuenta sombras G.E. Griffin
367
—Toma. Esto es por tu cumpleaños. Quería dártelo ahora, pero
sólo si me prometes que no lo abrirás hasta el sábado, ¿de acuerdo?
—Está bien — ¿Por qué?
¿Qué es esto?
¿Por qué no puedo abrirla en este momento? Al sacudir la caja, suena
intrigante. Ana me está mirando, prácticamente se abraza con alegría. Así que
supongo que esto no es alguna clase de regalo de despedida, lo que fue mi
primera reacción, porque parece jodidamente feliz. Su placer infantil es
contagioso, y me encuentro a mí mismo sonriéndole. Me encanta que ella piense
en mí cuando estamos separados, y que planee pequeñas sorpresas. Todavía no
entiendo por qué me lo da ahora, pero voy a jugar a su pequeño juego, si la
hace feliz.
—No la puedes
abrir hasta el sábado — dice ella de nuevo, probablemente adivina que estoy
ansioso por saber qué coño me podría haber comprado.
—Lo entiendo.
¿Por qué me das esto ahora? — Le pregunto, mientras pongo el precioso paquete a
buen recaudo en el bolsillo de mi chaqueta.
—Porque puedo,
señor Grey.
— ¿Por qué?,
señorita Steele, has robado mi frase.
Aunque no
tengo la menor idea de lo que podría ser, sé que lo que hay dentro de la caja y
que hace un ruido tentador, desde luego no le costó tres millones de dólares.
Sin embargo, no tiene precio para mí, y lo mantendré conmigo en todo momento,
hasta que lo pueda abrir con Ana en mi cumpleaños.
Pero mi buen
humor se evapora rápidamente cuando me echan de nuestra sesión con Flynn. Al
parecer, Ana se sentirá más “cómoda” sin mí, sugiere Flynn, y Ana está de
acuerdo con él. Así que soy relegado a la sala de espera, donde tengo que
soportar los comentarios estúpidos de Martha, la recepcionista de John. Vaya,
por la forma en que ella se sonroja y aletea sus pestañas, uno pensaría que
ella tiene quince años en lugar de cerca de cincuenta.
Me siento
cerca de la puerta del consultorio, deseando poder probar si escucho lo que
están diciendo, pero por supuesto no puedo, no con Martha sentada allí
ruborizándose porque está babeando estúpidamente viendo mi maldita cara.
Dios, es tan
frustrante tener que esperar aquí, preguntándome qué carajo están hablando. De
mí, por supuesto. Cincuenta sombras de jodida locura. ¿Y por qué no se me había
ocurrido dar al traste con el estúpido NDA de mierda, me Conociendo a cincuenta
sombras G.E. Griffin
368
había olvidado por completo de que Ana y yo estamos mucho más
allá de necesitar algo por el estilo. Ahora parece que cree que todavía pienso
en ella como mi sumisa, o un empleado en quien no puedo confiar.
Trato de distraerme pensando
en lo bien que me sentí antes, cuando le saque la mierda a patadas a Claude en
nuestro entrenamiento. Imaginando que estaba tratando con ese maldito
delincuente de Hyde, lo que significó que logré golpearlo en el culo dos veces,
no puedo recordar que pasara anteriormente. Muy satisfactorio, y creo que
Claude estaba muy sorprendido por mi ferocidad.
Suspiro mientras miro mi reloj
por vigésima vez. ¿Qué les está llevando tanto tiempo? Seguramente debe haber
preguntado todo lo que pueda necesitar saber a estas alturas. Estoy jodido,
pero ella me está sanando. Fin de la historia.
Cuando veo que la media hora
de consulta acostumbrada se ha terminado decido que ya es suficiente.
Normalmente no soy un hombre paciente, por lo que creo que he sido muy
paciente, considerando todas las cosas, y muy consideradamente llamo a la
puerta antes de entrar. Ana me mira sorprendida, y luego mira otra vez a Flynn,
como si hubiera interrumpido una especie de confesionario, como si fuera su
sacerdote. Dios, es tan jodidamente frustrante quedar excluido de esta manera,
maldita sea, lo odio. Me hace sentir como un adolescente salvaje otra vez,
cuando mis padres discutían con mi último psiquiatra. Lo odiaba entonces, y es
seguro que lo odio ahora.
Pero Flynn sólo me sonríe con
calma. ¿Alguna vez pierde los estribos? me pregunto. Apuesto a que Rhian podría
contar un par cuentos e historias acerca de él, de lo que sucede detrás de
puertas cerradas entre ellos. No puede estar tan jodidamente tranquilo todo el
tiempo, ¿verdad? Entonces, ¿a quién le cuenta toda su mierda?
—Bienvenido de nuevo,
Christian — dice.
—Creo que se acabó el tiempo,
John — Tiempo para
una salida rápida. Vamos a salir de aquí.
—Casi,
Christian. Únete a nosotros — Mierda. Puede que no.
— ¿Tienes
alguna otra pregunta, Ana? — Parece bastante preocupado mientras la sondea.
Entonces, ¿qué
es lo que preocupa a Flynn? ¿Se ha dado cuenta de su baja autoestima tal vez,
especialmente porque Ana se apresuró a negar con la Conociendo a cincuenta
sombras G.E. Griffin
369
cabeza? Parece que tal vez tiene sus propios problemas que
ocultar, como he sospechado desde el principio. Interesante.
— ¿Christian?
—Hoy no, John.
—Puede ser beneficioso si
ambos vienen de nuevo. Estoy seguro de que Ana tendrá más preguntas.
Ana se mueve en su asiento y se
ruboriza. Parece incómoda, creo que porque odia cuando la atención se centra en
ella de esta manera, así que tomo su mano en la mía y le doy un suave apretón
tranquilizador.
— ¿Estás bien? — Pregunto en
voz baja.
Ana se relaja y sonríe,
mientras me aprieta de nuevo la mano y asiente.
Antes de irnos, hay otra
cuestión que necesito preguntarle a Flynn. Leila. Sé que a ella le costaba
acostumbrarse a la clínica.
— ¿Cómo está?
—Va a logar allí — trata de
tranquilizarme.
—Bien. Quiero ser informado de
su progreso.
—Así será.
— ¿Vamos a celebrar tu
ascenso? — Le pregunto a Ana, ahora que por fin es hora de irse.
~ ~ ~
Tenemos más acontecimientos en
el coche, ya que casi llegamos a las manos en el lado de la calle después de
discutir sobre quién debe conducir. Cristo, Ana puede ser tan frustrantemente
ilógica, pero ella dice que yo soy el frustrante. Yo, por amor de Dios, primero
ella quería conducir, entonces después ya no quiere. Estoy tratando de ser
razonable con ella. Por el amor de Dios, incluso accedí a que fuera a tomar una
copa con José sin mí, ¿no? Por supuesto que voy a tener un equipo de seguridad
siguiéndola, pero aun así. Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
370
Pero al final conduzco yo, y estoy muy feliz por eso. Y por
lo menos Ana se abre conmigo acerca de lo que ella y Flynn discutieron. Parece
que se adentró bastante profundo, porque ella me informa que él no piensa que
sea un sádico. Pero es lo que él dice, yo sé lo que soy, a pesar de cualquier
término que pueda estar o no de moda ahora entre los psiquiatras.
Dios, cómo aman todos esos
malditos psiquiatras algún nuevo programa o terapia para mostrar al mundo lo
jodidamente listos que son, cómo han encontrado alguna cura mágica para toda la
mierda que conoce la humanidad. Lo sé, porque he pasado por casi todas las
opciones de terapia existentes, todo fue en vano, al menos hasta ahora. Pero tengo
que tener cuidado de no tirarle mi amargura a Ana. No quiero que el mal humor
vaya a estropear la sorpresa que he esperado todo el día.
— ¿A dónde vamos? — Ana me
pregunta con curiosidad mientras nos conducimos por 9th Avenue NW.
—Sorpresa.
A medida que avanzamos a
través de las puertas de seguridad y seguimos por la calle bordeada de árboles,
pasando por el área boscosa y la pradera, siento que me pongo nervioso, Ana se
da cuenta.
— ¿Qué es esto?
—Una idea — Tengo que mantener
la calma y prepararme para la posibilidad de que a ella no le guste este lugar
tanto como a mí. Tal vez ella no vea las posibilidades.
— ¿Vas a mantener una mente
abierta?
—Christian, he necesitado una
mente abierta desde el día en que te conocí — señala con ironía.
La señorita Kelly está allí,
como estaba previsto, por lo que nos deja entrar mientras no pierdo el tiempo.
Quiero Ana vea la vista antes de que anochezca, por lo que la llevo
directamente a través de la casa.
La vista es incluso mejor que
esta mañana, ya que los colores crepusculares del sol poniente hacen que sea
increíble. Creo que probablemente será diferente cada día. Conociendo a
cincuenta sombras G.E. Griffin
371
Ana se queda parada allí mirando fijamente a la vista
mientras la tomo de la mano, y creo que incluso podría estar conteniendo la
respiración. ¿Significa esto que a ella le gusta? ¿Cómo no iba a hacerlo?
— ¿Me trajiste a admirar la
vista? — Susurra, y yo asiento. —Es asombrosa, Christian. Gracias.
Tomo una respiración profunda.
He estado pensando en este momento todo el día, desde que llegué aquí esta
mañana.
— ¿Te gustaría verla por el
resto de tu vida?
Veo que he tomado a Ana
completamente por sorpresa, ya que su boca se abre y ella me mira asombrada.
—Siempre he querido vivir en
la costa. Navego por todo “The Sound” codiciando estas casas. Este lugar no ha
estado en el mercado mucho tiempo. Quiero comprarla, demolerla y construir una
nueva casa, para nosotros — Deseo mucho esto. Sólo tengo un presentimiento
sobre este lugar, que tiene significado para nosotros, y estoy orando y
deseando que Ana sienta de la misma manera también. Este podría ser nuestro
hogar juntos. Este podría ser nuestro futuro.
—Es sólo una idea — agrego, en
caso de que lo haya mal entendido todo totalmente.
— ¿Por qué la quieres demoler?
— Pregunta.
Mierda. Quería que ella
saltara en un pie con entusiasmo y me dijera que la compre de inmediato, sin
hacer una pregunta extraña así.
—Me gustaría hacer una casa
más sustentable utilizando las últimas técnicas ecológicas. Elliot la puede
construir — le explico.
Ana mira hacia atrás y estudia
la casa, que no me he tomado la molestia de realmente mirarla correctamente.
— ¿Podemos mirar alrededor de
la casa? — Pregunta.
—Claro — Estoy de acuerdo, no
entiendo para qué, pero estoy dispuesto a seguir su curiosidad. Conociendo a
cincuenta sombras G.E. Griffin
372
La señorita Kelly está en su elemento, por supuesto,
mostrándonos su alrededor. Es una casa grande, no hay duda. En mal estado y
deteriorada, básicamente. Y me doy cuenta de que Ana está más y más emocionada
cada vez.
— ¿No se puede hacer la casa
existente más ecológica y sustentable? — consulta.
¿Por qué iba a querer eso
cuando podemos tener una casa nueva con nuestro propio diseño?
—Tendría que preguntarle a
Elliot. Él es el experto en todo esto.
Miss Kelly empieza a hablar de
caballos, caballerizas y potreros, algo en lo que no tengo el menor interés, y
por la expresión de horror en el rostro de Ana, creo que ella tampoco.
— ¿El potrero estaría donde la
pradera se encuentra en este momento? — Le pregunta Ana, mientras que la
señorita Kelly confirma.
Pero como le corresponde a la
Srta. Kelly nos deje en paz una vez que ha completado el recorrido por la casa.
— ¿Mucho para asimilar? — Le
pregunto a Ana, mientras la tomo en mis brazos y la miro a la cara para tratar
de medir sus sentimientos.
Ella asiente con la cabeza.
—Quería asegurarme que te
gusta antes de comprarla — Por
favor, di que te gusta tanto como a mí.
— ¿La vista?
Asiento con la
cabeza.
—Me encanta la
vista, y me gusta la casa que está aquí — ¡Sí!
— ¿En serio?
—Christian, me
tienes desde la pradera — sonríe, y antes de darme cuenta estamos besándonos,
riéndonos y abrazándonos. Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin
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¡Lo sabía! Por supuesto, a ella le encanta la vista. Joder,
sabía que iba a tener la misma vibración y sentiría lo mismo que yo acerca de
este lugar. Y si quiere conservar la vieja casa, supongo que puedo vivir con
eso. Elliot puede remodelarla como ella quiera.
Realmente no me importa, con
tal de que ella viva aquí conmigo. Conociendo a cincuenta sombras G.E. Griffin