Por lo general me follo a
mis sumisas en mi cuarto de juegos. Pero a
veces, cuando he estado trabajando en mi estudio durante un
tiempo el fin de semana y ella se encuentra cerca, la llamo para
aliviar mi tensión. Ella sabe que si la llamo debe venir tan sólo
con las bragas
puestas y arrodillarse a lado del escritorio junto a mí. Cuando me
detengo en lo
que estoy haciendo para sentarme y asentir con la cabeza, ella
viene entre mis
piernas mientras me siento en mi escritorio, desabrocha mis
pantalones y me
practica una felación. Me gusta llegar al fondo de su garganta, y
prefiero una
sumisa que esté dispuesta a tragar.
Cuando acaba, vuelve a ponerme los pantalones, se levanta y vuelve
a su
habitación sin hablar ni mirarme. De vez en cuando, podría
instruir a
inclinarse sobre mi escritorio para poder pegarle y follarla duro
por detrás, si
me siento particularmente frustrado, si el acuerdo no va bien.
Mis sumisas siempre se encargan de todos los preparativos para
cocinar y
comer durante el fin de semana. A veces puedo decidir de repente
follarla sobre
la encimera de la cocina si me da la gana, o tal vez obligarla a inclinarse
o que
se agarre de los tobillos para que pueda tomarla de esa manera si
es lo que me
apetece. Ella siempre va a hacer exactamente lo que yo le diga de
inmediato y
sin dudarlo, porque sabe que voy a castigarla.
Aparte de eso, follarme a mis sumisas suele tener lugar en mi
cuarto de juegos.
Nunca en mi cama, o en cualquier otra parte de mi dormitorio.
Hasta ahora.
Siento un cierto grado de responsabilidad como primer amante de
Anastasia, y
no quiero que el recuerdo de su primera vez sea el de estar en mi
cuarto de
juegos. Todo el mundo recuerda la primera vez, y no me parece
apropiado. Así
que, aunque yo nunca he tenido sexo en mi dormitorio antes, de
alguna
manera, parece justo que nos dirijamos allí. Está bien, no voy a
suavizarlo en
mi cabeza. Es sólo que no quiero asustarla. Es sólo un medio para
un fin justo,
para asegurar que Ana acabe siendo mi sumisa. Para este premio, me
puedo
adaptar y hacer excepciones. Follar, hacer el amor, o una mezcla
de ambos,
todo viene a ser lo mismo que al final ¿no?
Nada acerca de esta noche tiene que ver con mi rutina normal. No
es sólo que
Ana la que está experimentando cosas por primera vez.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
60
Nos miramos fijamente a los ojos todo el tiempo. Sus hermosos ojos
azules
brillan con el deseo y la excitación, y me muestran, y me dicen
que ella
realmente me desea. Y no tengo duda de que mis ojos le están
diciendo
exactamente lo mismo.
—Eres una joven valiente, estoy cautivado por ti—, le susurro
mientras la beso
y le muerdo esos los labios deliciosos. —Por favor, Ana. Déjame
hacerte el
amor.
—Sí —, susurra, y estoy extasiado mientras me la llevo a mi
habitación, aunque
no puedo dejar de notar que ella está temblando de nervios.
— ¿Supongo que no estás tomando la píldora?
Por la expresión de su rostro es evidente que no es así. Mierda,
eso significa
que voy a tener que usar condones. Odio los condones, pero nunca
asumo
riesgos, por lo que no hay otra alternativa aparte de enviarla
lejos. Es seguro
que eso no va a pasar.
Lo bueno es que tengo una caja de condones aquí en mi habitación.
Conservo
una provisión, así que siempre tengo algunos para poder echarle un
cable a
Elliot. Me preocupo por él, porque él es el tipo de hombre que
felizmente va a
follarse a cualquier chica que se encuentre, sin molestarse en
comprobar su
salud sexual. Hasta ahora ha escapado de pillar nada demasiado
grave, o
embarazar a alguien, que sepamos, pero sé que mamá también se
preocupa por
él, así que trato de asegurarme siempre que puedo, de que está preparado.
Ahora resulta que yo soy el que tiene que estar preparado.
Me quito la chaqueta, los zapatos y los calcetines, luego me
dedico a desvestir a
la deliciosa señorita Steele. Le voy murmurando lo que hago,
tratando de
relajarla. Todo el tiempo buscándonos el uno al otro, mirándonos a
los ojos del
otro.
La beso en los labios, y luego suavemente empiezo a besarla al
otro lado de la
mandíbula, la barbilla, luego su deliciosa boca suave de nuevo. Le
quito la
chaqueta, luego le desabrocho y le quito la camisa. A medida que
cae al suelo,
veo que ella lleva el sujetador de encaje azul Agent Provocateur
que le pedí a
Taylor que comprara. Me complace ver que tiene un ajuste perfecto
para sus
hermosos pechos. Su pálida piel perfecta es simplemente exquisita,
como yo
sabía que iba a ser, y lo quiero tocar y besar toda.
Quiero ver su grueso cabello castaño suelto, así que lo libero y
es glorioso, le
cae en cascada sobre los hombros.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
61
—Me encantan las morenas—, murmuro, mientras giro mis dedos a
través de
su cabello para mantenerle la cabeza quieta mientras la beso de
nuevo. Siempre
chicas de cabello castaño. Esta vez se trata de un beso profundo,
exigente y ella
responde, su lengua y la mía se unen en un baile apasionado,
erótico.
A medida que seguimos besándonos, la tiro con fuerza contra mí,
para que mi
erección conecte con su deseo. Ella me agarra los brazos, y luego
llega hasta
retorcer los dedos con fuerza en mi cabello para tirar de mí para
besarla. Me
sorprendo al descubrir que en realidad me gusta mucho que me esté
haciendo
esto. ¿Quién lo hubiera dicho?
La hago avanzar hacia la cama, y luego me dejo caer de rodillas
delante de ella,
para que pueda lamer su ombligo y mordisquear su piel suave,
dulce, de una
cadera a la otra. Sé que esto la atormenta, y voy por todas, con
todos los trucos
que conozco para despertar su deseo y prepararla. Oigo su
respiración pesada
gimiendo y sé que la estoy llevando al frenesí, lo que la tendrá
rogando que me
la folle. Pero no he terminado todavía.
Mientras me quedo de rodillas, voy desabrochando sus jeans y
lentamente los
deslizo hacia abajo, al mismo tiempo sin dejar de mirarle a los
ojos, ninguno de
los dos estamos dispuestos a mirar hacia otro lado para no romper
el hechizo.
Entonces deslizo mi nariz contra sus bragas para sentir su olor
natural,
almizcle femenino. El olor de la excitación, del sexo, de la
necesidad. Un básico
olor primitivo, instintivo. Me dice que me quiere, que está lista
para mí. Su olor
es embriagador y me vuelve totalmente un maldito salvaje.
La empujo de espaldas contra la cama, le quito sus zapatos y los
calcetines, y
luego paso la lengua y los dientes a lo largo de la planta de los
pies, sabiendo
que esto le sorprenderá, porque la esencia misma de su sexo va a
reaccionar
fuertemente a este estímulo. Funciona, Ana es tan jodidamente
sensible, está
gimiendo y retorciéndose en la cama lista ya para mí.
—Oh, Ana, ¿qué podría hacerte? —, le susurro en deleite. Me
desabrocho los
jeans mientras se encuentra de nuevo en la cama para mí, y se ve
maravillosa
ahí acostada con su sujetador de encaje azul pálido y las bragas.
Una
verdadera belleza natural, todo el paquete.
—Eres muy hermosa Anastasia Steele. No puedo esperar a estar
dentro de ti—,
le susurro. Ahora quiero ver cómo se ve cuando ella tiene un
orgasmo.
—Muéstrame cómo darte placer—, le ordeno. Ella me mira
desconcertada. —No
seas tímida, Ana, muéstrame.
—No sé lo que quieres decir—, ella niega con la cabeza.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
62
— ¿Cómo te haces eso? Quiero verlo.
—Yo no...
¡Por el amor de Dios! ¿En serio que nunca ha
tenido ni siquiera un orgasmo?
—Bueno, tendremos que ver qué podemos hacer al respecto—, Me río
entre
dientes.
Voy a tener todo el placer de su despertar sexual. Voy a darle su
primer
orgasmo. Qué jodidamente emocionante. Oh mi pobre señorita
Steele tengo
mucho que enseñarte, hay mucho que puedo
mostrarte. Primero tengo que
ver la
facilidad con que puedo hacerte venir. Pareces
muy, muy sensible.
Me quito los jeans, entonces extiendo sus tobillos separándolos y
me arrastro
entre ellos. Ella se retuerce furiosamente, así que le digo que no
se mueva, pero
veo le resulta difícil. Voy besando mi camino hacia arriba y le
libero sus dos
fantásticos pechos del sujetador, pero se lo dejo abrochado, para
mantenerlos
atados y empujando hacia arriba listos para que juegue con ellos.
Sus pezones
son deliciosamente bastante rosados y destacan con orgullo. Oh, me
voy a
divertir mucho con ellos.
—Muy bonitos —, le susurro mientras soplo suavemente sobre
un pezón
mientras hago rodar las puntas de mis dedos por el otro. Por su
gemido y la
forma en que se está apoderando de la sábana debajo de ella, sé
que esto está
resonando profundamente en su esencia misma, tal y como lo pretendo.
Ella es
tan sensible, tan fácil de hacerla subir. A continuación, le chupo
un pezón
realmente duro, mientras que pellizco el otro duramente entre mis
dedos. El
dolor y el placer de la mano. La primera lección.
Ella casi salta de la cama, por lo que ahora creo que puedo hacer
que se corra
sólo con hacer esto. Ella es tan sexualmente sensible que no puedo
entender
cómo diablos se las ha arreglado para permanecer virgen tanto
tiempo, pero
entonces creo que tal vez es por eso que es tan sensible. Estoy desatando
todas
sus necesidades sexuales reprimidas. No me importa, cualquiera que
sea la
razón, me encanta jodidamente eso, mientras veo su cara dulce.
Sigo sin
descanso trabajando en sus pezones, y puedo sentir en su cuerpo el
trabajo
hasta su puesta en libertad, a pesar de que ella no entiende lo
que está a punto
de llegarle.
—Déjate ir, nena —, susurro, a continuación le corto el pezón con
los dientes y
tiro aún más duramente el otro con los dedos para enviarla por
encima del
límite de su primer orgasmo. A medida que convulsiona en éxtasis,
la beso
profundamente para reclamar sus gritos como mi recompensa.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
63
Poco a poco baja de las alturas, y le sonrío, mucho más que
satisfecho con su
respuesta. Ella me mira con asombro estupefacto mientras lucha
para
recuperar el aliento.
Sí, nena, eso es todo el alboroto. Y hay mucho
más por venir. Pero voy a tener un
montón de diversión enseñándote a controlarte,
solo permitiéndotelo si yo te lo
digo. O voy a tener que castigarte. Sí, muy
divertido.
No puedo esperar mucho más para follarla, así que compruebo si
está lista para
mí, deslizando mi dedo dentro de sus bragas. Me quejo en voz alta
cuando me
doy cuenta de lo mojada que está y todo lo que quiero es estar
dentro de ella.
Pero primero tengo que follarla con el dedo así que estará realmente
desesperada, todavía más excitada y rogando por mí.
Ha llegado el momento. No puedo esperar más. Tengo que estar
dentro de ella.
Le quito sus bragas, y luego mis boxers para que mi erección, dura
como roca,
salga liberada. Empujo sus piernas para que yo pueda arrodillarme
entre ellas
y colocarme el condón. Veo la mirada asustada en su cara cuando ve
mi
longitud. Sí señorita Steele, soy un chico bien grande y te vas
a tomar hasta el
último centímetro de esto. Pero tengo que recordar que es virgen, así
que le
aseguro que ella se expandirá para tenerme.
Se ve tan bien desnuda, pero diferente a como estoy acostumbrado a
mis
mujeres. Todavía está en todo su esplendor natural, no ha depilado
o afeitado
el vello púbico. Estoy sorprendido de encontrar que más bien me
gusta. Hasta
ahora, siempre le he insistido a mis sumisas que deben estar
completamente
despojadas de todo el vello corporal.
Y entonces me coloco ya listo para tomarla.
— ¿De verdad quieres hacer esto? — Le pregunto por última vez.
—Por favor —, me pide.
—Levanta las rodillas —, le instruyo y ella inmediatamente obedece
sin vacilar.
Coloco mi punta en su entrada húmeda, acogedora, y puedo sentir
como sus
pliegues suaves y dulces me piden que entre.
—Te voy a follar ahora, señorita Steele —, le advierto. — Duro.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
64
Nunca me he tirado a una virgen antes, pero por supuesto sé que va
a hacerle
daño, así que me imagino que es mejor no tener dudas o ser poco
entusiasta al
respecto.
Un realmente duro, decisivo empuje, y le arranco su virginidad.
Ella grita, pero
sigo de golpe hasta el fondo, hasta la empuñadura, mucho antes de
parar y
hacer una pausa.
Y en algún nivel primitivo profundo, me siento triunfante. He
reclamado mi
recompensa. Anastasia ahora es mía.
Cristo, ella esta tan jodidamente apretada. Estoy totalmente
encerrado por su
suavidad sedosa y aterciopelada y se aprieta con fuerza a mí
alrededor. ¡Joder!
—Estás muy apretada —, gimo. — ¿Estás bien? — Ella asiente con la
cabeza
mientras me agarra los antebrazos. Me quedo quieto, para dejarla
aclimatarse,
pero también para poder saborear la exquisita sensación de estar
dentro de
Anastasia.
Después de un momento, le digo que me voy a mover. Y regreso
lentamente,
gimiendo en el intenso placer que siento cuando me acaricia su
sedosidad en la
salida. Entonces empujó de vuelta de nuevo, lo que la hace gritar
de nuevo,
pero puedo sentir que ella está bien, ella no quiere que pare.
Me detengo enterrado profundamente dentro de ella otra vez, somos
un ajuste
perfecto, a la medida. Un hilo de voz desde las profundidades
ocultas me
susurra en algún lugar desconocido que esta mujer es para mí.
Estamos
destinados a estar juntos, nuestros caminos se entrelazan. Es por
eso que
siento que me llamaba con tanta fuerza, ¿por qué no me puedo
resistir? Esto es
mucho más que follar, esto es una fusión mágica, una escisión
entre nosotros.
Es por eso que ella me esperó para perder su virginidad, por qué
me necesitaba
para despertar su sexualidad. Trato de ignorar esa voz absurda y
ridícula, e
introducir esos pensamientos de nuevo en mi cabeza, pero me
resulta muy
difícil.
— ¿Mas? — Me las arreglo para susurrar.
—Sí.
Empujo de nuevo para sentir la opresión gloriosa y exuberante. Es
un jodido
paraíso. Nunca me había sentido tan bien.
— ¿Otra vez?
—Sí —, me pide ahora, y por lo que sé veo está preparada para
mucho más.
Sigo empujando dentro y fuera hasta que encontramos nuestro ritmo,
juntos,
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
65
sus caderas se elevan para coincidir con cada una de mis
embestidas mientras
comenzamos a elevarnos. Modifico mi postura un poco para
asegurarme de que
estoy acariciando su punto G mientras me deslizo dentro y fuera.
Estoy
entusiasmado al sentir que empieza a temblar... la beso y muerdo
su labio...
Siento su rigidez...
—Córrete para mí, Ana —, le susurro, y ella, obediente,
gloriosamente lo hace.
Está increíblemente apretada alrededor de mi erección y entonces
siento las
olas y los espasmos de su orgasmo apretando y apretando alrededor
de mí con
fuerza. Con un último empuje duro, me envió sobre el borde en un
clímax
intenso hasta que me vacío en ella, llamándola por su nombre. Jodidamente
alucinante.
A medida que los dos poco a poco bajamos de nuestra liberación
explosiva, dejo
descansar mi frente en la de ella mientras recupero el aliento. La
beso
suavemente cuando salgo de ella, lo que la hace estremecerse. Ella
parece
pensar que es divertido cuando le pregunto si le he hecho daño, la
ironía no se
me escapa.
—En serio, ¿estás bien? — pruebo, y cariñosamente le coloco un
mechón de
pelo detrás de la oreja. Quiero garantías de que esto ha sido una
buena
experiencia, la primera vez para ella. Ella sonríe, pero no me
responde. Tengo
que saber, tiene que decirme, de repente es muy importante para
mí.
—Me gustaría volver a hacerlo —, susurra tímidamente a modo de
respuesta, y
sonrío aliviado.
Gracias a Dios. Si ella está tan a gusto, si es tan bueno para
ella también lo es
para mí. Ella no tiene idea de lo increíble que fue para mí. ¿Cómo
nuestra
conexión hace que sea mucho mejor que mi modo de follar usual?
¿Qué
demonios está pasando aquí? Esto fue aburrido sexo vainilla.
Siempre he creído
que necesitaba mucho más que eso para sentirme satisfecho.
— ¿Lo quieres ahora señorita Steele? Pides mucho ¿no? Date la
vuelta.
Menos mal que soy de recargado rápido. La segunda posición viene
enseguida.
Me encantará follarla por detrás.
Le desabrocho el sujetador, paso mis manos por su piel sedosa de
la espalda, y
luego acaricio la curva de su precioso trasero perfecto. Me
imagino lo que
sentiría al ser el primero que suavemente frote su culo descarado,
y de repente
la azoto con fuerza. Después Grey, no está preparada para eso,
no te arriesgues
a asustarla ahora.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
66
Me gusta el que puedo inmovilizarla totalmente en la cama en esta
posición.
Esto significa que Ana no será capaz de tocarme, así que me relajo
y me quito
la camisa cuando ella pregunta por qué todavía la tengo puesta.
— ¿Así que quieres que te folle otra vez? Bueno, esta vez te voy a
tomar por
detrás, Anastasia —, Me regodeo mientras espero para empezar de
nuevo. Esto
es muy divertido, hay muchas cosas que probar con ella.
Le agarro el pelo por la nuca para mantenerla quieta mientras me
posiciono, y
poder llegar con mi mano para de masajear su clítoris.
—Tú eres mía, sólo mía. No lo olvides —, susurro, excitado por
saber que
ningún otro hombre jamás ha tocado ahí, de esta manera, antes.
Aspiro su olor embriagador alrededor de la línea de su cabello.
Creo que me
estoy convirtiendo en adicto a ella. Soy como un adicto a las
drogas, y es
exactamente mi marca de heroína.
—Hueles divinamente —, gimo.
Una vez más, es muy sensible al tacto, cuando sigo al frotar
alrededor de su
protuberancia en pequeños círculos.
—No te muevas —, ordeno mientras trata de mover sus caderas en
respuesta.
Las cosas suben a otro nivel cuando uso mi pulgar para acariciar
la pared
frontal de la vagina, una técnica garantizada para excitarla, un
hecho
confirmado por su fuerte gemido.
— ¿Te gusta esto? — Bromeo, le meto el pulgar dentro y fuera y
continúo con
los círculos con el dedo. Ella está tan mojada ya, es muy
sensible, y realmente,
realmente me gusta eso.
Ahora voy a intentar otro truco travieso con ella.
—Abre tu boca —, Le ordeno, y meto mi pulgar en su boca para que
saboree su
propia excitación. Esto la sorprende, pero es jodidamente sexy.
—Chúpame, nena —, le digo a continuación. Quiero sentir la
felación de mi
dedo. Ella no me defrauda por como chupa fuertemente mi pulgar.
—Quiero follarte la boca, Anastasia, y pronto lo hare —, le
susurro extasiado
por como lo está haciendo.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
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Creo que mis palabras la sorprenden, y hacen que me muerda, lo que
me
divierte, pero no es lo que le dije que hiciera. Tiro de su pelo
para advertirla y
ella me suelta el pulgar.
—Dulce muchacha traviesa —, susurro, mientras estoy enfundado y
listo para
empezar a follarla otra vez.
Esta vez vamos a ir muy despacio, y le voy a dar la primera
lección de cómo yo
controlo su placer, yo controlo su orgasmo.
Poco a poco entro en ella, hasta el fondo, muy profundamente por
detrás. Ella
está muy apretada y caliente y exuberante como la primera vez.
Poco a poco la
rodeó con mis caderas cuando estoy dentro de ella para que mi
longitud
estimule cada pedacito de ella, cada terminación nerviosa
sensitiva, entonces
salgo lentamente. Ella gime en voz alta. Poco a poco repito esto
una y otra vez y
la veo elevarse. Me hace sentir jodidamente increíble, y me quita
considerablemente el control para impedirme que me estrelle contra
ella.
Muy pronto siento que comienza a temblar y temblar, así que me
retiro y
espero. Quiero tenerla justo en el borde de la liberación de su tormento.
—Oh no, nena, todavía no —, bromeo.
Una vez que se ha calmado, empiezo de nuevo. Repetimos el proceso
una y otra
vez. El control del orgasmo requiere una considerable habilidad.
La negación es
una técnica clásica dominante para la formación de una sumisa. Soy
un
verdadero experto en eso, y pronto ella me estará pidiendo que la
deje llegar.
Pero todavía no. Quiero que sufra. Quiero que piense en mí cada
vez que se
mueva mañana. Quiero que recuerde que es totalmente mía, porque
sólo yo he
estado aquí. Así que continúo, entrando lentamente, dando vueltas
dentro de
ella y luego saliendo.
—Por favor, Christian —, Me suplica de nuevo, ahora ya está fuera
de sí por la
necesidad.
— ¿Qué es lo que quieres, Anastasia? Dime —, Le digo. Ahora
entiende que yo
tengo el control, sólo yo puedo darle la libertad que ansía.
Repito una vez más
mis acciones, poco a poco al entrar, revolviendo dentro de ella y
luego salgo. —
Dímelo.
—A ti, por favor —, me suplica. La próxima vez me llamará
“Señor”
Ella ha dicho las palabras correctas, por lo que para
recompensarla poco a poco
comienzo a aumentar el ritmo.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
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—Eres. Tan. Dulce. Te. Deseo. Tanto. — Gruño mientras me muevo más
rápido
y duro. Finalmente le permito el orgasmo. —Córrete para mí, nena.
Ella tiene un orgasmo intenso, que la lleva a gritar mi nombre
mientras está
atrapada boca abajo en la cama donde yo estoy tumbado sobre ella.
Ola tras ola
de un fuerte orgasmo que me succiona, e inevitablemente me lleva a
mi
liberación tras un par de duras estocadas finales.
Me derrumbo sobre ella sin aliento. Mierda, esto ha sido
increíblemente intenso
otra vez.
—Joder. Ana.
Esta chica es simplemente natural en el sexo.
Me salgo y ruedo hasta mi lado de la cama.
Ella está completamente agotada, que se acurruca en su lado y se
queda
abrumada y satisfecha.
Echo un vistazo al reloj. Veo que es pasada la medianoche. Así que
ahora
puedo decir con sinceridad que me la he follado toda la noche, tal
y como he
querido hacer desde que la señorita Anastasia Rose Steele cayó por
primera vez
en mi oficina.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
69
Capítulo 9
M
e despierto y me estiro satisfecho, sintiéndome renovado. Miro el
reloj, estoy un poco sorprendido al darme cuenta de que después
de que regresé a la cama anoche con Anastasia, he dormido
profundamente durante varias horas. Así que parece que no es sólo
una
casualidad el que duerma muy bien cuando ella está en mi cama.
Frunzo el
ceño cuando me doy cuenta de que ella se ha ido, pero puedo escuchar
ruidos
provenientes de la zona de la cocina, me relajo ya que creo que
ella está
haciendo algo para desayunar.
En cualquier caso, he instruido a Taylor para que la intercepte y
me alerta si ve
a través del circuito cerrado de televisión de seguridad que ella
está tratando de
irse. Él tiene toda la responsabilidad de la seguridad, siempre
está plenamente
informado de todos los huéspedes que pasan la noche en mi casa, es
un suceso
muy raro en cualquier caso. Por supuesto, como le dije ayer, Ana
es libre de
irse cuando quiera, pero yo no quiero que se vaya sin tener la
oportunidad de
hablar con ella, y tratar de cambiar su decisión.
Al salir de la cama y tirar las mantas, me doy cuenta de nuevo de
la mancha de
sangre en las sábanas. Eso trae a mi mente los viejos tiempos, la
prueba de la
virtud de la mujer en su noche de bodas era una preciada posesión,
un trofeo,
incluso. La señora Jones, sin duda, verá la mancha de sangre
también, y tal
vez pensará que me he rebajado a un nuevo nivel de depravación por
desflorar
a una joven virgen en mi cama. Pero después de haber trabajado
para mí
durante los últimos años, Gail sabe que todo lo que pasa en mi
apartamento es
siempre totalmente consensuado. No creo que ella o Taylor
estuvieran
dispuestos a trabajar para mí si se tratara de cualquier otra
forma, por mucho
que les pague, aunque sé que siempre es posible emplear personal
que estará
dispuesto a hacerse la vista gorda.
Pero la evidencia de actividad sexual en mi cama, será un
principio, y que, sin
duda, le causará curiosidad. Sin embargo, ella no me va a hacer
ningún
comentario, es por eso que ella y Taylor han trabajado para mí
durante el
tiempo que lo han hecho. Discretos. Leales. Eficientes.
Confiables. Buenos para
mantener la boca cerrada y no hablar fuera de lugar. Estos son
todos los
atributos esenciales requeridos por mi sanctasanctórum del
personal. Estar tan
cerca como lo están, Gail y Jason, sin duda, lo discutirán entre
ellos y
probablemente sentirán lástima por la chica en cuestión, pero
ellos me conocen
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
70
lo suficiente como para comprender que nunca la he obligado a
hacer algo en
contra de su voluntad.
Me dirijo a la cocina, me quedo de pie en el umbral escondido,
para ver a
Anastasia, quedándome hipnotizado.
Ella baila a través de la cocina mientras mezcla algo en un
recipiente bajo el
brazo. Me doy cuenta que lleva la camisa blanca que use anoche,
sin nada
debajo, cuando se inclina hacia arriba del armario, y veo una de
sus deliciosas
nalgas asomándose. Se ha recogido el cabello en dos coletas y la
hacen lucir
muy joven, muy linda y endemoniadamente sexy.
Puedo ver que ella lleva auriculares, así que supongo que está
escuchando un
iPod. También está cantando con una voz muy dulce. Obviamente es
una
canción que ella conoce muy bien, y desde el énfasis en que dice
en las letras,
una que parece resonar muy fuertemente en ella.
So you think you got it all worked out...
You got your hot pants on, you got your arse
right out...
Think that you are something new and
special...
Me and my drab dress we don't do at all...
I spent so long trying to fit the prototype...
I don't care...anything you can do I can do
better...
All you girls, you look and flip your hair,
you wonder
why I'm still here...
So you've got your little groups and
gangs...well I don't
wanna be in that game...you've got the wrong
girl...coz
I'll be flying higher
You're superficial, I'm a misfit...so what we
don't look
the same...
You're superficial, I'm a misfit...
But that's okay...
Hmm, fascinante. "Misfit" de Amy Studt si no me
equivoco. ¿Es así como se ve a
sí misma como alguien que no encaja? Recuerdo algunas de las
intimidantes
bandas de chicas en la universidad, todas superficiales, perras
rubias y
bronceadas. Tal vez es lo que Ana está pensando. Tengo que echar
un vistazo a
su lista de reproducción, a ver si puedo tener alguna pista sobre
ella a partir de
sus elecciones. Ella es muy tímida e independiente lo que me hace
difícil
intentar leerla, aunque a veces creo que puedo adivinar lo que
está pensando.
Ella fue muy perspicaz acerca de la pieza de música que tocaba en
mi piano
cuando vino y me encontró en la madrugada. Estoy contento de que
la música
parece ser importante para ella, también parecen gustarle las
piezas que he
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
71
puesto en mi coche. La música es una parte integral de lo que soy,
me refugio
en ella, ayuda a calmarme cuando tengo que pensar las cosas.
Aprender a tocar el piano me trajo de vuelta a la vida cuando era
un niño. Creo
que mi mamá tiene una teoría secreta de que tal vez mi padre
biológico era una
especie de músico. Lo que sea. La puta drogadicta probablemente
nunca supo
cuál de sus muchos clientes la dejo embarazada. Lo más probable es
que él ni
siquiera sabía de mi existencia. Nunca lo sabremos, y yo realmente
no podría
apostar una mierda por eso.
Tranquilamente voy a sentarme en la barra de desayunar. Sea lo que
sea lo que
cocina Ana huele bien. Cuando Ana me ve, se congela y deja de
bailar.
—Buenos días, señorita Steele. Estás muy enérgica esta mañana —,
bromeo, y
se sonroja y me mira avergonzada.
Comemos el desayuno que ha preparado, y parece contenta de que le
pidiera a
la señora Jones que consiguiera un poco de su té favorito,
Twinings English
Breakfast. Me enorgullezco de recordar pequeños detalles como
estos, a
menudo puede hacer o deshacer un trato.
Es evidente que mi deseo por reclamar su cuerpo anoche ha sido
todo un éxito,
porque ella se estremece cuando ella se sienta. Está bien
follada entonces.
Encuentro divertida su respuesta concisa cuando le pregunto de qué
tan
dolorida esta.
—Bueno, para ser sincera no tengo nada con que compararlo. ¿Deseas
ofrecer
tus conmiseraciones? — ella dice.
En realidad, estoy tratando de evaluar dónde continuar con su
formación
básica. Viendo que yo he querido follar su boca desde el día en
que cayó en mi
oficina, le sugiero que tal vez experimentar las habilidades
orales. Ella casi se
atraganta en estado de shock.
—Eso, si te quieres quedar —, pregunto, sin saber ahora si estoy empujándola
demasiado fuerte, demasiado rápido. Yo realmente no quiero
arriesgarme a
perderla, prefiero frenar que asustarla.
Anoche fue... sí que fue la mejor noche que recuerdo en mucho
tiempo. Quiero
muchas noches más como esa.
Ella me dice que le gustaría quedarse, pero que tiene trabajo al
día siguiente.
Me comprometo a hacer que llegue a tiempo, pero realmente parece
dispuesta a
volver hoy, con la excusa de que necesita ropa limpia. Incluso la
oferta de
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
72
comprarle un poco más de ropa no influye en nada en la decisión de
quedarse
otra noche más.
Frustrante, ella insiste en que quiere estar en casa esta noche.
Estoy más que
decepcionado, pero me doy cuenta que no puedo hacer que su
estancia se
alargue. Ella es tan jodidamente independiente y autónoma. La
mayoría de las
mujeres estarían encantadas con la oferta de ropa nueva, pero no
la señorita
Steele.
Ahora deja de comer, diciendo que no tiene hambre, después de
haber comido
apenas casi nada. Me pone tan jodidamente enojado ver que la
comida se
desperdicia. Si, como yo que he vivido cerca de la inanición,
parece
increíblemente egoísta y fútil cuando la gente no come la buena
comida que
está justo en frente de ellos. Ana ya está muy delgada y de
aspecto frágil, así
que no puedo soportar la idea de que ella no coma lo suficiente,
privándose del
alimento. Tengo que comprobar que no tiene antecedentes de
anorexia o
bulimia.
Al limpiar, le digo que vamos a tomar un baño después del
desayuno. Tanto la
ducha como el baño me parecen muy agradables. Estar cálidos y
limpios son
los lujos más básicos que las personas dan por sentado.
Luego la maldita de Katherine Kavanagh llama al teléfono móvil de
Ana, quiere
comprobar que ella está bien, claramente intentando obtener información
sobre
lo que pasó anoche. Ana dice muy poco, pero le dice que irá a
verla esta noche.
Está claro que se siente desgarrada por lo que ella puede decir a
su amiga. Ella
me dice que quiere preguntarle a Kate sobre el sexo, si eso
estaría bien ahora
que ha firmado el contrato de confidencialidad.
Como supongo que Kate se ha visto con mi hermano de nuevo anoche,
realmente no me siento cómodo con que Ana discuta nuestras
actividades
sexuales con su amiga. Ella me tiene como su punto de referencia,
puede
preguntarme cualquier cosa. Puedo decirle todo lo que necesita
saber.
— ¿Tu familia sabe de tu um....predilección? — ella pregunta.
—No. No es asunto suyo.
Y este es el quid de mi dilema. Este es el problema con mis
posibles nuevas
sumisas mezclándose con mi familia. Siempre he logrado mantener
estos dos
mundos completamente separados, pero ahora se están entrelazando y
chocan
de la manera más confusa. Traté de entender todo esto en mi cabeza
anoche,
mientras veía dormir Anastasia.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
73
Elliot sabe de Ana, y probablemente va a escuchar un montón más
acerca de
ella gracias a Kate. ¿Debo preocuparme por esto cuando puedo
sentir que Ana
es sincera cuando dice que no le dirá a nadie, ni siquiera a Kate,
nada de
nosotros? Mi intuición me dice que confíe en ella, y rara vez me
decepciona con
cosas como esta.
Tal vez puedo hacer las cosas de novia con ella una parte del
tiempo, así como
tenerla de sumisa para mí. ¿Es esto posible? Si no es así,
entonces la única
alternativa es que tengo que dejarla ir, y sé que no puedo.
Simplemente no
puedo. Así que tal vez tengo que dejar de pensar sobre ello y ver
qué pasa. Esto
me asusta porque me gusta tenerlo todo planeado y controlado. No
me gustan
las sorpresas. Me vendría bien una sesión con el buen doctor
Flynn, pero está
fuera de la ciudad, así que no puedo verlo aún.
Antes de hacer ninguna suposición acerca de si vamos a continuar
con lo que
sea esto entre nosotros, tengo que saber lo que piensa Ana acerca
de anoche,
ya que ella se durmió exhausta después de su tercer orgasmo, antes
de que
pudiera decir mucho.
— ¿Cómo fue anoche para ti? — Le pregunto, ansioso por descubrir
su
evaluación de las cosas. Creo que ha ido muy bien, pero no debo
asumir que
Anastasia siente lo mismo, especialmente porque parece dispuesta a
marcharse. ¿Está planeando huir?
—Bien —, ella susurra tímidamente, y luego me sonríe con su
sonrisa
maravillosa. Estoy estúpidamente contento y también aliviado por
esta
respuesta.
—Para mí también. Nunca había tenido sexo vainilla antes. Hay
mucho que
decir acerca de eso. Pero tal vez es porque es contigo —, le
confieso, mientras
corro mi dedo por su carnoso labio inferior.
Elena siempre me decía que el sexo vainilla nunca sería suficiente
para alguien
como yo, y yo nunca había dudado que ella tuviera razón, ¿hasta
ahora tal vez?
Sacudo la cabeza para deshacerme de todos estos pensamientos y
llevo a Ana
hacia el baño.
~ ~ ~
Después de nuestra sesión en el baño, estoy aún más confundido por
Ana, ella
es una contradicción. Ella realmente parece no tener la menor idea
acerca de
cuán hermosa es, es muy delgada y tiene unas hermosas piernas
largas y un
trasero precioso y sus senos son fantásticos, los más perfectos
que he visto, del
tipo que los hombres sueñan y fantasean. Pero ella baja su cabeza,
tan tímida y
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
74
cohibida, incómoda al pararse desnuda frente a mí. Ella casi actúa
como si
estuviera avergonzada cuando quiero disfrutar mirándola ¿tal vez
ella tiene
problemas de autoestima?
Entonces, cuando estamos en el baño, ella me toma completamente
por
sorpresa cuando de repente toma la iniciativa y descaradamente me
da el más
fantástico, alucinante sexo oral.
Empieza cuando le muestro exactamente cómo me gusta que mi polla
sea
manipulada y complacida. Lo siguiente que supe es que se ha ido
abajo en mí.
¡Joder! El trabajo completo, chupar profundo, lamer a la perfección, sin
reflejo
de nauseas en absoluto.
Ella incluso deja que me corra en su boca y luego se lo traga con apenas
esfuerzo.
Me dice que esta es la primera vez que ha hecho esto, y puedo
decir que está
diciendo la verdad. Ella es natural, y lo que es más, puedo ver
que ella
realmente disfrutó haciéndolo y se excitó a lo grande. No puedo
creer lo
increíble que es esta chica. Su boca me folló, más que yo me
follara su boca, tal
vez debería preocuparme, pero no es así. Ha sido genial el tener a
alguien a
quien le ha gustado tanto hacerlo como me ha gustado a mí que me
lo hiciera,
y tengo que otorgar el más merecido “10” en habilidades orales.
Cristo, realmente quiero que ella diga que sí a nuestro acuerdo
aún más ahora,
estamos tan jodidamente bien juntos.
Después de esta actuación, definitivamente creo que ella está
lista para que
avance a la siguiente fase con ella, a medida que caminamos de
nuevo a mi
dormitorio.
— ¿Confías en mí? — Le pregunto.
Ella me mira con sus grandes ojos azules y asiente. Me asusté un
poco con ella
anoche cuando trató de tocar mi pecho desnudo porque ella no
entiende acerca
de mis áreas prohibidas.
Me sentiré más relajado cuando sepa que sus manos no pueden
tocarme.
Podemos no estar en mi cuarto de juegos, pero se puede improvisar.
Entro en
mi armario y agarro una corbata de seda tejida gris plata. Esto
debería hacer el
trabajo igual de bien.
—Entrelaza tus manos en frente de ti —, le ordeno, y puedo sentir
la emoción
de estar en control total de nuevo a través de mi cuando ato sus
muñecas
juntas muy fuertemente. Me encanta que ella se vea tan dulce y
joven con sus
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
75
coletas, y eso me excita aún más. Yo la acuesto en la cama y
empujo sus
manos sobre su cabeza. Ahora puedo darle la primera lección de la
manera
Dominante/sumisa de cómo hacer las cosas.
—Mantén tus manos aquí, no las muevas, ¿entiendes? — Le instruyo
con
fuerza.
Ella me mira con sorpresa, y creo que se siente intimidada. Está
bien.
—Respóndeme.
—No voy a mover mis manos —, susurra.
A ella todavía le es difícil mantenerse quieta cuando la beso por
todo el cuerpo,
pero ella tiene que aprender a controlarse, para hacer exactamente
lo que le
digo. Así que cuando me desobedece y mueve las manos para tratar
de
tocarme, le digo y poco a poco empiezo todo de nuevo, sabiendo que
ella se
siente frustrada por este ataque sensual lento. Estoy intentando
dar a Ana su
primera lección en el arte de Cunnilingus.
Me encanta realizar un cunnilingus en una mujer. Se necesita
tiempo para
aprender las habilidades necesarias para saber exactamente el
lugar adecuado
para concentrarse, para saber cuánta presión hay que usar,
entender y medir
qué tan sólo el suave movimiento de la lengua puede dar tanto
placer, placer
que tan fácilmente puede ser retirado cada vez que el clímax se
acerque. Esto
me da un control total y absoluto sobre ella. Puedo dictar exactamente
la
cantidad de placer que estoy dispuesto a permitir.
Anastasia está tan excitada y sensible que casi convulsiona en la
cama cuando
la chupo suavemente y luego rodeo su clítoris con mi lengua. Huele
y sabe tan
jodidamente dulce, ella es divina. Enrollo mi lengua alrededor
para aumentar
su placer decidido a premiar su actuación en el baño.
El siguiente paso es la mariposa Venus, mi lengua sobre su
clítoris, mi dedo en
su vagina, y ella casi se viene ahí, pero me contengo, quiero que
esto dure más
tiempo para ella. Ella está tan húmeda y lista, que yo sé que ella
no puede
aguantar mucho más. Puedo mover mi dedo dentro de ella para que
coincida
con las acciones de mi lengua. Ella estalla con fuerza mientras
sus sentidos se
astillan y se rompen, gritando mi nombre cuando su orgasmo rasga a
través de
ella.
Es mi turno ahora, así que después de deshacerme de la toalla
rápidamente,
penetro en su exuberancia, sintiendo la exquisita estrechez una
vez más. Me
detengo en un primer momento para comprobar que está bien, que
esto no es
demasiado para ella, pero ella me pide que siga adelante. Así que
ahora
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
76
realmente bombeo con fuerza en ella, cada vez más rápido, llegando
a su punto
dulce y empujando y golpeando en ella una y otra vez, porque
realmente quiero,
necesito que se corra otra vez, así que continúo hasta que por fin
siento su
temblor de nuevo.
—Córrete para mi nena —, digo en voz alta, y ella estalla en torno
a mí. Puedo
sentir su apretón, apretándome la longitud, así que lo he
conseguido, que he
obligado a su cuerpo a responderme. Necesito que todas las
folladas entre
nosotros sean totalmente alucinantes para que ella se sienta
obligada a aceptar
ser mi sumisa.
—Mierda gracias —, gimo, al dar un impulso final y correrme duro
para
liberarme en ella.
A medida que nos recuperamos y comenzamos a recobrar nuestros
sentidos,
ella me mira en un estado de estupor inducido por el sexo.
—Ves lo bien que estamos juntos. Si te entregas a mí, será mucho
mejor.
Confía en mí, Anastasia, te puedo llevar muy lejos, a lugares que
ni siquiera
sabes que existen —, le susurro seductoramente, esperando que mi
potencia
sexual le ayude a entregarse a mí.
Entonces los dos nos congelamos de repente cuando oímos voces
fuera de la
puerta de mi dormitorio.
Me doy cuenta con horror que es el sonido inconfundible de mi
madre, en la
forma completa sobreprotectora y preocupada, decidida a entrar
directamente a
verme. Taylor está haciendo todo lo posible con tacto y
discreción, pero ella
parece estar bajo la impresión de que hay algo mal conmigo, que
claramente
tengo que estar enfermo o algo porque yo todavía estoy en la cama
a esta hora
del día.
Es sólo cuando Taylor finalmente le dice que “no estoy solo”, que
tengo “alguien
conmigo”, mi mama cae en cuenta, y está claro que a ella le
sorprende esta
revelación. Obviamente, nunca se le ha ocurrido que ella podría
atraparme en
flagrante delito, en mi dormitorio. Hasta que
conocí a Anastasia, que habría sido
la suposición correcta.
— ¡Mierda! Es mi madre —, le digo a una Anastasia en shock. Me
apresuro a
retirarme y se estremece. —Vamos, tenemos que vestirnos, eso es si
quieres
conocer a mi madre.
Salto de la cama, rápidamente me deshago del preservativo, a
continuación, me
pongo mis jeans, pensando en aprovechar para bien esta
oportunidad.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
77
Por supuesto, inmediatamente sospecho a quién tengo darle las
gracias por
esta visita no anunciada de mi mamá. Sin duda, mi querido hermano
Elliot de
alguna manera ha estado agitando las cosas, sólo lo suficiente
para que ella se
lance para aquí sin siquiera una llamada de teléfono para
avisarme. Ya me
ocuparé de él más tarde.
Miro a Ana, que se encuentra todavía horrorizada en estado de
shock.
Pues bien, a falta de mantenerla escondida aquí en el dormitorio,
voy a tener
que presentarle a mi mamá. Y mientras la miro, me doy cuenta de
que ella no
es una chica de la que avergonzarse o esconderla, y no es como si
tuviera que
mentir o inventar alguna historia de cómo nos conocimos. Todo fue
perfectamente inocente y por encima de la mesa.
—Otra primera vez —, murmuro, perplejo.
—Christian, no me puedo mover —, Ana está en pánico, sus muñecas
siguen
amarradas con la corbata. — Tal vez debería quedarme aquí. No
tengo ropa
limpia.
—Oh no, no lo harás, puedes usar algo de la mía. Anastasia,
podrías estar
usando un saco y te verías preciosa. Por favor, no te preocupes.
Me gustaría
que conocieras a mi madre —. La tranquilizo, la suelto y le señalo
dónde está
mi ropa.
En realidad, estoy bastante relajado y feliz por su encuentro con
mi madre,
Elliot tiene razón en un aspecto, mamá va a estar emocionada de
saber que
tengo una novia, que es lo que decidí que Ana será en cuanto a mi
familia se
refiere. No puedo presentarla como mi potencial sumisa después de
todo.
Es genial, porque estoy bastante seguro de que Ana es exactamente
el tipo de
chica con la que a mi mamá le gustaría verme, y siempre estoy
encantado de
hacer cualquier cosa que haga que mi mamá feliz.
Sin embargo no puedo dejar de bromear un poco con mi mamá. Taylor
en
realidad no especificó el sexo de la persona que está aquí en mi
dormitorio
conmigo.
Miro a Ana y se puede ver que ella todavía está preocupada e
insegura acerca
de conocer a mi madre.
—Voy a esperarte en esa sala en cinco minutos, de lo contrario
vendré a
arrastrarte yo mismo —, le advierto en lo que me pongo una
camiseta.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
78
Si mi “invitado” no hace acto de presencia, sólo va a hacer que mi
madre se
convenza de que estoy escondiendo a mi novio gay, o peor aún una
especie de
chico de alquiler del que me estoy avergonzado.
Por supuesto que lo sé porque ella es una persona maravillosa y
tolerante, ella
siempre aceptaría con quien yo elija estar, pero lo que realmente
quiero
presentar a mi mamá es a la dulce, natural, hermosa señorita
Steele. Entonces
tal vez ella pueda relajarse un poco acerca de mí, no más “gay
reprimido
célibe”, no más Christian de qué preocuparse.
Salgo a ver a mamá sentada en el borde del sofá, así que voy y le
doy un beso
en la mejilla y luego de forma casual me siento a su lado.
—Hola Mamá, es un placer inesperado.
Espero a que ella diga algo, sabiendo que ella debe estar ardiendo
de
curiosidad.
— ¿Cómo estás Christian? — pregunta, mientras estudia mi cara de
cerca y
luego mira hacia la puerta cerrada del dormitorio.
—Estoy bien, gracias. ¿Cómo está papá? — Le digo, al verla vacilar
cuando ella
se pregunta cómo traer a colación el tema de quién es la persona
que está en
mi habitación, ella sabe cómo puedo ser de hostil al hablar de
algo personal.
Estoy disfrutando de esta pequeña broma demasiado como para
sacarla de su
miseria todavía.
—Él está tan ocupado como siempre, ya sabes cómo es —, responde
ella
distraídamente.
—Mia estará pronto de vuelta ¿no? — Le digo ahora.
—Sí, así es, y me preguntó si puedes recogerla en el aeropuerto,
si eso está bien
cariño. Creo que te ha extrañado en el tiempo que ha estado en
París.
—Sí, la he extrañado, y ya he dicho que voy a estar allí para
recogerla, ella me
escribió un mail.
—Eso está bien, entonces —. Mamá sonríe, y luego vuelve a mirar
hacia la
puerta de mi dormitorio.
La puerta se abre lentamente, y veo la cara de mamá de cerca para
ver su
reacción cuando Anastasia nerviosamente hace su salida.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
79
Oigo una inhalación brusca mientras sus ojos se abren en estado de
shock. Es
evidente que esta mujer joven y bella no era quien ella esperaba
en absoluto, y
veo sus hombros caer en alivio.
¡Gracias al cielo, es una joven dulce! ¡Christian no es gay
después de todo!
¡Aleluya, por fin tiene una novia!
Ana se ve impresionante, simplemente vestida con sus pantalones
vaqueros, la
blusa azul y una chaqueta. Ella se ha recogido hacia atrás su
melena de cabello
castaño largo en una cola de caballo, y su cara está limpia y
fresca sin rastro
de maquillaje. Sus preciosos ojos azules están brillantes y sus
mejillas
sonrosadas, sin duda debido en parte a su muy reciente orgasmo.
Ella parece
dulce, natural y más bien cariñosamente tímida.
—Aquí está ella —, digo con cierto orgullo, me pongo de pie para
hacer las
presentaciones. Ves mamá, yo no soy gay, realmente no tienes
que preocuparte
por mí.
Puedo decir que mi madre está en la luna cuando ella le ofrece a
Ana una gran
sonrisa cálida y se le queda mirando con asombro. Creo que incluso
puede
haber lágrimas en los ojos.
—Es un placer conocerte. — Mamá se las arregla para sacar las
palabras. Ella
se ve encantada y emocionada al darse las manos.
—Llámame Grace —, insiste a Ana, para mi sorpresa. Por lo general,
sólo los
amigos muy cercanos y la familia llegan a llamarla por su nombre
de pila.
Enseguida ella quiere saber cómo nos conocimos, y yo le digo
acerca de la
entrevista que Anastasia me hizo para el periódico estudiantil en
WSU, y que
voy a estar ahí en el discurso de final de carrera esta semana.
Ana, por
supuesto, será uno de los graduados.
Entonces el teléfono móvil de Ana suena, y ella se aleja a la
cocina para
contestar.
Estoy tratando de escuchar su llamada mientras todavía estoy hablando
con mi
madre. Mi buen humor se desvanece un poco cuando me doy cuenta de
que
está hablando con el fotógrafo. ¿Qué demonios está haciendo ella
aun
atendiendo su llamada después de la forma en que la trató? Espero
que eso no
quiera decir que ella todavía tiene sentimientos por él. Ahora
deseo haber
golpeado al hijo de puta la otra noche cuando tuve la oportunidad.
En cuanto Ana termina su llamada y vuelve a entrar en la sala, me
obligo a
sintonizar de nuevo en lo que mamá dice.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
80
—Y Elliot me llamó para decirme que estabas cerca. No te he visto
desde hace
dos semanas, querido.
— ¿Ah sí? — Yo respondo secamente. Si, como yo
pensaba, puto Elliot que
envío a mi madre aquí, con un pretexto falso. Bastardo entrometido,
él sólo
debería ocuparse de sus propios asuntos.
Mamá está tranquila ahora que ha visto que sus preocupaciones eran
infundadas, por lo que ella se excusa y se prepara para irse.
Estaba claro que
no quiere interrumpir lo que ella ve como mi naciente romance con
esta joven
mujer perfecta por un momento más.
Ella vuelve a mirar Anastasia con algo que parece asombro, y estoy
muy
contento de que a ella obviamente le gusta y la aprueba.
—Anastasia, ha sido un placer. Espero que nos encontremos de nuevo
—, le
dice con entusiasmo mientras ella toma su mano y la agita. Tranquila
mamá.
Estoy trabajando en ello, pero ella no ha
firmado todavía.
Taylor le muestra la salida a mamá, sin duda, exhalando un gran
suspiro de
alivio porque se las arregló para evitar que ella entrara directo
hacia nosotros
en el dormitorio. Desastres y mi cólera han sido evitados con
éxito.
Luego asuntos de negocios que llegan deben ser ordenados, y
nuestra burbuja
se ha roto. Tenemos que tomar el largo viaje de vuelta a Portland.
Le doy a Ana
en mano el contrato para leerlo más tarde, y sugiero que haga un
poco de
investigación en Internet. Puedo ver por su cara que esto plantea
algún tipo de
problema.
Por el amor de Dios, ¿ella ni siquiera tiene su
propio ordenador? Bueno, pronto
puedo arreglar eso, no hay problema. Desde luego no puede utilizar
el portátil
de su amiga para buscar el tipo de cosas que estoy sugiriendo. De
mala gana
acepto que ella pueda discutir sus preguntas sexuales generales
con Kate, pero
insisto en que no quiero que comente nada con mi curioso hermano.
Cuando voy a mi habitación para alistarme para salir, tomo mi
BlackBerry y
llamo a Elliot.
— ¿Qué demonios le dijiste a mamá para que corriera deprisa aquí
esta
mañana? — Le pido sin preámbulos.
—Buenos días hermanito, ¿cómo estás este buen día? — Elliot
responde en su
relajada forma habitual, y puedo escuchar el tono burlón en su
voz. Está claro
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
81
que no está sorprendido en lo más mínimo por saber de mí, él va a
querer saber
si toda su agitación de mierda ha tenido el efecto deseado.
—Elliot, deja de mear alrededor. ¿Qué le dijiste?
—Comente que estabas en Seattle.
— ¿Y? ¿Qué más, qué le dijiste para lograr que subiera aquí de la
nada tan
brillante y temprano esta mañana?
—Puede que mencionara que estoy preocupado por ti, cuan recluido
estabas,
que esperaba que no te estuvieras deprimiendo. Justo el tipo de
cosas que un
hermano debe confiar a su madre —, me dice con risa disimulada.
—Entonces,
¿qué conoció a Ana? ¿Sabe que es tu novia?
—Oh sí, la ha conocido, y gracias a ti creo que se podría decir
que ella no duda
que sea mi novia —, le contesto secPor lo general me follo a
mis sumisas en mi cuarto de juegos. Pero a
veces, cuando he estado trabajando en mi estudio durante un
tiempo el fin de semana y ella se encuentra cerca, la llamo para
aliviar mi tensión. Ella sabe que si la llamo debe venir tan sólo
con las bragas
puestas y arrodillarse a lado del escritorio junto a mí. Cuando me
detengo en lo
que estoy haciendo para sentarme y asentir con la cabeza, ella
viene entre mis
piernas mientras me siento en mi escritorio, desabrocha mis
pantalones y me
practica una felación. Me gusta llegar al fondo de su garganta, y
prefiero una
sumisa que esté dispuesta a tragar.
Cuando acaba, vuelve a ponerme los pantalones, se levanta y vuelve
a su
habitación sin hablar ni mirarme. De vez en cuando, podría
instruir a
inclinarse sobre mi escritorio para poder pegarle y follarla duro
por detrás, si
me siento particularmente frustrado, si el acuerdo no va bien.
Mis sumisas siempre se encargan de todos los preparativos para
cocinar y
comer durante el fin de semana. A veces puedo decidir de repente
follarla sobre
la encimera de la cocina si me da la gana, o tal vez obligarla a inclinarse
o que
se agarre de los tobillos para que pueda tomarla de esa manera si
es lo que me
apetece. Ella siempre va a hacer exactamente lo que yo le diga de
inmediato y
sin dudarlo, porque sabe que voy a castigarla.
Aparte de eso, follarme a mis sumisas suele tener lugar en mi
cuarto de juegos.
Nunca en mi cama, o en cualquier otra parte de mi dormitorio.
Hasta ahora.
Siento un cierto grado de responsabilidad como primer amante de
Anastasia, y
no quiero que el recuerdo de su primera vez sea el de estar en mi
cuarto de
juegos. Todo el mundo recuerda la primera vez, y no me parece
apropiado. Así
que, aunque yo nunca he tenido sexo en mi dormitorio antes, de
alguna
manera, parece justo que nos dirijamos allí. Está bien, no voy a
suavizarlo en
mi cabeza. Es sólo que no quiero asustarla. Es sólo un medio para
un fin justo,
para asegurar que Ana acabe siendo mi sumisa. Para este premio, me
puedo
adaptar y hacer excepciones. Follar, hacer el amor, o una mezcla
de ambos,
todo viene a ser lo mismo que al final ¿no?
Nada acerca de esta noche tiene que ver con mi rutina normal. No
es sólo que
Ana la que está experimentando cosas por primera vez.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
60
Nos miramos fijamente a los ojos todo el tiempo. Sus hermosos ojos
azules
brillan con el deseo y la excitación, y me muestran, y me dicen
que ella
realmente me desea. Y no tengo duda de que mis ojos le están
diciendo
exactamente lo mismo.
—Eres una joven valiente, estoy cautivado por ti—, le susurro
mientras la beso
y le muerdo esos los labios deliciosos. —Por favor, Ana. Déjame
hacerte el
amor.
—Sí —, susurra, y estoy extasiado mientras me la llevo a mi
habitación, aunque
no puedo dejar de notar que ella está temblando de nervios.
— ¿Supongo que no estás tomando la píldora?
Por la expresión de su rostro es evidente que no es así. Mierda,
eso significa
que voy a tener que usar condones. Odio los condones, pero nunca
asumo
riesgos, por lo que no hay otra alternativa aparte de enviarla
lejos. Es seguro
que eso no va a pasar.
Lo bueno es que tengo una caja de condones aquí en mi habitación.
Conservo
una provisión, así que siempre tengo algunos para poder echarle un
cable a
Elliot. Me preocupo por él, porque él es el tipo de hombre que
felizmente va a
follarse a cualquier chica que se encuentre, sin molestarse en
comprobar su
salud sexual. Hasta ahora ha escapado de pillar nada demasiado
grave, o
embarazar a alguien, que sepamos, pero sé que mamá también se
preocupa por
él, así que trato de asegurarme siempre que puedo, de que está preparado.
Ahora resulta que yo soy el que tiene que estar preparado.
Me quito la chaqueta, los zapatos y los calcetines, luego me
dedico a desvestir a
la deliciosa señorita Steele. Le voy murmurando lo que hago,
tratando de
relajarla. Todo el tiempo buscándonos el uno al otro, mirándonos a
los ojos del
otro.
La beso en los labios, y luego suavemente empiezo a besarla al
otro lado de la
mandíbula, la barbilla, luego su deliciosa boca suave de nuevo. Le
quito la
chaqueta, luego le desabrocho y le quito la camisa. A medida que
cae al suelo,
veo que ella lleva el sujetador de encaje azul Agent Provocateur
que le pedí a
Taylor que comprara. Me complace ver que tiene un ajuste perfecto
para sus
hermosos pechos. Su pálida piel perfecta es simplemente exquisita,
como yo
sabía que iba a ser, y lo quiero tocar y besar toda.
Quiero ver su grueso cabello castaño suelto, así que lo libero y
es glorioso, le
cae en cascada sobre los hombros.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
61
—Me encantan las morenas—, murmuro, mientras giro mis dedos a
través de
su cabello para mantenerle la cabeza quieta mientras la beso de
nuevo. Siempre
chicas de cabello castaño. Esta vez se trata de un beso profundo,
exigente y ella
responde, su lengua y la mía se unen en un baile apasionado,
erótico.
A medida que seguimos besándonos, la tiro con fuerza contra mí,
para que mi
erección conecte con su deseo. Ella me agarra los brazos, y luego
llega hasta
retorcer los dedos con fuerza en mi cabello para tirar de mí para
besarla. Me
sorprendo al descubrir que en realidad me gusta mucho que me esté
haciendo
esto. ¿Quién lo hubiera dicho?
La hago avanzar hacia la cama, y luego me dejo caer de rodillas
delante de ella,
para que pueda lamer su ombligo y mordisquear su piel suave,
dulce, de una
cadera a la otra. Sé que esto la atormenta, y voy por todas, con
todos los trucos
que conozco para despertar su deseo y prepararla. Oigo su
respiración pesada
gimiendo y sé que la estoy llevando al frenesí, lo que la tendrá
rogando que me
la folle. Pero no he terminado todavía.
Mientras me quedo de rodillas, voy desabrochando sus jeans y
lentamente los
deslizo hacia abajo, al mismo tiempo sin dejar de mirarle a los
ojos, ninguno de
los dos estamos dispuestos a mirar hacia otro lado para no romper
el hechizo.
Entonces deslizo mi nariz contra sus bragas para sentir su olor
natural,
almizcle femenino. El olor de la excitación, del sexo, de la
necesidad. Un básico
olor primitivo, instintivo. Me dice que me quiere, que está lista
para mí. Su olor
es embriagador y me vuelve totalmente un maldito salvaje.
La empujo de espaldas contra la cama, le quito sus zapatos y los
calcetines, y
luego paso la lengua y los dientes a lo largo de la planta de los
pies, sabiendo
que esto le sorprenderá, porque la esencia misma de su sexo va a
reaccionar
fuertemente a este estímulo. Funciona, Ana es tan jodidamente
sensible, está
gimiendo y retorciéndose en la cama lista ya para mí.
—Oh, Ana, ¿qué podría hacerte? —, le susurro en deleite. Me
desabrocho los
jeans mientras se encuentra de nuevo en la cama para mí, y se ve
maravillosa
ahí acostada con su sujetador de encaje azul pálido y las bragas.
Una
verdadera belleza natural, todo el paquete.
—Eres muy hermosa Anastasia Steele. No puedo esperar a estar
dentro de ti—,
le susurro. Ahora quiero ver cómo se ve cuando ella tiene un
orgasmo.
—Muéstrame cómo darte placer—, le ordeno. Ella me mira
desconcertada. —No
seas tímida, Ana, muéstrame.
—No sé lo que quieres decir—, ella niega con la cabeza.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
62
— ¿Cómo te haces eso? Quiero verlo.
—Yo no...
¡Por el amor de Dios! ¿En serio que nunca ha
tenido ni siquiera un orgasmo?
—Bueno, tendremos que ver qué podemos hacer al respecto—, Me río
entre
dientes.
Voy a tener todo el placer de su despertar sexual. Voy a darle su
primer
orgasmo. Qué jodidamente emocionante. Oh mi pobre señorita
Steele tengo
mucho que enseñarte, hay mucho que puedo
mostrarte. Primero tengo que
ver la
facilidad con que puedo hacerte venir. Pareces
muy, muy sensible.
Me quito los jeans, entonces extiendo sus tobillos separándolos y
me arrastro
entre ellos. Ella se retuerce furiosamente, así que le digo que no
se mueva, pero
veo le resulta difícil. Voy besando mi camino hacia arriba y le
libero sus dos
fantásticos pechos del sujetador, pero se lo dejo abrochado, para
mantenerlos
atados y empujando hacia arriba listos para que juegue con ellos.
Sus pezones
son deliciosamente bastante rosados y destacan con orgullo. Oh, me
voy a
divertir mucho con ellos.
—Muy bonitos —, le susurro mientras soplo suavemente sobre
un pezón
mientras hago rodar las puntas de mis dedos por el otro. Por su
gemido y la
forma en que se está apoderando de la sábana debajo de ella, sé
que esto está
resonando profundamente en su esencia misma, tal y como lo pretendo.
Ella es
tan sensible, tan fácil de hacerla subir. A continuación, le chupo
un pezón
realmente duro, mientras que pellizco el otro duramente entre mis
dedos. El
dolor y el placer de la mano. La primera lección.
Ella casi salta de la cama, por lo que ahora creo que puedo hacer
que se corra
sólo con hacer esto. Ella es tan sexualmente sensible que no puedo
entender
cómo diablos se las ha arreglado para permanecer virgen tanto
tiempo, pero
entonces creo que tal vez es por eso que es tan sensible. Estoy desatando
todas
sus necesidades sexuales reprimidas. No me importa, cualquiera que
sea la
razón, me encanta jodidamente eso, mientras veo su cara dulce.
Sigo sin
descanso trabajando en sus pezones, y puedo sentir en su cuerpo el
trabajo
hasta su puesta en libertad, a pesar de que ella no entiende lo
que está a punto
de llegarle.
—Déjate ir, nena —, susurro, a continuación le corto el pezón con
los dientes y
tiro aún más duramente el otro con los dedos para enviarla por
encima del
límite de su primer orgasmo. A medida que convulsiona en éxtasis,
la beso
profundamente para reclamar sus gritos como mi recompensa.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
63
Poco a poco baja de las alturas, y le sonrío, mucho más que
satisfecho con su
respuesta. Ella me mira con asombro estupefacto mientras lucha
para
recuperar el aliento.
Sí, nena, eso es todo el alboroto. Y hay mucho
más por venir. Pero voy a tener un
montón de diversión enseñándote a controlarte,
solo permitiéndotelo si yo te lo
digo. O voy a tener que castigarte. Sí, muy
divertido.
No puedo esperar mucho más para follarla, así que compruebo si
está lista para
mí, deslizando mi dedo dentro de sus bragas. Me quejo en voz alta
cuando me
doy cuenta de lo mojada que está y todo lo que quiero es estar
dentro de ella.
Pero primero tengo que follarla con el dedo así que estará realmente
desesperada, todavía más excitada y rogando por mí.
Ha llegado el momento. No puedo esperar más. Tengo que estar
dentro de ella.
Le quito sus bragas, y luego mis boxers para que mi erección, dura
como roca,
salga liberada. Empujo sus piernas para que yo pueda arrodillarme
entre ellas
y colocarme el condón. Veo la mirada asustada en su cara cuando ve
mi
longitud. Sí señorita Steele, soy un chico bien grande y te vas
a tomar hasta el
último centímetro de esto. Pero tengo que recordar que es virgen, así
que le
aseguro que ella se expandirá para tenerme.
Se ve tan bien desnuda, pero diferente a como estoy acostumbrado a
mis
mujeres. Todavía está en todo su esplendor natural, no ha depilado
o afeitado
el vello púbico. Estoy sorprendido de encontrar que más bien me
gusta. Hasta
ahora, siempre le he insistido a mis sumisas que deben estar
completamente
despojadas de todo el vello corporal.
Y entonces me coloco ya listo para tomarla.
— ¿De verdad quieres hacer esto? — Le pregunto por última vez.
—Por favor —, me pide.
—Levanta las rodillas —, le instruyo y ella inmediatamente obedece
sin vacilar.
Coloco mi punta en su entrada húmeda, acogedora, y puedo sentir
como sus
pliegues suaves y dulces me piden que entre.
—Te voy a follar ahora, señorita Steele —, le advierto. — Duro.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
64
Nunca me he tirado a una virgen antes, pero por supuesto sé que va
a hacerle
daño, así que me imagino que es mejor no tener dudas o ser poco
entusiasta al
respecto.
Un realmente duro, decisivo empuje, y le arranco su virginidad.
Ella grita, pero
sigo de golpe hasta el fondo, hasta la empuñadura, mucho antes de
parar y
hacer una pausa.
Y en algún nivel primitivo profundo, me siento triunfante. He
reclamado mi
recompensa. Anastasia ahora es mía.
Cristo, ella esta tan jodidamente apretada. Estoy totalmente
encerrado por su
suavidad sedosa y aterciopelada y se aprieta con fuerza a mí
alrededor. ¡Joder!
—Estás muy apretada —, gimo. — ¿Estás bien? — Ella asiente con la
cabeza
mientras me agarra los antebrazos. Me quedo quieto, para dejarla
aclimatarse,
pero también para poder saborear la exquisita sensación de estar
dentro de
Anastasia.
Después de un momento, le digo que me voy a mover. Y regreso
lentamente,
gimiendo en el intenso placer que siento cuando me acaricia su
sedosidad en la
salida. Entonces empujó de vuelta de nuevo, lo que la hace gritar
de nuevo,
pero puedo sentir que ella está bien, ella no quiere que pare.
Me detengo enterrado profundamente dentro de ella otra vez, somos
un ajuste
perfecto, a la medida. Un hilo de voz desde las profundidades
ocultas me
susurra en algún lugar desconocido que esta mujer es para mí.
Estamos
destinados a estar juntos, nuestros caminos se entrelazan. Es por
eso que
siento que me llamaba con tanta fuerza, ¿por qué no me puedo
resistir? Esto es
mucho más que follar, esto es una fusión mágica, una escisión
entre nosotros.
Es por eso que ella me esperó para perder su virginidad, por qué
me necesitaba
para despertar su sexualidad. Trato de ignorar esa voz absurda y
ridícula, e
introducir esos pensamientos de nuevo en mi cabeza, pero me
resulta muy
difícil.
— ¿Mas? — Me las arreglo para susurrar.
—Sí.
Empujo de nuevo para sentir la opresión gloriosa y exuberante. Es
un jodido
paraíso. Nunca me había sentido tan bien.
— ¿Otra vez?
—Sí —, me pide ahora, y por lo que sé veo está preparada para
mucho más.
Sigo empujando dentro y fuera hasta que encontramos nuestro ritmo,
juntos,
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
65
sus caderas se elevan para coincidir con cada una de mis
embestidas mientras
comenzamos a elevarnos. Modifico mi postura un poco para
asegurarme de que
estoy acariciando su punto G mientras me deslizo dentro y fuera.
Estoy
entusiasmado al sentir que empieza a temblar... la beso y muerdo
su labio...
Siento su rigidez...
—Córrete para mí, Ana —, le susurro, y ella, obediente,
gloriosamente lo hace.
Está increíblemente apretada alrededor de mi erección y entonces
siento las
olas y los espasmos de su orgasmo apretando y apretando alrededor
de mí con
fuerza. Con un último empuje duro, me envió sobre el borde en un
clímax
intenso hasta que me vacío en ella, llamándola por su nombre. Jodidamente
alucinante.
A medida que los dos poco a poco bajamos de nuestra liberación
explosiva, dejo
descansar mi frente en la de ella mientras recupero el aliento. La
beso
suavemente cuando salgo de ella, lo que la hace estremecerse. Ella
parece
pensar que es divertido cuando le pregunto si le he hecho daño, la
ironía no se
me escapa.
—En serio, ¿estás bien? — pruebo, y cariñosamente le coloco un
mechón de
pelo detrás de la oreja. Quiero garantías de que esto ha sido una
buena
experiencia, la primera vez para ella. Ella sonríe, pero no me
responde. Tengo
que saber, tiene que decirme, de repente es muy importante para
mí.
—Me gustaría volver a hacerlo —, susurra tímidamente a modo de
respuesta, y
sonrío aliviado.
Gracias a Dios. Si ella está tan a gusto, si es tan bueno para
ella también lo es
para mí. Ella no tiene idea de lo increíble que fue para mí. ¿Cómo
nuestra
conexión hace que sea mucho mejor que mi modo de follar usual?
¿Qué
demonios está pasando aquí? Esto fue aburrido sexo vainilla.
Siempre he creído
que necesitaba mucho más que eso para sentirme satisfecho.
— ¿Lo quieres ahora señorita Steele? Pides mucho ¿no? Date la
vuelta.
Menos mal que soy de recargado rápido. La segunda posición viene
enseguida.
Me encantará follarla por detrás.
Le desabrocho el sujetador, paso mis manos por su piel sedosa de
la espalda, y
luego acaricio la curva de su precioso trasero perfecto. Me
imagino lo que
sentiría al ser el primero que suavemente frote su culo descarado,
y de repente
la azoto con fuerza. Después Grey, no está preparada para eso,
no te arriesgues
a asustarla ahora.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
66
Me gusta el que puedo inmovilizarla totalmente en la cama en esta
posición.
Esto significa que Ana no será capaz de tocarme, así que me relajo
y me quito
la camisa cuando ella pregunta por qué todavía la tengo puesta.
— ¿Así que quieres que te folle otra vez? Bueno, esta vez te voy a
tomar por
detrás, Anastasia —, Me regodeo mientras espero para empezar de
nuevo. Esto
es muy divertido, hay muchas cosas que probar con ella.
Le agarro el pelo por la nuca para mantenerla quieta mientras me
posiciono, y
poder llegar con mi mano para de masajear su clítoris.
—Tú eres mía, sólo mía. No lo olvides —, susurro, excitado por
saber que
ningún otro hombre jamás ha tocado ahí, de esta manera, antes.
Aspiro su olor embriagador alrededor de la línea de su cabello.
Creo que me
estoy convirtiendo en adicto a ella. Soy como un adicto a las
drogas, y es
exactamente mi marca de heroína.
—Hueles divinamente —, gimo.
Una vez más, es muy sensible al tacto, cuando sigo al frotar
alrededor de su
protuberancia en pequeños círculos.
—No te muevas —, ordeno mientras trata de mover sus caderas en
respuesta.
Las cosas suben a otro nivel cuando uso mi pulgar para acariciar
la pared
frontal de la vagina, una técnica garantizada para excitarla, un
hecho
confirmado por su fuerte gemido.
— ¿Te gusta esto? — Bromeo, le meto el pulgar dentro y fuera y
continúo con
los círculos con el dedo. Ella está tan mojada ya, es muy
sensible, y realmente,
realmente me gusta eso.
Ahora voy a intentar otro truco travieso con ella.
—Abre tu boca —, Le ordeno, y meto mi pulgar en su boca para que
saboree su
propia excitación. Esto la sorprende, pero es jodidamente sexy.
—Chúpame, nena —, le digo a continuación. Quiero sentir la
felación de mi
dedo. Ella no me defrauda por como chupa fuertemente mi pulgar.
—Quiero follarte la boca, Anastasia, y pronto lo hare —, le
susurro extasiado
por como lo está haciendo.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
67
Creo que mis palabras la sorprenden, y hacen que me muerda, lo que
me
divierte, pero no es lo que le dije que hiciera. Tiro de su pelo
para advertirla y
ella me suelta el pulgar.
—Dulce muchacha traviesa —, susurro, mientras estoy enfundado y
listo para
empezar a follarla otra vez.
Esta vez vamos a ir muy despacio, y le voy a dar la primera
lección de cómo yo
controlo su placer, yo controlo su orgasmo.
Poco a poco entro en ella, hasta el fondo, muy profundamente por
detrás. Ella
está muy apretada y caliente y exuberante como la primera vez.
Poco a poco la
rodeó con mis caderas cuando estoy dentro de ella para que mi
longitud
estimule cada pedacito de ella, cada terminación nerviosa
sensitiva, entonces
salgo lentamente. Ella gime en voz alta. Poco a poco repito esto
una y otra vez y
la veo elevarse. Me hace sentir jodidamente increíble, y me quita
considerablemente el control para impedirme que me estrelle contra
ella.
Muy pronto siento que comienza a temblar y temblar, así que me
retiro y
espero. Quiero tenerla justo en el borde de la liberación de su tormento.
—Oh no, nena, todavía no —, bromeo.
Una vez que se ha calmado, empiezo de nuevo. Repetimos el proceso
una y otra
vez. El control del orgasmo requiere una considerable habilidad.
La negación es
una técnica clásica dominante para la formación de una sumisa. Soy
un
verdadero experto en eso, y pronto ella me estará pidiendo que la
deje llegar.
Pero todavía no. Quiero que sufra. Quiero que piense en mí cada
vez que se
mueva mañana. Quiero que recuerde que es totalmente mía, porque
sólo yo he
estado aquí. Así que continúo, entrando lentamente, dando vueltas
dentro de
ella y luego saliendo.
—Por favor, Christian —, Me suplica de nuevo, ahora ya está fuera
de sí por la
necesidad.
— ¿Qué es lo que quieres, Anastasia? Dime —, Le digo. Ahora
entiende que yo
tengo el control, sólo yo puedo darle la libertad que ansía.
Repito una vez más
mis acciones, poco a poco al entrar, revolviendo dentro de ella y
luego salgo. —
Dímelo.
—A ti, por favor —, me suplica. La próxima vez me llamará
“Señor”
Ella ha dicho las palabras correctas, por lo que para
recompensarla poco a poco
comienzo a aumentar el ritmo.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
68
—Eres. Tan. Dulce. Te. Deseo. Tanto. — Gruño mientras me muevo más
rápido
y duro. Finalmente le permito el orgasmo. —Córrete para mí, nena.
Ella tiene un orgasmo intenso, que la lleva a gritar mi nombre
mientras está
atrapada boca abajo en la cama donde yo estoy tumbado sobre ella.
Ola tras ola
de un fuerte orgasmo que me succiona, e inevitablemente me lleva a
mi
liberación tras un par de duras estocadas finales.
Me derrumbo sobre ella sin aliento. Mierda, esto ha sido
increíblemente intenso
otra vez.
—Joder. Ana.
Esta chica es simplemente natural en el sexo.
Me salgo y ruedo hasta mi lado de la cama.
Ella está completamente agotada, que se acurruca en su lado y se
queda
abrumada y satisfecha.
Echo un vistazo al reloj. Veo que es pasada la medianoche. Así que
ahora
puedo decir con sinceridad que me la he follado toda la noche, tal
y como he
querido hacer desde que la señorita Anastasia Rose Steele cayó por
primera vez
en mi oficina.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
69
Capítulo 9
M
e despierto y me estiro satisfecho, sintiéndome renovado. Miro el
reloj, estoy un poco sorprendido al darme cuenta de que después
de que regresé a la cama anoche con Anastasia, he dormido
profundamente durante varias horas. Así que parece que no es sólo
una
casualidad el que duerma muy bien cuando ella está en mi cama.
Frunzo el
ceño cuando me doy cuenta de que ella se ha ido, pero puedo escuchar
ruidos
provenientes de la zona de la cocina, me relajo ya que creo que
ella está
haciendo algo para desayunar.
En cualquier caso, he instruido a Taylor para que la intercepte y
me alerta si ve
a través del circuito cerrado de televisión de seguridad que ella
está tratando de
irse. Él tiene toda la responsabilidad de la seguridad, siempre
está plenamente
informado de todos los huéspedes que pasan la noche en mi casa, es
un suceso
muy raro en cualquier caso. Por supuesto, como le dije ayer, Ana
es libre de
irse cuando quiera, pero yo no quiero que se vaya sin tener la
oportunidad de
hablar con ella, y tratar de cambiar su decisión.
Al salir de la cama y tirar las mantas, me doy cuenta de nuevo de
la mancha de
sangre en las sábanas. Eso trae a mi mente los viejos tiempos, la
prueba de la
virtud de la mujer en su noche de bodas era una preciada posesión,
un trofeo,
incluso. La señora Jones, sin duda, verá la mancha de sangre
también, y tal
vez pensará que me he rebajado a un nuevo nivel de depravación por
desflorar
a una joven virgen en mi cama. Pero después de haber trabajado
para mí
durante los últimos años, Gail sabe que todo lo que pasa en mi
apartamento es
siempre totalmente consensuado. No creo que ella o Taylor
estuvieran
dispuestos a trabajar para mí si se tratara de cualquier otra
forma, por mucho
que les pague, aunque sé que siempre es posible emplear personal
que estará
dispuesto a hacerse la vista gorda.
Pero la evidencia de actividad sexual en mi cama, será un
principio, y que, sin
duda, le causará curiosidad. Sin embargo, ella no me va a hacer
ningún
comentario, es por eso que ella y Taylor han trabajado para mí
durante el
tiempo que lo han hecho. Discretos. Leales. Eficientes.
Confiables. Buenos para
mantener la boca cerrada y no hablar fuera de lugar. Estos son
todos los
atributos esenciales requeridos por mi sanctasanctórum del
personal. Estar tan
cerca como lo están, Gail y Jason, sin duda, lo discutirán entre
ellos y
probablemente sentirán lástima por la chica en cuestión, pero
ellos me conocen
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
70
lo suficiente como para comprender que nunca la he obligado a
hacer algo en
contra de su voluntad.
Me dirijo a la cocina, me quedo de pie en el umbral escondido,
para ver a
Anastasia, quedándome hipnotizado.
Ella baila a través de la cocina mientras mezcla algo en un
recipiente bajo el
brazo. Me doy cuenta que lleva la camisa blanca que use anoche,
sin nada
debajo, cuando se inclina hacia arriba del armario, y veo una de
sus deliciosas
nalgas asomándose. Se ha recogido el cabello en dos coletas y la
hacen lucir
muy joven, muy linda y endemoniadamente sexy.
Puedo ver que ella lleva auriculares, así que supongo que está
escuchando un
iPod. También está cantando con una voz muy dulce. Obviamente es
una
canción que ella conoce muy bien, y desde el énfasis en que dice
en las letras,
una que parece resonar muy fuertemente en ella.
So you think you got it all worked out...
You got your hot pants on, you got your arse
right out...
Think that you are something new and
special...
Me and my drab dress we don't do at all...
I spent so long trying to fit the prototype...
I don't care...anything you can do I can do
better...
All you girls, you look and flip your hair,
you wonder
why I'm still here...
So you've got your little groups and
gangs...well I don't
wanna be in that game...you've got the wrong
girl...coz
I'll be flying higher
You're superficial, I'm a misfit...so what we
don't look
the same...
You're superficial, I'm a misfit...
But that's okay...
Hmm, fascinante. "Misfit" de Amy Studt si no me
equivoco. ¿Es así como se ve a
sí misma como alguien que no encaja? Recuerdo algunas de las
intimidantes
bandas de chicas en la universidad, todas superficiales, perras
rubias y
bronceadas. Tal vez es lo que Ana está pensando. Tengo que echar
un vistazo a
su lista de reproducción, a ver si puedo tener alguna pista sobre
ella a partir de
sus elecciones. Ella es muy tímida e independiente lo que me hace
difícil
intentar leerla, aunque a veces creo que puedo adivinar lo que
está pensando.
Ella fue muy perspicaz acerca de la pieza de música que tocaba en
mi piano
cuando vino y me encontró en la madrugada. Estoy contento de que
la música
parece ser importante para ella, también parecen gustarle las
piezas que he
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
71
puesto en mi coche. La música es una parte integral de lo que soy,
me refugio
en ella, ayuda a calmarme cuando tengo que pensar las cosas.
Aprender a tocar el piano me trajo de vuelta a la vida cuando era
un niño. Creo
que mi mamá tiene una teoría secreta de que tal vez mi padre
biológico era una
especie de músico. Lo que sea. La puta drogadicta probablemente
nunca supo
cuál de sus muchos clientes la dejo embarazada. Lo más probable es
que él ni
siquiera sabía de mi existencia. Nunca lo sabremos, y yo realmente
no podría
apostar una mierda por eso.
Tranquilamente voy a sentarme en la barra de desayunar. Sea lo que
sea lo que
cocina Ana huele bien. Cuando Ana me ve, se congela y deja de
bailar.
—Buenos días, señorita Steele. Estás muy enérgica esta mañana —,
bromeo, y
se sonroja y me mira avergonzada.
Comemos el desayuno que ha preparado, y parece contenta de que le
pidiera a
la señora Jones que consiguiera un poco de su té favorito,
Twinings English
Breakfast. Me enorgullezco de recordar pequeños detalles como
estos, a
menudo puede hacer o deshacer un trato.
Es evidente que mi deseo por reclamar su cuerpo anoche ha sido
todo un éxito,
porque ella se estremece cuando ella se sienta. Está bien
follada entonces.
Encuentro divertida su respuesta concisa cuando le pregunto de qué
tan
dolorida esta.
—Bueno, para ser sincera no tengo nada con que compararlo. ¿Deseas
ofrecer
tus conmiseraciones? — ella dice.
En realidad, estoy tratando de evaluar dónde continuar con su
formación
básica. Viendo que yo he querido follar su boca desde el día en
que cayó en mi
oficina, le sugiero que tal vez experimentar las habilidades
orales. Ella casi se
atraganta en estado de shock.
—Eso, si te quieres quedar —, pregunto, sin saber ahora si estoy empujándola
demasiado fuerte, demasiado rápido. Yo realmente no quiero
arriesgarme a
perderla, prefiero frenar que asustarla.
Anoche fue... sí que fue la mejor noche que recuerdo en mucho
tiempo. Quiero
muchas noches más como esa.
Ella me dice que le gustaría quedarse, pero que tiene trabajo al
día siguiente.
Me comprometo a hacer que llegue a tiempo, pero realmente parece
dispuesta a
volver hoy, con la excusa de que necesita ropa limpia. Incluso la
oferta de
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
72
comprarle un poco más de ropa no influye en nada en la decisión de
quedarse
otra noche más.
Frustrante, ella insiste en que quiere estar en casa esta noche.
Estoy más que
decepcionado, pero me doy cuenta que no puedo hacer que su
estancia se
alargue. Ella es tan jodidamente independiente y autónoma. La
mayoría de las
mujeres estarían encantadas con la oferta de ropa nueva, pero no
la señorita
Steele.
Ahora deja de comer, diciendo que no tiene hambre, después de
haber comido
apenas casi nada. Me pone tan jodidamente enojado ver que la
comida se
desperdicia. Si, como yo que he vivido cerca de la inanición,
parece
increíblemente egoísta y fútil cuando la gente no come la buena
comida que
está justo en frente de ellos. Ana ya está muy delgada y de
aspecto frágil, así
que no puedo soportar la idea de que ella no coma lo suficiente,
privándose del
alimento. Tengo que comprobar que no tiene antecedentes de
anorexia o
bulimia.
Al limpiar, le digo que vamos a tomar un baño después del
desayuno. Tanto la
ducha como el baño me parecen muy agradables. Estar cálidos y
limpios son
los lujos más básicos que las personas dan por sentado.
Luego la maldita de Katherine Kavanagh llama al teléfono móvil de
Ana, quiere
comprobar que ella está bien, claramente intentando obtener información
sobre
lo que pasó anoche. Ana dice muy poco, pero le dice que irá a
verla esta noche.
Está claro que se siente desgarrada por lo que ella puede decir a
su amiga. Ella
me dice que quiere preguntarle a Kate sobre el sexo, si eso
estaría bien ahora
que ha firmado el contrato de confidencialidad.
Como supongo que Kate se ha visto con mi hermano de nuevo anoche,
realmente no me siento cómodo con que Ana discuta nuestras
actividades
sexuales con su amiga. Ella me tiene como su punto de referencia,
puede
preguntarme cualquier cosa. Puedo decirle todo lo que necesita
saber.
— ¿Tu familia sabe de tu um....predilección? — ella pregunta.
—No. No es asunto suyo.
Y este es el quid de mi dilema. Este es el problema con mis
posibles nuevas
sumisas mezclándose con mi familia. Siempre he logrado mantener
estos dos
mundos completamente separados, pero ahora se están entrelazando y
chocan
de la manera más confusa. Traté de entender todo esto en mi cabeza
anoche,
mientras veía dormir Anastasia.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
73
Elliot sabe de Ana, y probablemente va a escuchar un montón más
acerca de
ella gracias a Kate. ¿Debo preocuparme por esto cuando puedo
sentir que Ana
es sincera cuando dice que no le dirá a nadie, ni siquiera a Kate,
nada de
nosotros? Mi intuición me dice que confíe en ella, y rara vez me
decepciona con
cosas como esta.
Tal vez puedo hacer las cosas de novia con ella una parte del
tiempo, así como
tenerla de sumisa para mí. ¿Es esto posible? Si no es así,
entonces la única
alternativa es que tengo que dejarla ir, y sé que no puedo.
Simplemente no
puedo. Así que tal vez tengo que dejar de pensar sobre ello y ver
qué pasa. Esto
me asusta porque me gusta tenerlo todo planeado y controlado. No
me gustan
las sorpresas. Me vendría bien una sesión con el buen doctor
Flynn, pero está
fuera de la ciudad, así que no puedo verlo aún.
Antes de hacer ninguna suposición acerca de si vamos a continuar
con lo que
sea esto entre nosotros, tengo que saber lo que piensa Ana acerca
de anoche,
ya que ella se durmió exhausta después de su tercer orgasmo, antes
de que
pudiera decir mucho.
— ¿Cómo fue anoche para ti? — Le pregunto, ansioso por descubrir
su
evaluación de las cosas. Creo que ha ido muy bien, pero no debo
asumir que
Anastasia siente lo mismo, especialmente porque parece dispuesta a
marcharse. ¿Está planeando huir?
—Bien —, ella susurra tímidamente, y luego me sonríe con su
sonrisa
maravillosa. Estoy estúpidamente contento y también aliviado por
esta
respuesta.
—Para mí también. Nunca había tenido sexo vainilla antes. Hay
mucho que
decir acerca de eso. Pero tal vez es porque es contigo —, le
confieso, mientras
corro mi dedo por su carnoso labio inferior.
Elena siempre me decía que el sexo vainilla nunca sería suficiente
para alguien
como yo, y yo nunca había dudado que ella tuviera razón, ¿hasta
ahora tal vez?
Sacudo la cabeza para deshacerme de todos estos pensamientos y
llevo a Ana
hacia el baño.
~ ~ ~
Después de nuestra sesión en el baño, estoy aún más confundido por
Ana, ella
es una contradicción. Ella realmente parece no tener la menor idea
acerca de
cuán hermosa es, es muy delgada y tiene unas hermosas piernas
largas y un
trasero precioso y sus senos son fantásticos, los más perfectos
que he visto, del
tipo que los hombres sueñan y fantasean. Pero ella baja su cabeza,
tan tímida y
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
74
cohibida, incómoda al pararse desnuda frente a mí. Ella casi actúa
como si
estuviera avergonzada cuando quiero disfrutar mirándola ¿tal vez
ella tiene
problemas de autoestima?
Entonces, cuando estamos en el baño, ella me toma completamente
por
sorpresa cuando de repente toma la iniciativa y descaradamente me
da el más
fantástico, alucinante sexo oral.
Empieza cuando le muestro exactamente cómo me gusta que mi polla
sea
manipulada y complacida. Lo siguiente que supe es que se ha ido
abajo en mí.
¡Joder! El trabajo completo, chupar profundo, lamer a la perfección, sin
reflejo
de nauseas en absoluto.
Ella incluso deja que me corra en su boca y luego se lo traga con apenas
esfuerzo.
Me dice que esta es la primera vez que ha hecho esto, y puedo
decir que está
diciendo la verdad. Ella es natural, y lo que es más, puedo ver
que ella
realmente disfrutó haciéndolo y se excitó a lo grande. No puedo
creer lo
increíble que es esta chica. Su boca me folló, más que yo me
follara su boca, tal
vez debería preocuparme, pero no es así. Ha sido genial el tener a
alguien a
quien le ha gustado tanto hacerlo como me ha gustado a mí que me
lo hiciera,
y tengo que otorgar el más merecido “10” en habilidades orales.
Cristo, realmente quiero que ella diga que sí a nuestro acuerdo
aún más ahora,
estamos tan jodidamente bien juntos.
Después de esta actuación, definitivamente creo que ella está
lista para que
avance a la siguiente fase con ella, a medida que caminamos de
nuevo a mi
dormitorio.
— ¿Confías en mí? — Le pregunto.
Ella me mira con sus grandes ojos azules y asiente. Me asusté un
poco con ella
anoche cuando trató de tocar mi pecho desnudo porque ella no
entiende acerca
de mis áreas prohibidas.
Me sentiré más relajado cuando sepa que sus manos no pueden
tocarme.
Podemos no estar en mi cuarto de juegos, pero se puede improvisar.
Entro en
mi armario y agarro una corbata de seda tejida gris plata. Esto
debería hacer el
trabajo igual de bien.
—Entrelaza tus manos en frente de ti —, le ordeno, y puedo sentir
la emoción
de estar en control total de nuevo a través de mi cuando ato sus
muñecas
juntas muy fuertemente. Me encanta que ella se vea tan dulce y
joven con sus
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
75
coletas, y eso me excita aún más. Yo la acuesto en la cama y
empujo sus
manos sobre su cabeza. Ahora puedo darle la primera lección de la
manera
Dominante/sumisa de cómo hacer las cosas.
—Mantén tus manos aquí, no las muevas, ¿entiendes? — Le instruyo
con
fuerza.
Ella me mira con sorpresa, y creo que se siente intimidada. Está
bien.
—Respóndeme.
—No voy a mover mis manos —, susurra.
A ella todavía le es difícil mantenerse quieta cuando la beso por
todo el cuerpo,
pero ella tiene que aprender a controlarse, para hacer exactamente
lo que le
digo. Así que cuando me desobedece y mueve las manos para tratar
de
tocarme, le digo y poco a poco empiezo todo de nuevo, sabiendo que
ella se
siente frustrada por este ataque sensual lento. Estoy intentando
dar a Ana su
primera lección en el arte de Cunnilingus.
Me encanta realizar un cunnilingus en una mujer. Se necesita
tiempo para
aprender las habilidades necesarias para saber exactamente el
lugar adecuado
para concentrarse, para saber cuánta presión hay que usar,
entender y medir
qué tan sólo el suave movimiento de la lengua puede dar tanto
placer, placer
que tan fácilmente puede ser retirado cada vez que el clímax se
acerque. Esto
me da un control total y absoluto sobre ella. Puedo dictar exactamente
la
cantidad de placer que estoy dispuesto a permitir.
Anastasia está tan excitada y sensible que casi convulsiona en la
cama cuando
la chupo suavemente y luego rodeo su clítoris con mi lengua. Huele
y sabe tan
jodidamente dulce, ella es divina. Enrollo mi lengua alrededor
para aumentar
su placer decidido a premiar su actuación en el baño.
El siguiente paso es la mariposa Venus, mi lengua sobre su
clítoris, mi dedo en
su vagina, y ella casi se viene ahí, pero me contengo, quiero que
esto dure más
tiempo para ella. Ella está tan húmeda y lista, que yo sé que ella
no puede
aguantar mucho más. Puedo mover mi dedo dentro de ella para que
coincida
con las acciones de mi lengua. Ella estalla con fuerza mientras
sus sentidos se
astillan y se rompen, gritando mi nombre cuando su orgasmo rasga a
través de
ella.
Es mi turno ahora, así que después de deshacerme de la toalla
rápidamente,
penetro en su exuberancia, sintiendo la exquisita estrechez una
vez más. Me
detengo en un primer momento para comprobar que está bien, que
esto no es
demasiado para ella, pero ella me pide que siga adelante. Así que
ahora
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
76
realmente bombeo con fuerza en ella, cada vez más rápido, llegando
a su punto
dulce y empujando y golpeando en ella una y otra vez, porque
realmente quiero,
necesito que se corra otra vez, así que continúo hasta que por fin
siento su
temblor de nuevo.
—Córrete para mi nena —, digo en voz alta, y ella estalla en torno
a mí. Puedo
sentir su apretón, apretándome la longitud, así que lo he
conseguido, que he
obligado a su cuerpo a responderme. Necesito que todas las
folladas entre
nosotros sean totalmente alucinantes para que ella se sienta
obligada a aceptar
ser mi sumisa.
—Mierda gracias —, gimo, al dar un impulso final y correrme duro
para
liberarme en ella.
A medida que nos recuperamos y comenzamos a recobrar nuestros
sentidos,
ella me mira en un estado de estupor inducido por el sexo.
—Ves lo bien que estamos juntos. Si te entregas a mí, será mucho
mejor.
Confía en mí, Anastasia, te puedo llevar muy lejos, a lugares que
ni siquiera
sabes que existen —, le susurro seductoramente, esperando que mi
potencia
sexual le ayude a entregarse a mí.
Entonces los dos nos congelamos de repente cuando oímos voces
fuera de la
puerta de mi dormitorio.
Me doy cuenta con horror que es el sonido inconfundible de mi
madre, en la
forma completa sobreprotectora y preocupada, decidida a entrar
directamente a
verme. Taylor está haciendo todo lo posible con tacto y
discreción, pero ella
parece estar bajo la impresión de que hay algo mal conmigo, que
claramente
tengo que estar enfermo o algo porque yo todavía estoy en la cama
a esta hora
del día.
Es sólo cuando Taylor finalmente le dice que “no estoy solo”, que
tengo “alguien
conmigo”, mi mama cae en cuenta, y está claro que a ella le
sorprende esta
revelación. Obviamente, nunca se le ha ocurrido que ella podría
atraparme en
flagrante delito, en mi dormitorio. Hasta que
conocí a Anastasia, que habría sido
la suposición correcta.
— ¡Mierda! Es mi madre —, le digo a una Anastasia en shock. Me
apresuro a
retirarme y se estremece. —Vamos, tenemos que vestirnos, eso es si
quieres
conocer a mi madre.
Salto de la cama, rápidamente me deshago del preservativo, a
continuación, me
pongo mis jeans, pensando en aprovechar para bien esta
oportunidad.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
77
Por supuesto, inmediatamente sospecho a quién tengo darle las
gracias por
esta visita no anunciada de mi mamá. Sin duda, mi querido hermano
Elliot de
alguna manera ha estado agitando las cosas, sólo lo suficiente
para que ella se
lance para aquí sin siquiera una llamada de teléfono para
avisarme. Ya me
ocuparé de él más tarde.
Miro a Ana, que se encuentra todavía horrorizada en estado de
shock.
Pues bien, a falta de mantenerla escondida aquí en el dormitorio,
voy a tener
que presentarle a mi mamá. Y mientras la miro, me doy cuenta de
que ella no
es una chica de la que avergonzarse o esconderla, y no es como si
tuviera que
mentir o inventar alguna historia de cómo nos conocimos. Todo fue
perfectamente inocente y por encima de la mesa.
—Otra primera vez —, murmuro, perplejo.
—Christian, no me puedo mover —, Ana está en pánico, sus muñecas
siguen
amarradas con la corbata. — Tal vez debería quedarme aquí. No
tengo ropa
limpia.
—Oh no, no lo harás, puedes usar algo de la mía. Anastasia,
podrías estar
usando un saco y te verías preciosa. Por favor, no te preocupes.
Me gustaría
que conocieras a mi madre —. La tranquilizo, la suelto y le señalo
dónde está
mi ropa.
En realidad, estoy bastante relajado y feliz por su encuentro con
mi madre,
Elliot tiene razón en un aspecto, mamá va a estar emocionada de
saber que
tengo una novia, que es lo que decidí que Ana será en cuanto a mi
familia se
refiere. No puedo presentarla como mi potencial sumisa después de
todo.
Es genial, porque estoy bastante seguro de que Ana es exactamente
el tipo de
chica con la que a mi mamá le gustaría verme, y siempre estoy
encantado de
hacer cualquier cosa que haga que mi mamá feliz.
Sin embargo no puedo dejar de bromear un poco con mi mamá. Taylor
en
realidad no especificó el sexo de la persona que está aquí en mi
dormitorio
conmigo.
Miro a Ana y se puede ver que ella todavía está preocupada e
insegura acerca
de conocer a mi madre.
—Voy a esperarte en esa sala en cinco minutos, de lo contrario
vendré a
arrastrarte yo mismo —, le advierto en lo que me pongo una
camiseta.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
78
Si mi “invitado” no hace acto de presencia, sólo va a hacer que mi
madre se
convenza de que estoy escondiendo a mi novio gay, o peor aún una
especie de
chico de alquiler del que me estoy avergonzado.
Por supuesto que lo sé porque ella es una persona maravillosa y
tolerante, ella
siempre aceptaría con quien yo elija estar, pero lo que realmente
quiero
presentar a mi mamá es a la dulce, natural, hermosa señorita
Steele. Entonces
tal vez ella pueda relajarse un poco acerca de mí, no más “gay
reprimido
célibe”, no más Christian de qué preocuparse.
Salgo a ver a mamá sentada en el borde del sofá, así que voy y le
doy un beso
en la mejilla y luego de forma casual me siento a su lado.
—Hola Mamá, es un placer inesperado.
Espero a que ella diga algo, sabiendo que ella debe estar ardiendo
de
curiosidad.
— ¿Cómo estás Christian? — pregunta, mientras estudia mi cara de
cerca y
luego mira hacia la puerta cerrada del dormitorio.
—Estoy bien, gracias. ¿Cómo está papá? — Le digo, al verla vacilar
cuando ella
se pregunta cómo traer a colación el tema de quién es la persona
que está en
mi habitación, ella sabe cómo puedo ser de hostil al hablar de
algo personal.
Estoy disfrutando de esta pequeña broma demasiado como para
sacarla de su
miseria todavía.
—Él está tan ocupado como siempre, ya sabes cómo es —, responde
ella
distraídamente.
—Mia estará pronto de vuelta ¿no? — Le digo ahora.
—Sí, así es, y me preguntó si puedes recogerla en el aeropuerto,
si eso está bien
cariño. Creo que te ha extrañado en el tiempo que ha estado en
París.
—Sí, la he extrañado, y ya he dicho que voy a estar allí para
recogerla, ella me
escribió un mail.
—Eso está bien, entonces —. Mamá sonríe, y luego vuelve a mirar
hacia la
puerta de mi dormitorio.
La puerta se abre lentamente, y veo la cara de mamá de cerca para
ver su
reacción cuando Anastasia nerviosamente hace su salida.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
79
Oigo una inhalación brusca mientras sus ojos se abren en estado de
shock. Es
evidente que esta mujer joven y bella no era quien ella esperaba
en absoluto, y
veo sus hombros caer en alivio.
¡Gracias al cielo, es una joven dulce! ¡Christian no es gay
después de todo!
¡Aleluya, por fin tiene una novia!
Ana se ve impresionante, simplemente vestida con sus pantalones
vaqueros, la
blusa azul y una chaqueta. Ella se ha recogido hacia atrás su
melena de cabello
castaño largo en una cola de caballo, y su cara está limpia y
fresca sin rastro
de maquillaje. Sus preciosos ojos azules están brillantes y sus
mejillas
sonrosadas, sin duda debido en parte a su muy reciente orgasmo.
Ella parece
dulce, natural y más bien cariñosamente tímida.
—Aquí está ella —, digo con cierto orgullo, me pongo de pie para
hacer las
presentaciones. Ves mamá, yo no soy gay, realmente no tienes
que preocuparte
por mí.
Puedo decir que mi madre está en la luna cuando ella le ofrece a
Ana una gran
sonrisa cálida y se le queda mirando con asombro. Creo que incluso
puede
haber lágrimas en los ojos.
—Es un placer conocerte. — Mamá se las arregla para sacar las
palabras. Ella
se ve encantada y emocionada al darse las manos.
—Llámame Grace —, insiste a Ana, para mi sorpresa. Por lo general,
sólo los
amigos muy cercanos y la familia llegan a llamarla por su nombre
de pila.
Enseguida ella quiere saber cómo nos conocimos, y yo le digo
acerca de la
entrevista que Anastasia me hizo para el periódico estudiantil en
WSU, y que
voy a estar ahí en el discurso de final de carrera esta semana.
Ana, por
supuesto, será uno de los graduados.
Entonces el teléfono móvil de Ana suena, y ella se aleja a la
cocina para
contestar.
Estoy tratando de escuchar su llamada mientras todavía estoy hablando
con mi
madre. Mi buen humor se desvanece un poco cuando me doy cuenta de
que
está hablando con el fotógrafo. ¿Qué demonios está haciendo ella
aun
atendiendo su llamada después de la forma en que la trató? Espero
que eso no
quiera decir que ella todavía tiene sentimientos por él. Ahora
deseo haber
golpeado al hijo de puta la otra noche cuando tuve la oportunidad.
En cuanto Ana termina su llamada y vuelve a entrar en la sala, me
obligo a
sintonizar de nuevo en lo que mamá dice.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
80
—Y Elliot me llamó para decirme que estabas cerca. No te he visto
desde hace
dos semanas, querido.
— ¿Ah sí? — Yo respondo secamente. Si, como yo
pensaba, puto Elliot que
envío a mi madre aquí, con un pretexto falso. Bastardo entrometido,
él sólo
debería ocuparse de sus propios asuntos.
Mamá está tranquila ahora que ha visto que sus preocupaciones eran
infundadas, por lo que ella se excusa y se prepara para irse.
Estaba claro que
no quiere interrumpir lo que ella ve como mi naciente romance con
esta joven
mujer perfecta por un momento más.
Ella vuelve a mirar Anastasia con algo que parece asombro, y estoy
muy
contento de que a ella obviamente le gusta y la aprueba.
—Anastasia, ha sido un placer. Espero que nos encontremos de nuevo
—, le
dice con entusiasmo mientras ella toma su mano y la agita. Tranquila
mamá.
Estoy trabajando en ello, pero ella no ha
firmado todavía.
Taylor le muestra la salida a mamá, sin duda, exhalando un gran
suspiro de
alivio porque se las arregló para evitar que ella entrara directo
hacia nosotros
en el dormitorio. Desastres y mi cólera han sido evitados con
éxito.
Luego asuntos de negocios que llegan deben ser ordenados, y
nuestra burbuja
se ha roto. Tenemos que tomar el largo viaje de vuelta a Portland.
Le doy a Ana
en mano el contrato para leerlo más tarde, y sugiero que haga un
poco de
investigación en Internet. Puedo ver por su cara que esto plantea
algún tipo de
problema.
Por el amor de Dios, ¿ella ni siquiera tiene su
propio ordenador? Bueno, pronto
puedo arreglar eso, no hay problema. Desde luego no puede utilizar
el portátil
de su amiga para buscar el tipo de cosas que estoy sugiriendo. De
mala gana
acepto que ella pueda discutir sus preguntas sexuales generales
con Kate, pero
insisto en que no quiero que comente nada con mi curioso hermano.
Cuando voy a mi habitación para alistarme para salir, tomo mi
BlackBerry y
llamo a Elliot.
— ¿Qué demonios le dijiste a mamá para que corriera deprisa aquí
esta
mañana? — Le pido sin preámbulos.
—Buenos días hermanito, ¿cómo estás este buen día? — Elliot
responde en su
relajada forma habitual, y puedo escuchar el tono burlón en su
voz. Está claro
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
81
que no está sorprendido en lo más mínimo por saber de mí, él va a
querer saber
si toda su agitación de mierda ha tenido el efecto deseado.
—Elliot, deja de mear alrededor. ¿Qué le dijiste?
—Comente que estabas en Seattle.
— ¿Y? ¿Qué más, qué le dijiste para lograr que subiera aquí de la
nada tan
brillante y temprano esta mañana?
—Puede que mencionara que estoy preocupado por ti, cuan recluido
estabas,
que esperaba que no te estuvieras deprimiendo. Justo el tipo de
cosas que un
hermano debe confiar a su madre —, me dice con risa disimulada.
—Entonces,
¿qué conoció a Ana? ¿Sabe que es tu novia?
—Oh sí, la ha conocido, y gracias a ti creo que se podría decir
que ella no duda
que sea mi novia —, le contesto secamente.
— ¿Qué?... que no quieres decir... ella no cogió a los dos... en
la cama...
¿verdad?
Él toma mi silencio como una afirmación.
— ¡De ninguna manera! ¡Oh Christian, que no tiene precio! Mejor de
lo que
podíamos haber esperado —, ruge de risa. —Así que conseguiste
tener sexo. Ya
era hora de follar si me permites decirlo. Yo no estaba seguro de
lo que estaba
pasando entre ustedes, y Kate no me dijo nada, ni siquiera cuando
le dije que
por lo general nunca sales con nadie. Así se hace hermanito.
—Vete a la mierda Elliot. Y no más intromisiones en las cosas que
no te
conciernen, ¿de acuerdo?
—Pero mamá estaba feliz ¿no? ¿Quiero decir Ana es una chica dulce
realmente,
apuesto a que le gustó?
—Sí, creo que mamá estaba muy feliz en realidad. ¿Qué no podría
gustarle de
Ana? — Concuerdo de mala gana, sonriendo para mis adentros
mientras
recuerdo la expresión de la cara de mamá.
—Mira, tu hermano mayor sabe mejor —, se jacta. —Y si necesitas
algún
consejo sobre cómo hacer gritar y rogar en la cama a una chica,
solo pregunta.
—Ya te lo he dicho. Vete a la mierda Elliot.
Conociendo a Cincuenta Sombras G.E. Griffin
82
Termino la llamada, seguro de que mi hermano no será capaz de
resistir la
tentación de entrometerse de nuevo a la menor oportunidad.amente.
— ¿Qué?... que no quieres decir... ella no cogió a los dos... en
la cama...
¿verdad?
Él toma mi silencio como una afirmación.
— ¡De ninguna manera! ¡Oh Christian, que no tiene precio! Mejor de
lo que
podíamos haber esperado —, ruge de risa. —Así que conseguiste
tener sexo. Ya
era hora de follar si me permites decirlo. Yo no estaba seguro de
lo que estaba
pasando entre ustedes, y Kate no me dijo nada, ni siquiera cuando
le dije que
por lo general nunca sales con nadie. Así se hace hermanito.
—Vete a la mierda Elliot. Y no más intromisiones en las cosas que
no te
conciernen, ¿de acuerdo?
—Pero mamá estaba feliz ¿no? ¿Quiero decir Ana es una chica dulce
realmente,
apuesto a que le gustó?
—Sí, creo que mamá estaba muy feliz en realidad. ¿Qué no podría
gustarle de
Ana? — Concuerdo de mala gana, sonriendo para mis adentros
mientras
recuerdo la expresión de la cara de mamá.
—Mira, tu hermano mayor sabe mejor —, se jacta. —Y si necesitas
algún
consejo sobre cómo hacer gritar y rogar en la cama a una chica,
solo pregunta.
—Ya te lo he dicho. Vete a la mierda Elliot.
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Termino la llamada, seguro de que mi hermano no será capaz de
resistir la
tentación de entrometerse de nuevo a la menor oportunidad.